Nuevas Rutinas

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Octubre 2034

—Holaa? — La de granada entro en su casa esperando encontrar el caso, sin embargo no escucho nada hasta que agudizó un poco el oído.

Una sonrisa apareció en su cara al escuchar a lo lejos las risas de su hija mayor y su mujer. Se quitó la chaqueta dejándola en la entrada y se encaminó a la segunda planta de donde venían esos ruidos.
Cuando entró en el cuarto de baño se encontró a la morena con su hijo recién nacido en brazos y a su hija mayor en la bañera, muerta de risa con las carantoñas que le hacía su madre.

— Pero bueno, que pasa aquí? — río acercándose a darle un beso a su hija y parándose un poco más en su mujer.

Era el primer día que Violeta volvía al trabajo después de que el pequeño de los Hódar Oliver naciera. Le había pedido a su mujer que se esperara para la hora del baño pero viendo el panorama que se había encontrado estaba claro que la otra había hecho caso omiso.

— Mamiiii, mommy doesn't stop — dijo la pequeña entre risas cubriéndose la cara para que su madre no la mojara.
— Como se nota que ha venido la tía Jas y habéis estado hablando inglés — río la granadina cogiendo al pequeño en brazos para que su mujer pudiera terminar de bañar a la mayor.

— Ha comido con nosotros pero después se tenía que ir a clases. Que tal? Como ha ido la sesión? Has compuesto algo? — preguntó la morena curiosa por el trabajo de su mujer.
— Algo ha salido, luego te lo enseño a ver qué te parece. Os he echado mucho de menos jo- le respondió mientras acariciaba la cabeza de su mujer deseosa de un ratito las dos solas ya que últimamente eso no pasaba mucho.
— Y yo a ti mi amor, venga dame al peque y vete tú a duchar al otro baño y ponerte cómoda que tienes que estar agotada. — pidió la menorquina
— Ni de broma, llevas todo el día con ellos. Voy a ir haciendo la cena, me llevo al peque. Avísame cuando termines con Cloe y subo a por ella y así te duchas tranquila. — se acercó a la morena dejando un beso en sus labios. — te quiero, eres la mejor mommy — finalizó guiñándole un ojo.

Y así lo hicieron, Violeta bajó con Víctor y fue preparando la cena mientras Chiara terminaba de bañar y le ponía el pijama a Cloe. Cenaron entre risas de la pequeña y miradas que hablaban solas de sus madres. Tras esto, ambas dejaron a Víctor en la pequeña hamaca que tenían en el salón y fueron juntas a acostar a Cloe.

— Love you Little Monkey, Good night. - susurró la menor a su hija tras depositar un beso en su frente y sentarse a los pies de la cama.
— Te quiero mi niña, sueña bonito. - fue el turno de la mayor de las madres de darle las buenas noches a su hija. Tras arroparla y darle un beso, se sentó junto a su mujer.

Desde que la niña nació, la forma más sencilla para dormirse era que sus madres le cantaran asique tras darle las buenas noches, ambas cantaron un trocito de creep mientras se sonreían en la oscuridad y cuando se quisieron dar cuenta su hija estaba ya en los brazos de Morfeo. Se levantaron dejando un último beso a la pequeña y encendiendo la lucecita pequeña por si se despertaba.

— Vete duchando tu amor, voy a darle el biberón a Víctor y lo acuesto en la cuna. Si me da tiempo te acompaño. - le susurró la pelirroja a la de Menorca mientras salían del cuarto.
— Voy cogiendo nuestras cosas y así te espero. Llevamos mucho sin tener un ratito a solas. — respondió la morena, dejando un beso corto en los labios de su mujer y encaminándose a la habitación.

La granadina cogió al pequeño de la hamaca que se encontraba moviendo los muñequitos que colgaban de esta. Desde que nació hace un par de meses, había tenido muchos cólicos y eso dificultaba mucho el poder dejarlo 5 minutos en la hamaca por lo que las dos madres habían tenido que hacer turnos para todo. Sin embargo, hace una semana cuando le cambiaron la leche, todo mejoró con creces y había vuelto a ser el niño silencioso y risueño que fue los primeros días.

Como pasaba el tiempo-KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora