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Melissa, que portaba un vestido rosa de estampado floral, observó con un aire de diva a ambas chicas que no estaban muy contentas de verla después de lo que pasó

-No sabía que en esta playa todavía hay basura -dijo, intentando parecer una malota de película americana

Martina se puso delante de su ex amiga para enfrentarla

-Y yo no sabía que aquí hay perras infieles -contradijo la rubia- ¿por qué no con tus patitas gateas hacia el mar y te ahogas?

Melissa viró los ojos

-¡No me señales con el dedo, rasca bicha!

Y debido a la euforia del momento, la peli rosada con un pie le pateó la pierna a Martina para que esta se cayera de raíces al suelo, asustando a Candy y provocando que el vestido que llevaba la rubia se llenara de arena

-¿Estás bien? -inquirió la morena

-Sí... si estoy bien, Candy -musitó Martina- Y a ti ¡te voy a arrancar las pestañas! ¡Mira como me dejaste el pelo, estúpida!

Melissa hizo un puchero como si le doliera

-Esto no va a quedar así, idiota -objetó la morena dirigiéndose a la peli rosada- Se lo diré a los teachers para que sepan que clase de persona eres

-¿Ah, sí? -decretó Melissa modo diva barata- Mira como no dejo de temblar... aunque le estoy haciendo un favor, porque ese vestido es de la temporada pasada. Al menos, se sabe quién es la diosa aquí que no da asquito como otras

Y antes de irse, la peli rosada se rio, dejando a la rubia echa un desastre

-Ay no... este dress me lo iba a poner para la noche -decretó Martina- Te juro que le voy a meter un lápiz en el culo de pony que tiene. Ni ella ni nadie me va a sacar el trono

-No te preocupes, baby. Ven, vamos a que te cambies

...

Horas después

-Quedé divina -dijo la rubia, cuando salió del baño

Sus amigas se rieron al verla posar en la puerta

-Como toda una diosa, cielo -la aclamó Jay, una amiga de las chicas que era experta en estética

Martina rebuscó en su maleta un par de opciones para la noche hasta que encontró el indicado

-Si quiere antes de que te vista, te puedo arreglar el pelo y por último, maquillarte ¿si?

La rubia sonrió mientras asentía con la cabeza

-Gracias, Jay

Estando sentada en una silla, su amiga empezó a arreglarle el pelo a la vez que se ponían al día con los chismes del colegio. Terminando con el pelo, Martina fue otra vez al baño para vestirse

Se puso un top de manga larga corto blanco ajustado que acaba por encima de la cintura donde hizo un nudo, que dejaba al descubierto su abdomen junto a una falda corta de un rojo oscuro ajustada de corte simple y recto con sus botines negros

-¿Cómo me veo chicas? -preguntó la rubia, al salir del baño

Sus amigas la llenaron de elogios mientras Jay la maquillaba de manera natural para no ir sobrecargada a la hoguera de esta noche

𝚗𝚊𝚞𝚐𝚑𝚝𝚢 𝚐𝚒𝚛𝚕; young mikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora