De las locas

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Octubre 2048

Por primera vez después de 3 meses, el ritmo de vida de los hodar Oliver se iba relajando poco a poco. La salida del último single de violeta más su correspondiente promoción y la gira de la menorquina habían coincidido haciendo que los padres de la granadina tuvieran que desplazarse hasta la capital en varias ocasiones para quedarse con sus nietos los días que ambas coincidían fuera de la ciudad.

-que tal mamá? Como va todo?.- preguntó desde tierras valenciana donde tenía que pasar un par de días para unas entrevistas.
- Sin ningún problema cariño. Tienes unos hijos muy buenos- confirmó Susana que no podía adorar más a sus nietos mayores.
- Cualquier cosa Martín y Juanjo están en Madrid vale? Kiki ya llega mañana y yo iré en cuanto acabe aquí en valencia- suspiro agradeciendo que el jaleo de las últimas semanas se estuviera terminando

Los hijos de la pareja ya tenían 18 y 15 años. Se valían por sí mismos pero realmente habían estado casi una semana fuera de casa y tanto tiempo no les gustaba dejarlos solos. Además, si por ellos fuera se morirían de hambre.

Los dos días pasaron y aunque Chiara llegó a casa el día anterior, los abuelos prefirieron esperar a su hija para aprovechar y ver cómo estaba. La menorquina no puso pega ninguna, que su suegra estuviera allí significaba comida hecha y después de estos meses corriendo de un lado a otro agradecía no tener que encargarse de eso.

- Hola?- gritó la pelirroja nada más entrar por la puerta e inmediatamente sonrió al escuchar 5 voces responder felices.- Que bien os veo eh se nota que me habéis echado de menos.- río al ver como todo estaban sentado en el comedor mientras cenaban.
- Siempre te echamos de menos.- se levantó la mayor de sus hijos a darle un fuerte abrazo.
- Y yo más que hasta me preguntaron el otro día si me había divorciado.- la menorquina no pudo evitar una carcajada al recordar esa anécdota y al ver la cara de su mujer quiso contarla en voz alta.- Nada, el otro día vinieron unos medios al concierto y cuando acabe me preguntó que si me había divorciado y si seguía viendo a mis hijos, imagínate la cara que se me quedó.- hizo reír a todos los allí presente con lo absurdo de la situación.
- Luego subimos algo y los dejamos todos locos.- respondió con gracia la granadina.- Papi, mami, gracias de verdad por todo, nos habéis salvado.- hablo ahora dirigiéndose a sus progenitores.
- Mira calla hija que ya nos lo ha agradecido suficiente tu mujer. Además si estos niños mientras les pongas un plato de comida por delante se cuidan solos.- comentó la situación que se había vivido ahí esta última semana y el resto de ocasiones donde los motrileños habían subido a la capital en estos meses.
- Bueno pero gracias, ahora ya tenemos un parón las dos y aprovecharemos para ir a Menorca.- mencionó la granadina ante la cara de sorpresa de sus hijos.

Entre charlas cenaron todos y los padres de la pelirroja comentaron que tenía el tren dentro de dos días por la mañana temprano. Esta se alegró al ver que al menos iba a poder estar un día entero con sus padres y no paró de agradecérselo.

Todos se retiraron hacia sus habitaciones excepto Violeta y Chiara que se quedaron recogiendo todo sin querer abusar más de los padres de la primera. Entre tonteos, risas y mimos que habían echado demasiado en falta, terminaron de recoger y cuando iban a disponerse a salir para ponerse cómodas y ver algo en la cama de su cuarto, el pequeño de la casa llegó con la cara un poco más serie que de costumbre.

- Mamás, ahora que estáis aquí las dos- empezó con timidez frente a las caras de incertidumbre de sus madres.- puedo contaros algo?- preguntó finalmente tras unos segundos de pausa.
- Claro que si, que te parece si te pones el pijama y te vienes con nosotras a la cama y hablamos allí tranquilos?- propuso la granadina al ver con un poco de dudas al pequeño y queriéndole dar unos minutos para organizar sus ideas.

Como pasaba el tiempo-KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora