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-Y está cabrón que teniendo la edad que tengo me siga viendo hermosa y joven. ¿No? -dijo Tania, muy entusiasmada- Y algo curioso es que yo y Martina siempre tenemos que estar soportando que todos nos digan que nos parecemos muchísimo.

-No entiendo porque todos dicen que nos parecemos, si tú nunca estás cuando yo más te necesito -expresó la rubia que si no fuera por sus modales, ya le habría gritado a su madre todas sus verdades, pero decidió que no era ese el momento

Tania viró los ojos

-Me encuentro un poco tensa -dijo ella antes de marcharse de la cocina- Lo mejor será que me vaya a dar un shower.

-Ponte cómoda, ¿eh? No importa -discutió Martina, sarcástica

-¿Tu mami estará mucho tiempo aquí? Me incomoda demasiado su presencia -confesó Victoria, estando muy tensa por la escena que acababa de presenciar

-Obvio que no, tú tranquila.

...

Martina no había dormido en toda la noche. Pensaba en su madre, y en la razón por la que la abandonó. Ella no entendía porque lo hizo, si ella siempre fue una niña de bien, que se preocupa por su aspecto, que era muy inteligente... pero nunca lograba encontrar las respuestas a sus preguntas

Pero también sabe que todo lo malo que le estaba pasando era culpa del destino, ese que no para de hacerle brujería y de estar en contra suyo. Bajó las escaleras, sin ánimos y con su pijama rosado, y se dirigió a la cocina. Al entrar, vio que su niñera hablaba con un chico de manera animada. De todas formas, no tenía ganas de hablar con nadie

-Buenos días, Victoria -dijo la rubia con un tono bajo

-Hola, linda. Acho, Vicky, ¿esta es la nena de la que tanto tú habla'? Está demasiado hermosa -aclamó Daniel, o más conocido como Dani, uno de los amigos conocidos de la tatuada

Victoria le dio un suave codazo

-¿Quién es este? -interrogó Martina al ponerse al lado de la tatuada, mientras intentaba descifrar con los ojos a Dani

-Él es Dani, linda. Es un amigo con el que me he ido de fiesta un par de veces -contestó Victoria, mientras sonreía un poco- ¿Dormiste bien? No traes buena cara.

Martina asintió un poco insegura

-En fin... Dani, es mejor que te vayas ¿no? -musitó la tatuada

Dani se cruzó de brazos, porque la única razón por la que fue a visitar a la tatuada con tal de que aceptara ir a una fiesta que organizaba él en su penthouse, cosa que a Victoria no le apetecía mucho

-¡Está bien! -gritó, dando a entender que aceptaba

-No alteres. No vas a arrepentirte de haber aceptado, corazón, te aclaro que sobre los 8 de la noche, te estaré esperando eh... nos vemos luego -informó Dani, antes de irse

-¿Y este tipo? ¡No puede obligarte! Encima con esa ropa tan hortera, dios... ¡Lo mato! Ay, lo voy a enterrar con mis peluches -reclamó la rubia, furiosa por ese metido

-No te pongas así, princesa. Él es un chico de bien... solo tenemos que ir para quedar bien con mis amigos -habló la tatuada, casi riéndose por los berrinches de Martina- Y siéndote total honesta, no quiero ir.

-Si es por mí, don't worry. Hoy iré a la playa con mami -dijo Martina, animando un poco a su niñera

Justo después, Tania apareció en la cocina con un bañador naranja chilloso que justamente era de la rubia y traía puesta en la cara una mascarilla de un color turquesa chillón

-¡Good morning! -dijo con una gran sonrisa

Las chicas se asustaron al ver a la mayor con el producto facial, causándole un poco de risa a Tania

-E' una mascarilla, por dio' -dijo- No se me vayan a alterar.

Martina se dio cuenta de que ese era su bañador naranjita, uno de los primeros que le compró su madre, y no dudó en fruncir el ceño. Enojada con la mayor, que para variar nunca está en casa, y ahora va y le agarra sus cosas sin permiso

De todas maneras, la rubia no tuvo más opción que aceptarlo

-Aunque yo te lo compré, querida. Así que también este looking es un poco mío -dijo Tania, cruzándose de brazos- ¡Este looking me levanta el pecho de una manera fantástica!

-No digo que no... mami, lo que pasa es que ese bañador es pequeño para ti -dijo Martina, intentando convencer a su madre estando cruzada de brazos

-Eso' son pendeja', Martina. Sé lo que está' pensando... y por dios te juro, que mis pechos son naturales -reclamó la mayor, un poco agitada por lo juzgadora que es su hija

Victoria quería irse corriendo de lo incómoda que se sentía estando cerca de la madre de la rubia pero aún así, tuvo que quedarse en la cocina por si Martina necesitaba alguna cosa

-Mami, ¿por qué no nos vamos a la playa? Hace un sol hermoso y podemos pasarla rico juntas -pidió Martina estando muy agobiada por la extraña conversación

Tania negó con la cabeza

-Lo siento, querida. Pero tengo una cita para distraerme y para no pensar en el estúpido de Jeremy. No te importa, ¿no? -dijo la mayor

Martina se encogió de hombros

-Claro, lo entiendo.

Tania se fue toda ilusionada, y las dos chicas se quedaron solas en la cocina. La rubia no pudo evitar sentirse un poco triste, porque quería pasar el día entero con su madre por los años que perdió estando separada de ella, pero como siempre, la dejaba de lado cuando más la necesitaba

-No te preocupes, Victoria. Ella siempre hace lo mismo -musitó Martina, con la voz un poco tristona- Me promete cosas y luego se va, como una cobarde...

Victoria se dio cuenta que la rubia estaba desilusionada por el rechazo de su madre, y para animarla y que vuelva a sonreír, quiso invitarla a pasar todo el día en la playa con ella

La tatuada sonrió un poco nerviosa

-Si tu quieres... puedo invitarte a la playa. Unos amigos van a ir y... también, bueno, podríamos pasar el día juntas -ofreció la tatuada- Hoy estoy libre de trabajo, y actually sería un honor para mí estar el día entero con la nena más linda de todo PR.

Martina se rio por el cumplido. Aunque estaba acostumbrada a que la halagaran tanto y se fijó en los ojos de Victoria y esbozó una sonrisa

-Claro que acepto, muchas gracias Vicky -musitó la rubia y sin ser consciente de sus actos, le dio un abrazo a su niñera

...

Martina se estaba poniendo su bikini rosa fucsia mientras escuchaba su playlist. No dejaba de pensar en el gesto tan linda que tuvo su niñera al invitarla a la playa. Sin siquiera poder darse cuenta, Vicky le daba más razones a la rubia para que esta la empiece a querer. Al menos un poco.

Estando totalmente lista, la rubia agarró su bolsa y caminó hasta la playa, donde casualmente no había casi nadie. Con una sonrisa enmarcada en sus labios se aproximó hacia la tatuada, que ya la había visto entrar

Y cuando las dos chicas conectaron miradas, se sonrieron

𝚗𝚊𝚞𝚐𝚑𝚝𝚢 𝚐𝚒𝚛𝚕; young mikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora