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Octubre 2040

- Pero mamá, yo ya soy mayor, ito un poco menos pero también y mum ya no se va a cantar más.- explicó Cloe con su lógica de 8 años.

- Cariño pero no es para un ratito, una vez que venga ya es para siempre. - intentó hacerla comprender su madre.

Hace dos semanas, no les quedó otra que llevarse a sus hijos a una entrevista conjunta que tenían con Chenoa. Se los llevaron precisamente porque para los niños Chenoa era una mas de sus tías y esta última insistió tanto que acabaron cediendo. Y es que, los dos pequeños llevaban desde ese día insistiendo en tener un gatito igual de chiquitito que el que habían llevado unas fans al programa.

Violeta era la parte racional, sabía que sus vidas eran demasiado ajetreadas como para cuidar de un animal. Chiara, sin embargo, simplemente callaba, no iba a contradecir a su mujer pero lo cierto es que a ella también le hacía mucha ilusión tener a un gatito correteando por su casa.

Y la granadina lo sabía, claro que lo sabía y por eso estaba tan cansada de las conversaciones con su hija, que tan lista como siempre, había intuido que el hueso duro de roer era la pelirroja y que si la convencía a ella todo estaba más que hecho.

- Pues mucho mejor mami, te prometo que yo lo cuido, y juego mucho con él y le doy besitos de verdad.- puso su cara de puchero que poca veces fallaba.
-  Y también vas a limpiarle el arenero donde hace caca y pipí? - preguntó con gracia sabiendo la respuesta de su hija.
- Bueno...eso ya lo hace mommy que ella también quiere un gatito.- respondió la pequeña morena con gracia.
- Anda ve a jugar con tu hermano, mommy dice - río la pelirroja al ver desaparecer a su hija por la puerta.- si mommy se entera de que yo también quiero se planta aquí con uno en dos horas.- soltó al aire sabiendo que nadie la podía escuchar.

Los días pasaron y la granadina agradeció dejar de tener la misma conversación a todas horas. Ahora con suerte solo la tenía dos veces al día y su respuesta seguía siendo la misma- cuando dejemos de viajar lo tendremos. - pero a veces la vida te sorprende con cosas que no estaban en tus planes, o eso dicen...

Denna le había llamado hace un par de horas que si podían verse urgentemente. No era raro que su mujer amiga la llamase pero sí que lo era la insistencia de verse con tanta prisa.

Le pidió un par de horas argumentando que Chiara estaba en el estudio y que necesitaba organizar un par de cosas y cuando escuchó a Denna decir "vale pero no tardes porfavor" supo que algo no iba del todo bien.

- Kiki, puedes recoger a los niños del fútbol?- preguntó a su mujer a través del teléfono.
- Que ha pasado? Estás bien? - no era muy normal que la pelirroja le pidiera salir antes del estudio.
- Si yo si pero Denna me ha llamado muy apurada que necesitaba verme que vaya lo más rápido que pueda y hay algo que no va bien. - explico un poco nerviosa.
- Está bien, tú vete. Yo los recojo y me los traigo al estudio. No te preocupes por ellos, yo me organizo.
- Gracias, gracias de verdad. Te debo una. - respondió mientras le escribía a Denna que iba para allá.
- Vio son mis hijos también- rio la morena- no me debes nada amor.
- te quiero, luego te cuento.

Después de colgar y apresurarse a llegar a casa de la rubia llamo al timbre y una sonriente Denna se abrió la puerta.

- Se puede saber que es tan importante? Pensé que te pasaba algo y estás demasiado feliz. - la pelirroja realmente se había preocupado y ver que no pasaba nada serio le había molestado un poco. - Chiara está en el estudio trabajando y ahora se tiene que encargar de los niños.
- Es por una buena razón, tu escúchame- le pidió sentándola en el sofá de su casa. - puede que la haya liado un poco y Alex me va a matar, necesito tu ayuda.
- A ver qué has hecho ahora - vio como la rubia se levantaba y la miró extrañada pero cuando la vio aparecer con dos gatitos en sus brazos se levantó enseguida a ayudarla. - Que es esto Denna?
- Una amiga me llamó que su gata había tenido crías y que les faltaba por colocar dos que si los quería. Pensé en que tus hijos el otro día estaban como locos por tener uno y que a los míos se les ha contagiado el deseo- explico con cautela sabiendo que aunque sus sobrinos estaban entusiasmos con un animalito a su amiga no le terminaba de convencer la idea. - antes de que digas nada, hablé con mis padres, desde que se mudaron aquí habían estado pensando en tener uno y hablando con ellos me propusieron que los tuviéramos nosotras y que cuando alguno esté de gira o tengamos unos días ocupados, se lo llevemos y ellos se encargan.
- Denna pero el gato no va a estar de un lado para otro como un loco, tiene que tener su casa- habló con lógica la granadina.
- Y la van a tener, vivimos al lado Vio, los niños van al mismo colegio. Si ustedes tenéis un día de promo yo me paso y viceversa y además Tana en cuanto se entere querrá llevárselos como loca.

Como pasaba el tiempo-KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora