El Salón Es Tan Complicado • II

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Faltaban ya once meses y gracias a los consejos de mi madre decidí ir desde ya en busca del salón porque sabía que no sería sencillo encontrar un salón que esté disponible para celebrar el mismo día del cumpleaños de mi hija, es mejor asegurarlo d...

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Faltaban ya once meses y gracias a los consejos de mi madre decidí ir desde ya en busca del salón porque sabía que no sería sencillo encontrar un salón que esté disponible para celebrar el mismo día del cumpleaños de mi hija, es mejor asegurarlo desde ahora.

— ¡Estrella, baja que ya nos vamos!

Llamé desde la primera planta, mi hija se encontraba arreglándose en su habitación, siempre tarda más de lo debido.

— ¡Espérame un rato, papá está en el baño desde hace diez minutos!

Subí y fui en dirección al baño, la puerta blanca estaba cerrada y mi hija parada afuera de ella.

— Ve al baño de mi habitación y luego vas al auto, en unos momentos bajo.

Asintió, se fue a mi habitación. Es extraño que demorase tanto, él es uno de los únicos que siempre se queja cuando alguien tarda más de cinco minutos en el baño. Toqué la puerta para confirmar que estuviese dentro.

— Amor, ¿puedo pasar?

No respondió, pero el sonido del pestillo de la puerta siendo quitado me incitó a entrar. Al hacerlo lo vi apoyado en el lavamanos, tocaba su frente y miraba al suelo, se le veía mal, muy mal.

— ¿Estás bien?

— Sí, solo tengo mareos. He tratado de salir desde hace un momento, pero no puedo.

— ¿Quieres que te traiga algo?

— No, gracias, solo quiero descansar, ¿puedes llevarme a la habitación?

— Claro, ven, te ayudaré.

Lo cargué para sacarlo del baño, fui con él en mis brazos hasta nuestra habitación para dejarlo en nuestra cama, estaba pálido, no quería dejarlo solo.

— ¿Ya van a irse a ver lo del salón?

— Sí, pero creo que deberíamos posponerlo, no puedo dejarte aquí así.

— Estoy bien, solo necesito descansar.

— No estás bien, Andrés.

— ¿Qué pasó? Escuché a Estrella quejándose del baño, salí para chismear y no la vi.

Entró Adrián, mi hijo mayor, a la habitación. Al parecer aún no nota el estado de Andrés.

— Nada, cariño, todo está bien.

XV • RaptorGamerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora