Capítulo 34

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El encargado de la carreta, un hombre corpulento con un rostro curtido por años de trabajo al aire libre, no hizo preguntas acerca del equipaje extra que Kai llevaba cuando partieron. Observó los bultos con curiosidad, pero decidió no inmiscuirse. Supuso que era una forma de agradecimiento por haber lidiado con los bandidos que habían amenazado la región.

El viaje, después de esa breve interacción, transcurrió de manera bastante común. Los días se sucedían con el traqueteo constante de la carreta sobre el camino de tierra y el murmullo del viento entre los árboles. Kai continuaba instruyendo a Kouga y Mashiro en sus entrenamientos. Mashiro, con su cuerpo esbelto y movimientos felinos, practicaba sus técnicas de sigilo y combate cercano, mientras que Kouga, de complexión más robusta y fuerza impresionante, se enfocaba en la lucha con armas pesadas. A pesar de sus diferencias, ambos eran muy diligentes con sus rutinas, lo que permitía a Kai dejarlos ser bastante independientes sin preocuparse demasiado.

Denna había terminado de leer su voluminoso libro de historia, un tomo polvoriento que había encontrado en una biblioteca abandonada. Ahora, tenía en sus manos uno nuevo, más delgado, pero no menos interesante, sobre la arquitectura de la capital. Las páginas ilustradas mostraban magníficos palacios, intricados templos y plazas bulliciosas, alimentando su imaginación y su sed de conocimiento.

Kai no cuestionó sus elecciones de lectura. Además, él mismo estaba muy ocupado con sus propios planes, sumergido en pensamientos sobre futuras misiones y estrategias. Mientras la carreta avanzaba, sus ojos se perdían en el horizonte, pero su mente estaba absorta en los detalles y tácticas que podrían significar la diferencia entre el éxito y el fracaso en sus próximas empresas.

El paisaje alrededor cambiaba lentamente, pasando de densos bosques a colinas onduladas y luego a llanuras abiertas. Cada noche, el grupo se reunía alrededor de la fogata.

De vez en cuando, algún dragón de tierra emergía de las sombras del bosque y atacaba a la caravana. Estas bestias colosales, con sus escamas marrones y sus ojos brillando con malevolencia, eran una amenaza constante en los caminos hacia la capital. Los mercenarios se encargaban de estos encuentros. Sin embargo, Kai no se mantenía al margen por completo; en varias ocasiones, intervenía con una destreza letal, sus movimientos rápidos y precisos como el filo de una navaja.

El líder de los mercenarios, un hombre de mirada astuta y barba enmarañada, se había acercado a Kai una noche, intrigado por el veneno que había usado en los bandidos. Tras una breve conversación en susurros, Kai le vendió una cantidad sustancial del tóxico compuesto. Aunque no era completamente indetectable, su efecto era lo suficientemente rápido como para ser mortal en el campo de batalla. A cambio, recibió una generosa cantidad de monedas de oro.


Después de ese trato, no hubo nada más digno de mención. Ningún bandido fue lo suficientemente temerario como para enfrentarse a la bien protegida caravana. El viaje transcurrió sin mayores imprevistos, los días se sucedían con una monotonía casi reconfortante. Se detuvieron en tres ciudades más, cada una con sus propias peculiaridades y mercados bulliciosos, antes de que los muros imponentes de la capital aparecieran a lo lejos, alzándose majestuosamente contra el cielo.

Kai los miró con ojos sin emociones, su rostro una máscara imperturbable. Los recuerdos de la primera vez que había visto esos muros comenzaron a aflorar en su mente, imágenes de un pasado que había enterrado. Pero con una fuerza de voluntad férrea, apartó esos pensamientos. Ahora no era el momento para la nostalgia; había objetivos que cumplir y planes que poner en marcha.

El sol comenzaba a ponerse, bañando la ciudad en un resplandor dorado. La caravana avanzaba lentamente, cada paso acercándolos más a su destino. Kai ajustó su capucha, sus ojos fijos en los grandes portones que pronto cruzarían, listo para enfrentar lo que el futuro les deparara.

Overhaul en Akame Ga KillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora