Capítulo 37

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Samuel notaba la tensión en la mansión. Tobías no parecía entrar en el terreno, pero sabía que el anciano había torturado a dos guardias en la ausencia de la noche. obviamente lo había hecho buscando al informante y esos dos guardias habían faltado a sus turnos lo que lo llevó a interrogarlos, nada grave había sucedido, mantenían su salud física más allá que unos golpes feos en la cara y el cuerpo.

Cuando le entregó las fotos, Igor se mostró molesto, pero mando a llamar al muchacho descubriendo que no se había presentado a su turno. Era deducible que intentaría escapar, pero difícil que lo lograra. El día estaba siendo muy pesado, pero con el objetivo claro ya no había porque mirar con desconfianza a todo el que se moviera en la casa. Eso era un alivio para Samuel y esperaba que para Tobías también. Los dos hombres cercanos de Toby fingían llevarse bien frente a ellos, pero Samuel notaba la tensión con la que se miraban, como si se detuvieran mutuamente de golpearse cada vez que estaban cerca.

Nikolái le escribió varias veces en el día pidiendo información, que lo mantuvieran al tanto de todo porque había llegado Luka Petrov a pedirle como favor que viera por el testarudo viejo.

Un apretón en su trasero lo sacó de las nubes y miró a Tobías que fingía prestar atención a un libro en sus manos. Estaban sólos en su despacho, había llevado su laptop para trabajar tranquilo y hacerse compañía. Soltó el teléfono y tomó asiento frente a esta.

-¿Con quién hablabas? -Preguntó Tobías soltando el libro acercándose más a él.

-¿A qué viene el interés? .La mano de Tobías presionó su pierna y Samuel sonrió concentrándose en su computadora.

-Curiosidad. -Su mano subió un poco más alcanzando la entrepierna y acariciando la zona en círculos lentos. - ¿Tiene curiosidad? -Preguntó muy cerca de su oreja y llevó la mano izquierda de Samuel a su abultado pantalón.

-Tobías. -Samuel cerró su mano en un puño y lo miró fijo. Mordió su labio guardándose las palabras y se puso de pie. -Yo ya terminé aquí -Dijo cerrando la laptop y recogiendo los papeles.

Tobías Lo miró moverse delante de él y de un tirón en la cintura lo sentó en su pierna derecha.

-¿Qué pasa? -Su voz sonó grave y estaba serio. -¿No te puedo tocar? -Samuel continuó mirando al frente, sabía que si volteaba lo besaría.

-Tengo algunas dudas. -Se sinceró poniéndose de pie nuevamente.

-¿Con respecto a qué? -Tobías lo miraba curioso y divertido.

Samuel dejó los papeles nuevamente en la mesa y se cruzó de brazos frente a él. Aquello parecía gustarle puesto que abrió aún más sus piernas y se recargó en el sofá.

-Te escucho.

Samuel había estado con muchas mujeres, era un sujeto que se enamoraba rápido, pero perdía el interés a la misma velocidad, por lo que había estado con muchas sosteniendo relaciones sin etiquetas. Jamás había preguntado que buscaban en una relación o ese tipo de cosas. Extrañamente desde que había comenzado este juego con Tobías no dejaba de cuestionar las intenciones del otro, pero no sabía como preguntar sin sonar tonto.

-¿Que quieres? -Escondió sus labios y miró rápido la ventana regresando a Tobías que seguía manteniendo aquellos ojos azules en él.

-Lo que veo. - Mordió su dedo índice y escondió la risa divertida al ver la cara de Samuel. -¿Tú?

-¿Yo? -Negó con la cabeza. -No me refería a eso, puedo darme cuenta por mi mismo que quieres... Tobías. -Sus mejillas se pusieron rojas sin poder contener la vergüenza.- Yo nunca estuve con un hombre, lo siento, pero ... -Tobías abrió los ojos sorprendido ante aquello y no pudo ocultar la risa.

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