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-Yo puedo entender que tengas apetito sexual, pero a ti... como no, no se te pasa por esa cabecita tan hueca tuya que yo también vivo aquí, canto e' cabrona.

Victoria se rio por el insulto y la rubia viró los ojos

-No te atrevas a reírte, Maria Victoria. Te sugiero que si no quieres que papi te saque a patadas, tendrías que empezar a llevarte a tus nenitas a otro lugar -dijo Martina, un tanto malhumorada.

La tatuada se tocaba el abdomen tan adolorido por la risa que le causaba ver a la princesa de la casa tan enojada, pero no consiguió hacerla sonreír porque Martina, ya estaba cruzada de brazos

-Victoria, si te soy honesta, sinceramente a mi no me parece para nada chistoso tener que seguir peleando contigo por esto. Pero claro, tú siempre cagándola. ¿Y se puede saber de qué tu te estás riendo canto e' cabrona? -preguntó ella, enojada.

-De ti.

-Okay, te doy otra oportunidad, porque si la rompes, le diré a papi que a su amiga le gusta mucho tener sexo en casas ajenas -reclamó la rubia, haciendo referencia a ese suceso

-¿Cuando va a ser el día que superes lo que pasó? Yo solo tuve sexo acá cuando me descubriste -confesó la tatuada- Y aunque no creas, yo no salgo con tantas nenas. A mi querida novia, me la llevé pa otro lado.

Martina no se quedó conforme con esa otra confesión

-Aunque gracias por la charla, mi amor -dijo Victoria- La próxima ve' que yo sienta mi "apetito sexual" como tú lo dice', me aseguraré de sentirlo en privado. ¿Algo más?

-Actually, sí.

-¿Qué?

-Escúchame bien, Maria Victoria. Que tú seas linda no te da el derecho de meterte con mis amigas -advirtió la rubia- Así que te recomiendo que las dejes tranquilas o sino...

Victoria la miró fijo a los ojos

-¿Sino qué? -cuestionó.

-Te las verás conmigo

La tatuada sonrió y pasó por su lado, pero antes, le dijo:

-Eso lo veremos, linda.

...

Martina estaba acompañando a Candy, ya que quería hacerse un nuevo tattoo. Llevaba unos shorts corticos y un top rosado que la hacía ver más divina de lo que ya era de forma natural

-¿Cómo va todo con la chica sexy? -preguntó la morenita, refiriéndose a Victoria

-Como siempre -respondió la rubia, sin mucho interés

Y Lucas, el tatuador, dio por terminado el tatuaje

-Listo, te quedó hermoso corazón -halagó, mirando a Candy, quién se mostraba satisfecha con el resultado final

Candy se acercó a su amiga

-¿Te parece lindo? -preguntó

-Of course, te quedó espectacular.

-Lo sé, este shopping es muy top, merece la pena gastarse el billete por un dibujito -comentó Candy, aclamando la tienda- Pero... ¡tú deberías hacerte un tatuaje!

Martina se mostró interesada. Siempre había querido tatuarse, y más por aquella chica que por las noches se paseaba por su cabeza sin pedir permiso

-Bueno, siempre quise tatuarme -dijo- Aunque... papi me mataría.

𝚗𝚊𝚞𝚐𝚑𝚝𝚢 𝚐𝚒𝚛𝚕; young mikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora