Como pasaba el tiempo-Kivi

El segundo

Marzo 2033

Eran las 4 de la mañana, y la ausencia de calor le había hecho removerse en busca de su mujer sin éxito ninguno, frunció el ceño abriendo lentamente los ojos y mirando por toda la habitación sin encontrarla. Más aún se extrañó al dirigir su mirada hacia la cuna y ver cómo su hija dormía plácidamente sin enterarse de nada o así fue al menos hasta que el sonido de una arcada le hizo incorporarse rápidamente y correr hacia el baño que había fuera de la habitación, dando a su paso un golpe en la cuna y haciendo que la pequeña se quejara momentáneamente.

- todo a la vez no porfi- susurró acariciando el pelo de la pequeña y consiguiendo que siguiera durmiendo- muy bien así me gusta mi niña.

Dejando a la niña dormida, ahora si, corrió hacia el baño, abriendo la puerta y encontrándose a Chiara apoyada de lado en la mampara y con las manos en el vater listas para serviles de apoyo en caso necesario. Cuando se dio cuenta de que habían abierto la puerta levantó la cabeza mostrando sus ojeras, la cara pálida y los ojos rojos del esfuerzo de vomitar.

- Mi vida porque no me has despertado?- preguntó acercándose y poniéndose de cuclillas a su lado para acariciarla.

- Mañana tienes sesión de fotos y no te quería molestar- respondió moviéndose un poco para apoyarse en el pecho de la granadina.- Me encuentro fatal, de verdad tengo que aguantar esto 9 meses?- lloriqueo acariciando su tripa.

- Lo peor son los 3 primeros pero solo llevas dos semanas así que...si, creo que todavía te queda- le respondió mordiéndose el labio para aguantar la risa al ver el soplido de frustración que soltó.- pero piensa que llevas al hermanito o hermanita de Cloe ahí dentro.- la animo colocando su mano encima de la de la morena.

- Cloe estaba muy bien de hija única no me jodas- se giró con mala cara al ver como su mujer se reía tapándose la boca.- para eso has venido? Para reírte de mí?

- No amor perdón- se disculpó aún con una sonrisa en su rostro- es solo que con las hormonas disparadas estás monísima

- ay vio es que no duermo nada- bufo desesperada.

- Venga ven mi amor, que te llevo a la cama- se puso seria al ver que la morena iba a empezar a llorar y la ayudó a levantarse.- Te cojo o puedes sola?

- Me lavo los dientes y me coges porfi?- pidió con un puchero que derritió a la pelirroja.

- Pues claro que si.- le sonrió dándole un beso en la cabeza y abrazándola por detrás mientras se lavaba los dientes- que suerte tienen Cloe y el bebé de tener a la mejor madre del mundo- le susurró en su oído.

Chiara le sonrió a través del espejo y apoyó su cuerpo en ella mientras terminaba de asearse. Sin Violeta tenía claro que no podría estar haciendo todo esto.

Desde que hablaron de tener otro bebé se habían pensado mucho quien de las dos se iba a quedar embarazada pero igual que la primera vez Chiara había deseado con todas sus fuerzas ver a su mujer embarazada. Violeta le confesó el deseo de verla llevando a su hija/o  y Chiara, que ya estaba medio convencida, terminó de acceder.

Había visto a la pelirroja pasarlo muy mal en su embarazo, sobretodo los últimos meses cuando tuvo que estar en reposo sin moverse, pero después de tener a su hija entre sus brazos, a ambas se les había olvidado lo de las noches en el cuarto de baño, los calambres al andar, el asco a la comida o el no poder comer ciertos alimentos como el sushi, su comida favorita después del chocolate.

Y si a todo eso le sumabas que tenías una hija de dos años, Chiara tenía todos los días que pararse a acariciar su tripa para darse cuenta que si, que merecía la pena, que todo esto pasaría y su pequeño/a estaría con ellas en poco tiempo. Y también merecía la pena por ver como Violeta le besaba la barriga todas las noches susurrando un "buenas noches mi vida" al garbancito o por ver como Cloe, que aún no entendía mucho, se acercaba y posaba sus manitas diciendo "bebé".