Desesperadamente TUYO [Hyera x Jaekyung]

Capitulo 37

A la mañana siguiente un cálido soplido pegó en el rostro de Hyera. Lentamente se inclinó pasando los dedos por sus recién abiertos ojos. El sol atravesaba la ventana en el cuarto, el reloj marcaba 12:00 am.

No había motivos para despertar por lo que volvió a recostarse con los pesados brazos de Jaekyung sobre su pecho escuchando los pequeños silbidos de su boca.
Las sábanas estabas sobre el suelo pero el calor que amitía el cuerpo desnudo del boxeador era más que suficiente. Todavía tenía ese sabor agridulce desde anoche y lo sucedido, por lo que solo tragó incómoda, el sexo era bueno pero cada vez se sentía más comprometida, ahora ya no podía huir como antes.

Mientras miraba el techo y sus rincones el móvil del mayor comenzó a vibrar sin detenerse, ya habían pasado unos minutos y Joo seguía dormido e inamovible como una roca. La insistencia de las llamadas y mensajes deslizando el dispositivo sobre la mecedora comenzaban a irritarle a la peli rosa que tomaba de las raíces su cabello y tiraba esbozando una queja. Pronto tomó el móvil y observó las notificaciones en la pantalla de bloqueo.

23 llamadas perdidas
330 mensajes de grupo
9 mensajes de..

Sin darse cuenta Joo se había despertado y le arrebató el móvil de sus manos. Al parecer se había dado cuenta, por lo que lo llevó tras la espalda y se inclinó tomando asiento en la cama, mirando al suelo buscó su ropa y comenzó a vestirse.

Jk: me voy a dar un baño. -informo antes de atravesar la puerta y cerrar. Obviamente se había llevado el móvil. Oh Hyera soto un pufido y regresó a acostarse dándole la espalda a la puerta hasta quedarse profundamente dormida. A ratos después sintió una brusca caricias sobre su cabello y el peso de alguien sobre la cama. Mirando lentamente sus ojos se posaron en una tasa frente a ella, Jaekyung había preparado algo para los dos, tapándose los pechos Hyera se reacomodo sobre la cama junto a él y continuo con una expresión ingenua.

Jk: Se está cansando mi brazo - Dijo - ¿Vas a tomarlo o no?

Hyera: Que va.. -sujetandolo y llevándolo a la boca. Era chocolate caliente.

Jk: Sabes, deberías estar agradecida no a muchas personas les preparo el desayuno y se los llevó a la cama. - cruzando los brazos.

Esto provocó que la peli roja soltara una risa que casi hace escapar el líquido en su boca.

Jk: Eres un buen chico. - habló después de tragar. - Me gusta tu forma de ser, siempre me sorprendes  -halagó con una sonrisa breve. Joo Jaekyung desvío la mirada un segundo y luego regresó a dónde sus ojos escarlata. No era bueno digiriendo un cumplido, en especial viniendo de ella. Hubiera dicho gracias simplemente pero prefería hacerle sentir cosas. Hyera no mentía con lo que decía así que él no podía quejarse al respecto.

Jk: Si no está bien de azúcar puedes dejarlo.

Hyera: No tomó chocolate desde hace años.. creo que me gusta.. -dejando la tasa vacía sobre la mecedora. - Quiero dormir un poco más, Ya deberías irte, apuesto a que mi departamento no es tan divertido como tú casa. - pegando el rostro sobre la almohada.

Jaekyung parpadeó un par de veces mientras observaba la espalda de su contraria. No estaba seguro si de verdad quería volver a casa, allí no había nadie quien lo estuviera esperando o se alegrará de verlo, pero a su vez sentía que Hyera lo estaba hechando. Un velo de tristeza y rechazo se hizo presente en él, el agobio lo hizo suspirar pero intentaba que no fuera evidente, debía irse pero sin embargo permanecía allí recorriendola minutos enteros temiendo que ella lo volviera a ver con un atisbo de despreció en su mirada.
Debía admitir que desde que estaba con Hyera se sentía más vulnerable, como un maldito marica de los que se permiten llorar. Eso era molesto pero peor aún era que no podía cambiar la forma en la que ella influía.

Entonces estaba condenado.

Volteando boca arriba la peli rosa   se sintió incompleta teniendo a su compañero al extremo de la cama sin hacer absolutamente nada.

Hyera: Es injusto que me dejes así, almenos abrázame - pidió tomándolo del brazo con ambas manos - Di que prefieres estar conmigo, se hombre y miénteme

Jaek se giró a mirarla sorprendido. No esperaba oírla algún día pedir por compañía, sus ojos eran tan hermosos como la mirada que le dedicaba, de una manera que solo quería que fueran dirigidas a él y más nunca a algún otro ser. Sus pechos rosaban sobre su antebrazo y esa fragancia de su cabello lo embriagaba por completo. Con un suspiro bajo la cabeza derrotado, era irrisorio hasta pensar que debía mentir cuando eso lo que quería.

Jk: ..¿Estás bien? -preguntó tocando su frente. - Me quedaré si insistes, no tengo trabajo que hacer el día de hoy -Miente.

Hyera: Es justo lo que quería escuchar

Dicho esto ambos se fundieron en un extenso abrazo que curaba toda herida del pasado.