Como pasaba el tiempo-Kivi

Graves acusaciones

Enero 2054

- Mamá- fue la voz de su hija en medio de un llanto lo que la hizo parar todo lo que estaba haciendo.- Mami yo no he hecho nada de eso.

- Cariño que ha pasado? No he visto nada- se alteró notando como la respiración de su hija se descontrolaba.

- Mami- sollozó incapaz de pronunciar más palabras.

- Dónde estás?- preguntó mientras se ponía los zapatos.

- casa- murmuró en un susurro.

Violeta cogió el coche agradeciendo que su hija tan solo viviese a 5 minutos y aprovechó el trayecto para llamar a su mujer.

- Chiara mira redes- pidió en cuanto vio que había descolgado.

- Que ha pasado? Estoy liada

- Chiara joder mira redes, Cloe me ha llamado con un ataque de ansiedad, voy para su casa- le explicó brevemente sabiendo que había sido suficiente cuando no escucho respuesta por unos segundos.

- FUCK VIOLETA, no tardes en llegar- escuchó alterándose aún más- ha salido una chavala diciendo que la utilizó, le robó dinero y mil cosas más, no lo sé, pero esto no es ninguna tontería.

- Dime qué es mentira Chiara- se ahogó un poco al imaginarse lo que le venía encima.

- Voy para allá pero no he escuchado la entrevista entera solo he visto dos titulares así que imagino que será más gordo.

No era nada nuevo que Cloe Hódar Oliver a sus 23 años tuviera una buena lista de problemas con los medios. Desde que empezó a adentrarse en el mundo de la música los medios se aferraron a ella por ser "la niña de mamás famosas que sale de fiesta". Sin embargo, cuando esto terminó hace un par de años, se habían dedicado a sacar mentiras de ella que, aunque provocaban que la atención se fijara en ella durante un par de horas, no solía llegar a mucho más, por lo que la compositora y cantante lo pasaba por alto.

Pero esto iba más allá, una joven de apenas 20 años había acudido a un programa de puro cotilleo para hablar de Cloe acerca de su etapa de salidas y decir unas cuantas mentiras con el único objetivo de ganar algo de dinero y fama.

Cuando Violeta llegó a casa de la morena había bastantes periodistas en la puerta del edificio, no solo esperando para ver si alguien salía o llegaba, sino que algunos estaban intentando entrar para así poder hablar con vecinos o incluso con la propia cantante. La pelirroja suspiró y sabiendo lo que se venía, salió del coche sintiendo como una ola de gente se le echaba encima. Sin pararse y empujando con cuidado a todo el mundo consiguió llegar a la puerta, pero cuando estaba abriendo con las llaves que les había dado su hija de repuesto una pregunta la hizo girarse.

- Era conocedora de todo lo que hizo su hija?- le pregunto un periodista deteniendo todos sus movimientos.

- Sois unos sin vergüenzas al creeros a una niñata que ha salido de la nada- soltó para después abrir el portal y meterse dentro suspirando.

Subió por las escaleras sin detenerse a esperar al ascensor y abrió encontrándose todo a oscuras y en silencio. Estaba encendiendo la luz de la entrada cuando un sollozo llamó su atención al final del pasillo. Avanzó apresurada sin quitarse el abrigo y angustiada por la situación de su primogénita.

Cloe estaba echa un ovillo en la cama, abrazada al dinosaurio rosa que le había acompañado toda su vida y que ahora decoraba una de las estanterías de su habitación, pero que hoy, en busca de algo de paz, la morena había cogido en un intento de volver a ser esa niña pequeña que se calmaba abrazando su peluche favorito y entre los brazos de su madre.