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-¿Ryan? -dijo Martina preocupada por su amigo. Su cuerpo no podía dejar de temblar mientras se agachaba un poco para escucharlo mejor.

-¿Candy? -logró decir.

-No, e' Martina.

Ryan sonrió

-Ere' preciosa, como un ángel... 

Estando un poco confusa, la rubia se levantó del suelo y observó a Victoria, que a juzgar por su mirada, parecía estar pensando en que podían hacer con Ryan

-Lo vamos a ayudar. Ryan, ¿te puedes levantar? -dijo Martina

Ryan estaba tan débil que solo pudo emitir otro "uhhh", volviendo a caer  desmayado en lo que iba de noche. Porque Jordan, lo golpeó con ganas

-¿Ryan? 

-No te va a responder porque se ha desmyado, linda -opinó la tatuada

-No podemos dejarlo tirado como a un perro -advirtió la rubia- Una buena idea sería llevarlo a casa. Ahí tengo un par de botiquines.

Victoria la miraba poco convencida

-Así que Vicky... llama a algún taxi que esté disponible, por favor.

-Eso sí que no, linda -reclamó la tatuada- No quiero tener a un chico que conozco en mi casa.

Martina viró los ojos

-¿Por qué no, Maria Victoria? ¡Es uno de mis mejores amigos! ¿O qué? ¿A caso tienes una mejor idea? 

La tatuada la miró con una cara de "sé que lo estás pensando" y comenzó a negar con la cabeza

-¡No, no pienso cargarlo como si fuera su novia!

Aún así, con ayuda del taxista, lo intentó meter en el maletero para llevarlo directamente a la casa. Y durante el trayecto, no pudo evitar poner cara de malhumorada total

....

Ryan dormía como un muerto en la cama de Victoria, teniendo su ropa puesta. Y la tatuada, no podía dejar de verlo con mala cara, pero disimulaba por Martina

-Espero que se encuentre bien -musitó la rubia- Porque no es la primera vez que lo asaltan.

Victoria puso una mano en su hombro para tranquilizarla. La conocía desde que era niña, y sabía que en este tipo de situaciones  se podía alterar

-No te preocupes, linda. Él se va a recuperar más pronto de lo que imaginas -dijo- Solo tiene un par de cortes y morados.

-Gracias... pensaba que no iba a hacerlo.

La tatuada la miró a los ojos, quedándose un poco estancada

-No quería morir asesinada.

La rubia soltó una risita

Ella siempre decía que no le gustaban esos chistes tan malos, pero a veces nos acostumbramos tanto que nos pueden llegar a gustar

-Buenas noches -proclamó Martina con una sonrisa yéndose a su cuarto

-Buenas noches, linda.

...

La rubia había vuelto de la cocina con un té para relajarse antes de dormir. Solía tomárselo mientras se daba una pequeña ducha que siempre le venía bien después de alguna fiesta. Aunque... no podía negar que había sido fantástica

𝚗𝚊𝚞𝚐𝚑𝚝𝚢 𝚐𝚒𝚛𝚕; young mikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora