Capítulo 26

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La misión había sido completada con éxito, aunque el hecho de que el castillo hubiera sido destruido provocó el enojo de los altos mandos, por el tiempo que tardarían en obtener todos los tesoros que estaban en él.

Cuando el imperio notó que la conmoción que estaba dentro de la fortaleza, habían movilizado a todas las fuerzas para atravesar las puertas, tomar el lugar fue relativamente fácil, con el rey muerto y todos los demás líderes en el mismo estado, nadie fue capaz de tomar el control de las fuerzas de la ciudad.

Desorganizados y confundidos, para el imperio fue sencillo tomar el lugar.

Escapar fue relativamente sencillo para el equipo de Kurome, con todos los guardias asustados y desorientados, fue sencillo pasar sin ser vistos, y luego llegar al lugar de reunión les tomó solo una hora.

Cuando llegaron, fueron castigados.

Aunque la misión fue completada, perder a alguien como Kai, al parecer enojó bastante al comandante.

Habían pasado dos días encerrados en una habitación oscura, no estaban atados por nada, pero ese era el menor de sus problemas, pues tampoco se les dio ninguna dosis de la droga, así que los síntomas de abstinencia comenzaron pocas horas después de que estuvieran encerrados.

Y solo fue a peor, el dolor detrás de sus cabezas aumentaba con cada segundo, sus músculos parecían estar en llamas.

Natala había sido la primera en vomitar, luego de eso fue Wu Ming y Gin. Remus y Kurome fueron quienes mejor resistieron los efectos secundarios.

Kurome estaba sorprendida por la resistencia de Remus, aunque había pasado un tiempo desde la última vez que fueron castigados de esta manera, pues siempre se las arreglaban para completar las misiones adecuadamente. No recordaba que Remus fuera tan resistente.

Aun así, no pudo centrarse mucho en eso, pues estaba ocupada con su propio dolor.

Sus pensamientos divagaron naturalmente hacia la única persona que no estaba en este lugar.

Kai Chisaki.

Él había muerto.

Y aun así, ella no podía sentir nada. En la oscuridad que se escurría por todo el lugar, ella no estaba segura de por qué se sentía de esta manera.

Los había preparado mentalmente para afrontar las pérdidas, pues todos ellos sabían que si fallaban una misión, eran fracasos. Fracasos que no merecían ni un segundo pensamiento.

Y ella no estaba triste por la muerte de Kai.

¿Eran amigos?

¿Compañeros?

¿Conocidos?

O es que acaso nunca habían sido nada de eso.

Recordó el frío lugar en el que tuvo su primer encuentro con Kai, atado a una silla apenas siendo capaz de moverse. Recordando esa escena, ella entendió mejor por qué él la había llamado "vieja"; en ese momento, después de todo, estaban los efectos de las drogas.

Y tenía los mismos ojos que ella cuando fue separada de su hermana.

Su hermana... había sido lo único constante en su mente todos estos años.

Intentó recordar su rostro, su voz, pero todo lo que podía ver era la oscuridad de la habitación, una oscuridad tan densa y opresiva que parecía tangible, como si pudiera tocarla con las manos, como si pudiera envolverla con sus dedos.

Aun así, si se concentraba lo suficiente, sentía que podía ver la sonrisa de su hermana, sentir la calidez de ella cuando tenían que dormir en algún rincón de un callejón, al menos hasta que fueron recogidas y enviadas a ese bosque aterrador.

Overhaul en Akame Ga KillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora