Capítulo 31

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Era una sensación similar a la que experimentó al enfrentarse al rey: sabía que enfrentarse a él solo era una tarea imposible, pero confiaba en que la ayuda eventualmente llegaría. Ahora, estaba solo, con solo esos jóvenes incapaces de hacer mucho más que estorbar a su lado.

Su frustración creció cuando escuchó a Kouga tomar a Mashiro y comenzar a correr. Un leve suspiro de alivio se escapó de sus labios; al menos ahora estaban a salvo, lejos del peligro inmediato.

Con Kouga y Mashiro suficientemente lejos para que, si el caos en la habitación se desataba, les llevara unos minutos encontrarlos, Kai decidió que era el momento de hacer una pregunta crucial. Sabía que el tiempo era esencial, y su próxima acción debía ser precisa.

Se giró hacia la figura en el centro de la habitación, preparándose para abordar el siguiente paso en esta peligrosa confrontación.

—¿Por qué? —preguntó Kai, su voz resonando con una mezcla de aburrimiento y desinteres. No había nada más que quisiera saber antes de tomar la decisión final de acabar con esta persona.

El hombre se levantó lentamente de su asiento, su movimiento acentuado por la luz de la ventana que iluminaba su figura de manera inquietante. A medida que caminaba por la habitación, Kai pudo discernir mejor su aspecto.

Cada paso del hombre resonaba en el suelo desgastado, y su presencia parecía absorber la luz que entraba por la ventana, como si el propio ambiente se viera afectado por su oscuridad interna. Kai observó atentamente, esperando una respuesta que pudiera aclarar el motivo detrás de este caos.

Es individuo alto y robusto con facciones faciales muy marcadas, destacando una macabra sonrisa que se extiende casi por toda la longitud de su rostro. Sus ojos son claros, pero poseen una mirada demencial. Su cabello es puntiagudo tanto en la parte frontal como en la trasera, y en su frente lleva una especia de ojo . Viste un abrigo largo, debajo del cual lleva una camisa blanca y una corbata negra. Además, usa guantes negros, un pantalón del mismo color y botas.

Kai reconoció el uniforme del hombre: era parte del Imperio, una marca inconfundible.

—¿Por qué? —Kai repitió su pregunta, su voz firme . El hombre, sin embargo, respondió con una lentitud calculada, una burla evidente en su tono.

—¿Por qué no? —dijo el hombre, una sonrisa torcida curvando sus labios. —¿Necesitas un motivo para hacer algo que te gusta?

Kai se detuvo un momento, su mirada llena de desdén mientras evaluaba la respuesta del hombre. La actitud despectiva del adversario no hizo más que aburrirlo. aunque le recordó a cierta chica de cabello celeste. pero sabia que este hombre no era igual a ella, en realidad le parecía un poco patético.

—Oh, vaya, no deberías pensar eso de alguien que acabas de conocer.

—¿Pensar? —El hombre se movió con sorprendente rapidez, sacando una cuchilla oculta de entre sus mangas. La hoja destelló con una amenaza letal, pero Kai reaccionó al instante. Con un movimiento rápido y preciso, bloqueó el ataque, el metal de su daga chocando contra el de la cuchilla del hombre.

—Khu! —Kai emitió un sonido de esfuerzo mientras la fuerza del impacto lo sacudía. Su concentración estaba al máximo.

Kai fue lanzado varios metros por la fuerza del golpe, pero se recuperó en el aire con una agilidad sorprendente, aterrizando suavemente y mirando fijamente al hombre frente a él.

—Oh, eres bastante bueno para ser un mocoso —dijo el hombre, su tono cargado de burla mientras señalaba la "guarida" con un gesto despectivo. —Ojalá los de ese lugar hubieran sido iguales a ti. Al menos así habría sido más divertido verlos rogar por sus vidas. Ya sabes, no hay nada más entretenido que ver a alguien suplicar por su supervivencia...

Overhaul en Akame Ga KillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora