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Sobre la arena, las chicas caminaban tomadas de la mano

-¿Quieres hablar? -preguntó Victoria al cabo de minutos- Sabes que puedes confiar en mí

Martina sonrió mientras se soplaba la nariz. Tenía sus ojos hinchados y todo su maquillaje corrido por haber estado llorando

-¿Alguien te hirió?

La rubia asintió

-Si... me fajé con Candy

La tatuada abrió los ojos sorprendida. No se esperaba que las amigas que se supone que eran tan inseparables se hubieran peleado, aunque no quiso preguntar por qué para darle un poco de espacio a Martina

-¿Por qué no intentan arreglar las cosas? -inquirió Victoria- Tal vez...

-No, porque ahora no va a querer verme -contestó Martina, con la voz apagada- Y no sé que hacer porque compartimos cuarto

Victoria asintió, comprendiendo la situación. Pero de un momento a otro, se le vino a la cabeza una idea que fácilmente podría cambiar el rumbo de su relación

-Si tu quiere', te puede' quedar en mi cuarto mientras tanto -facilitó- tengo dos camas para mí sola

-Tampoco quiero robarle la cama a tu novia...

-Es una salida escolar -advirtió la tatuada- ¿qué pensabas?

-¿Pero querías compartir cuarto con ella?

-Estás muy preguntona hoy, ¿no?

-Perdón por ser tan chismosa -admitió la rubia riéndose-, pero si me gustaría quedarme en tu cuarto mientras todo se arregla

Victoria sonrió

-Lets gooo

...

Cuando las chicas llegaron al cuarto y se sentaron en el pie de la cama, entre ellas hubo un incómodo silencio que la propia Martina rompió

-Gracias por traerme acá -musitó agradecida-, vicky

-No es nada, linda -decretó Victoria-, ¿quieres que me quede un rarito para que hablemos y te distraigas?

La rubia no sabía que responder, pero esa noche, quiso dejar el miedo atrás y comenzar a querer más a su niñera que tanto la ayudó con lo de su ex novia y sus amigos

Y que a pesar de sus berrinches, siempre estaría ahí

-Sí... -contestó-, si quiero que te quedes conmigo

La tatuada sonrió y con un poco de delicadeza, tomó las yemas de sus dedos para entrelazarlos con los suyos

-Genial, así también me puedo asegurar de que estás bien

-bueno... yo siempre que toy contigo estoy bien

Al oír eso, las mejillas de Victoria se tornaron un poquito rojas haciendo que suelte una risa nerviosa, que al mirarla a los ojos se esfumó

-Me pasa lo mismo contigo

-Oye...

La tatuada hizo un gesto para que siguiera hablando

-¿por qué me tratas bien, vicky?

Victoria hizo un mohín, mirando a otro lado mientras pensaba en una respuesta ideal debido a que solía cagarla diciendo lo primero que se le venía a la mente

𝚗𝚊𝚞𝚐𝚑𝚝𝚢 𝚐𝚒𝚛𝚕; young mikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora