𝚗𝚊𝚞𝚐𝚑𝚝𝚢 𝚐𝚒𝚛𝚕; young miko

25

Victoria sonrió y la estampó contra la pared de la nevera

-¿Un error? Entonces, ¿por qué estás nerviosa, linda? -preguntó- ¿Tienes miedo?

Martina desvió su mirada al techo, pero su niñera la obligó a mirarla. Su mirada estaba un poco sombría, pero sin dejar de ser un tanto adorable

-Claro que fue un error, idiota -contestó- A mí no me interesa saber como te ligas a mi profesora. Porque las chicas de tu tipo... no sé, no me gustan.

La tatuada viró los ojos mientras sonreía. Ella no sabía si la otra quería, pero en lo personal, se moría por volver a darle otro beso en los labios tras aquella primera vez

-Si si... tú a mi tampoco -dijo- Pero, antes de dejarte ir, quiero que hablemos de una cosita juntas.

Martina negó con la cabeza

-¿Ha' visto la hora que e'? Tengo sueño, y mañana tengo que ir al colegio -reclamó- Y tampoco es que quiera seguir hablando contigo

Victoria se rio y entrelazó sus dedos en el pelo de la rubia, formando una trenza

-No te vas a ir hasta que hables conmigo, chica -advirtió- E' ma', deja ya de ponerte siempre a la defensiva ¿si?

Martina bufó exasperada, cuando los dedos de su niñera comenzaron a hacer un corto camino por sus brazos haciendo que se activen algunas cosas que no se deberían de activar. Y menos ahora

-Yo pienso que quieres saber como es estar con una mujer de verdad -contó- Ese tipo de mujer que sabe como hacerte sentir bien...

La tatuada siguió acercándose

-Uh, ¿Vicky? Como que te' esta' acercando mucho... ¿no? -relató Martina, estando más nerviosa que antes

Y sin previo aviso, Victoria le plantó un beso en sus labios mientras la agarraba de las caderas empujándola contra la encimera de la cocina.

La rubia gimoteó por la sorpresa, pero ni siquiera quiso apartarse. Al final, ella también quería que sucediera desde la fiesta

En ese momento, el único sonido que había eran sus respiraciones profundas... hasta que oyeron pisadas

-¡Viene Jamie! ¡Vamos, escóndete debajo de la mesa! -vociferó la tatuada en un susurro

Antes de que James entrara por completo a la cocina, Martina se tuvo que esconder en un sitio donde su padre no podría verla

-Ey... hola Vicky -dijo el mayor al verla

La tatuada sonrió saludándolo

-¿Todavía no te duermes? -preguntó

-No, no podía -contestó yendo a por un vaso de agua- ¿Estabas hablando con alguien?

-Sí, con Ava, mi chica por el celular.

James sonrió. Le alegraba saber que su amiga era feliz por alguien, ya que había estado con ella cuando se enteró de que la habían engañado y fue su más grande apoyo

-Que linda', me alegra que por fin te olvides de Andy -objetó

-¿Andy? ¿Quién e' Andy?

El mayor solo se rio mientras se despedía con la mano. Cuando ya se había ido, la rubia salió de su escondite bajo la atenta mirada de su niñera

-Bueno... vete a la cama -dijo Victoria en un tono malhumorado