LOS ZHETAS © [LGBT+]

𝐗𝐗𝐈𝐗

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Narrador Omnisciente.

El sonido del timbre captó la atención de un rubio.

Al desviar la mirada de la pantalla de su móvil, Dannie oyó cómo se abrían las puertas del ascensor. Entró y pulsó el botón del piso 12. Las puertas estaban a punto de cerrarse cuando una mujer las detuvo.

Dannie observó cómo ella ingresaba al ascensor y lo saludó, a lo cual él respondió cortésmente. Luego, volvió su atención al móvil, accediendo al chat con sus amigos. Hoy no asistiría a CNS, por lo que inventó que se quedaría trabajando hasta tarde...

La mujer escuchó el sonido que producía el teclado del iPhone de Dannie y lo miró de reojo. Recordando lo que había visto y ahora con la oportunidad de hablar con Dannie, decidió superar su temor y dijo:

—Perdona, chica, pero quisiera hacerte una pregunta. ¿Vive un chico de color en tu apartamento?

—Sí, es mi novio. ¿Hay algo que necesite de él? Puede decírmelo a mí —mintió Dannie, bajando sus lentes y examinándola de arriba abajo con una mirada poco amigable.

Al escuchar su voz, la mujer se percató de que Dannie es un chico homosexual, y no una modelo como había supuesto. Sin embargo, eso no le importó, tranquilizandose al saber la información sobre su apartamento.

—No es nada, solo que me asusté. Pensé que había alquilado en un lugar peligroso, ya sabes.

Dannie, por primera vez, se encontró sin saber qué decir o pensar ante las palabras de la mujer. Escuchó cómo el ascensor se detenía en un piso y la observó salir mientras se despedía con un gesto.

Las puertas estaban a punto de cerrarse cuando la mano de Dannie las detuvo. Estuvo a punto de salir del ascensor para seguirla; no obstante, decidió no dejarse llevar por la ira, presionando el botón de su piso varias veces consecutivas.

Guardó su móvil en el bolso y, aprovechando que el ascensor aún no contaba con cámara, llegando una idea a su mente.

Al llegar al último piso, salió del ascensor y caminó hasta una de las puertas negras, colocando la clave para ingresar al penthouse de Kreighton. Inhaló el aroma de un perfume masculino en la casa, cambiando ligeramente su estado de ánimo por breves segundos. Juraba que, de no ser por el comentario de esa mujer, su ánimo seguiría muy alto.

Estar en su trabajo lo hacía sentirse maravilloso; aprendía de directores de videos musicales expertos y utilizaba los conocimientos que su padre le había aportado para convertirse en un gran director, siendo su ejemplo a seguir.