Como pasaba el tiempo-Kivi

Incidente I

Febrero 2046

- Estaremos bien, tienes que irte Kiki. - convencía la pelirroja a su mujer- ya tienes todo cerrado y no puedes aplazarlo, la gente te espera. Yo me encargo de ella vale?
- No quiero irme sin saber que le pasa. She's my baby girl. - da igual la edad que tuviera, su pequeña siempre iba a ser su pequeña.

Cloe llevaba unas semanas más distraída de lo normal, sus notas habían bajado considerablemente y su vida se había centrado al 100% en el fútbol. A sus madres les preocupaba más el porqué de todo eso que realmente un número en su expediente académico.

- Lo se amor pero yo estoy aquí, te voy a informar de todo y en cuanto consigamos que hable te llamaré. - la mayor atrajo entre sus brazos a su mujer. Sabía lo que era dejar a sus hijos y si alguno de ellos estaba mal el sacrificio era mucho mayor.

Y así fue, la granadina le llamaba todas las noches para informarle de cómo estaban sus hijos pero realmente la situación no había cambiado mucho. Cloe se encerraba en su cuarto nada más llegar y solo salía para cenar rápido y volverse a meter entre sus cuatro paredes.

Honestamente, a Violeta le estaba sobrepasando la situación, siempre habían tenido muy buena comunicación con sus hijos pero está claro que algo había cambiado y le dolía ver a su hija tan mal y no poder hacer nada.

- Se puede?- preguntó con cautela llamando a la puerta de la habitación de su hijo.
- Claro mamá, todo bien? - preguntó Víctor. Sabía lo que pasaba en casa pero él había optado por ayudar lo máximo posible y callar.
- Si cariño es solo que últimamente estamos muy preocupadas con tu hermana y no te he preguntado mucho qué tal estás y cómo te va todo- removió un poco el pelo del pequeño de ya casi 11 años y se sentó en la cama.
- No pasa nada, es normal. Yo estoy bien y si necesito algo os lo contaría no os preocupéis. - tranquilizo a su madre que con un intento de sonrisa dejó un beso en la cabeza de su hijo y asintió.
- Mommy ha llamado, os echa de menos. Si ahora después tienes un rato la llamamos juntos. - tras ver como su hijo se alegraba y asentía eufórico se dirigió a la habitación de su hija mayor.

Antes de llamar suspiró y cerró los ojos intentando calmar el nudo que sentía en el estómago cada vez que pensaba en la situación de la pequeña. Después de esto, llamó dos veces y tras escuchar "adelante" entró.

- Hola cielo, ha llamado mommy. Tienes después un rato para que la llamemos juntos? Os echa de menos. - informo igual que había hecho con Víctor pero con algo más de cautela sabiendo la posible negativa de esta.
- No puedo, voy a entrenar que me va a recoger Sophie para ir y después volveré cansada y no me apetece. - respondió sin ni siquiera mirar a su madre.
- Cariño mamá lleva sin hablar contigo desde que se fue hace casi dos semanas, te echa mucho de menos. - intento acercarse a la cama donde estaba tumbada la morena pero al ver como se giraba hacia la pared intuyó que no era la mejor opción. - No sé qué te pasa pero si por esa cabeza estás pensando que te voy a juzgar o que me voy a enfadar o lo que sea quítatelo de la cabeza Cloe. Lo único que tanto tú madre como yo estamos es preocupadas, así que cuando quieras hablar ya sabes dónde estamos. - hablo más seria pero con calma intentando dejar en claro lo más importante. Siempre iban a estar para ella.
- Mommy no está y cierra cuando salgas - la pelirroja se quedó clavada en su sitio y sin saber en ese momento que responder se dirigió al salón, cerrando la puerta a su paso.

Violeta se movía inquieta de un lado a otro del salón barajando todas las opciones que tenía. Por un lado, le había prometido a su mujer llamarla cuando tuviera novedades, pero por otro lado, no podía soltarle que su hija estaba así por ella cuando ni si quiera lo sabía a ciencia cierta. Cuando se paró a sentarse en el sofá con el móvil entre sus manos vio a su hija salir con la bolsa de entrenamiento.