HEART (fengqing)

21'

La rabia adornó por completo el atractivo rostro del mayor, y Mu Qing, que sabía no tenía más tiempo para evitar las cosas, empujó casi a la puerta a Shi QingXuan, justo al momento que el rey serpiente se acercaba para tomarlo. El ojiverde si llegó a esta, y Mu Qing, sintió su piel arder después de eso.

El CEO no fue lo suficientemente rápido, ni en tirar el golpe, ni en esquivarlo.

"¡Corre QingXuan!" -Apenas logró hablar, Jun Wu intentó pasarlo para llegar al ojiverde, y aunque por poco evitó que Mu Qing lo detuviera, el pelinegro más chico logró tirarlo, golpeando su rostro con sus nudillos abiertos-.

Aunque los dos comenzaron a pelear, la diferencia entre fuerza, experiencia y estado de ánimo, era notoria, Mu Qing estaba exhausto, y aunque la rabia y la sed de venganza por sus seres queridos lo motivaban, solo necesitó de un golpe en falso para terminar debajo del ensangrentado rey serpiente, quien comenzó a molerlo a golpes sin cuidado alguno.

Mu Qing intentó defenderse, cubrir al menos los golpes, pero no contó con que el mayor rompiera su brazo sacándole un desgarrador grito debido al dolor.

"Voy a matarte a golpes, y lanzarte a los perros cómo debí hacerlo con tu estúpido esposo" -El ex platinado solo desvió ligeramente el rostro cuando vio que el puño del contrario se elevó, pero ese golpe no llegó, acompañado de un sonido de sorpresa por parte del ojiazul-.

"Cuando mates a alguien, asegúrate que realmente esté muerto, hijo de perra" -Feng Xin, el rey Diablo, y en esos momentos, ganador de la pelea del bajo mundo, lanzó un puñetazo sin cuidado hacia Jun Wu-. "Pei Ming dijo que debía de ser paciente porque esto sería aún mejor que matarte hace dos semanas, como siempre, el idiota no tuvo razón del todo"

El rey diablo hervía de rabia, y sus golpes rápidos y certeros cada vez doblegaron aún más a la serpiente principal, Jun Wu no pudo siquiera defenderse esta vez, y Mu Qing, que seguía sorprendido por la aparición de su esposo al que apenas minutos antes le había llorado de nuevo, no se percató de la entrada de alguien más, hasta que el sonido del arma en su cabeza lo trajo a la realidad.

"Feng Xin" -El ojimiel se detuvo de golpe al escuchar la voz de su esposo, su traje de tres piezas estaba completamente lleno de sangre, aun así lo acomodó lo mejor que pudo, y giró delicadamente avergonzado hacia él. Expresión que cambió enseguida, frunciendo el ceño al notar a Jing Gao sosteniendo el cuerpo del CEO Mu, y la pistola rozando su frente-.

"Si lo mato, está todo perdido, ¿No es así, Feng Xin?"

"Jing Gao..."

"No, no te molestes, nada de lo que digas me hará cambiar de decisión, sé que voy a morir, pero al menos lo haré después de ver como pierdes todo lo que te importa, Feng Xin, dile adiós al amor de tu vida" -Y aunque el desespero y el corazón a mil por hora hizo al rey diablo acercarse rápidamente, un disparo sonó haciendo que desviara el rostro de golpe-.

El ojimiel sintió perder el aire, todo en él pareció fallarle, y de no ser por el ligero bufido que escuchó de su esposo, no se hubiera atrevido a mirar.

"Hablaba mucho ese hijo de perra" -Fue Pei Ming el que respondió, después de dispararle a Jing Gao segundos antes de que pudiera hacerlo. El rey dragón sonrió ligeramente hacia Mu Qing, quién, parpadeó repetidas veces-.

¿Se había muerto y aquello era el pase hacia una mejor vida?

Al parecer no, Feng Xin lo abrazó de golpe, y para ambos, fue como volver a respirar, el pelinegro no había caído en cuenta del todo que su esposo estaba ahí, no hasta que lo sintió, la cálida piel del moreno rozando la suya, y Mu Qing no pudo evitar comenzar a llorar. Todo había pasado demasiado rápido, y aunque su corazón se calentó, el miedo lo abrazó también.