Capítulo 44

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Tobías miró su muñeca calculando la hora que debía correr en Rusia. Odiaba hacer esto por medio de un teléfono, pero no tomaría una decisión sin consultar, se lo debía por ser siempre un pilar para él, deseaba saber su opinión respecto a tal ascenso.

Esperó los tonos hasta que la voz de Serguéi se escuchó por el otro lado. Suspiró, pero decidió no molestarse. 

-Asegura la línea. -Pidió tomando asiento en el sofá, Samuel estaba frente a él ocupado con la laptop, pero notaba las mirada que le daba. -¿Listo? hora pasame con el dueño del teléfono.

La voz de Vincent sonó en el aparato y Tobías se puso de pie comenzando a caminar en la habitación mientras el mayor lo ponía al día con algunas cuestiones de la mansión.  

-Vincent. -Llamó para que el otro callara. -Tengo algo que proponerte, consultarte y por más que me gustaría hacer esto en persona, me veo en la obligación de que sea por este medio. -Chistó un poco molesto. 

-¿Está todo bien allí?- Se notaba un poco preocupado por lo que pasó a contarle todo lo sucedido en la mañana, lo dicho por Vladímir y cómo sería su trabajo de ahora en adelante en caso de que aceptara, de las cosas que se haría cargo y el puesto que ocuparía. 

El silencio del otro lado de la línea era entendible, muy raras veces escalabas en la jerarquía de la Bratva y esto tomaba por sorpresa a cualquiera. 

-Vincent ... -Llamó cuando el silencio se propago por mucho tiempo. 

-Sí es una petición del Opekun, aceptaré las nuevas tareas con mucho agradecimiento. -Tobías sonrió complacido, no era lo que esperaba, pero había dicho Opekun, no Vladímir Boryenka. 

-Estás en tu libertad de rechazar la propuesta, eres uno de mis hombres y si no es tu deseo yo me ocuparé de defenderte en la mesa. 

-No  podría hacer eso. -Escuchó un gran suspiro del otro lado. -Me gustaría pensar todo con detenimiento, pero encargarme de estas tareas me da la oportunidad de apoyarte y serte de más utilidad, no puedo negarme. 

Tobías se detuvo frente al ventanal del balcón y sacó un cigarro saliendo al exterior. 

-¿No es por un poco de deseo de subir el escalón? -Preguntó con tono burlón. 

-En este mundo el avaro no termina bien. Por eso acepto lo que se me da, aunque no crea ser merecedor. 

-Nadie puede merecer nada más que Vincent... Muchas cosa van a cambiar. -Dijo pensativo. -No creo que Serguéi sea un buen compañero como tú. 

-Me encargaré de entrenarlo para tí. -La forma tan segura en que lo dijo le provocó una gran carcajada a Tobías. 

-Te lo dejo encargado entonces. -Dijo burlón sabiendo que sería imposible, llevaban más de seis años trabajando bajo el mismo techo y Serguéi jamás había hecho caso, o mostrado respeto por Vincent como superior de él. Siempre lo molestó como si fuera un compañero del colegio. -Muero por ver los trucos que aprenda antes de que regrese. -Se burló otra vez desconociendo que del otro lado Serguéi estaba al tanto de la llamada. 

-Sólo bromeo. -Secó la lágrima que se le escapaba por tanta risa. -Serguéi es un buen tipo, estoy seguro que en tu ausencia será el primero en esforzarse por que no se note tu falta. 

-Es alguien muy capaz. -Aseguró Vincent y Serguéi se mostró arrogante por el reconocimiento. -Tiene que corregir su comportamiento despreocupado, pero cuento con él para que sea un apoyo. 

La mirada seria que Serguéi le dio no fue una sorpresa. Vincent sabía, siempre supo que esa personalidad graciosa y molesta era una fachada, no sabía con qué objetivo siempre se mostraba despreocupado, pero ahora creía poder entenderlo un poco, esperaba que comenzaran a ser más cercanos ahora en adelante. 

***

-¿Porqué está siempre con el tío Sam? - Sasha inclinó su cuerpo hacia adelante con el cuidado de no sobresalir tanto del marco de la puerta, estiró el cuello espiando a su hermano Tobías cuando la mano suave de Sam le tiró de la ropa.

-No deberías espiar a los adultos. -Sasha estaba por quitarle importancia cuando una voz gruesa sonó detrás de él poniendo la piel de gallina. 

-Tiene razón, no debes oir conversaciones a escondidas, Sasha. 

-Ah. -La sorpresa en su rostro le causó mucha gracia a Tobías, pero disimuló como pudo y cubrió su boca desviando el rostro cuando sonrió inconsciente. -¿Cómo sabes? -Los ojos del pequeño brillaban encantados, detrás de él, Sam también estaba atento aunque parecía tímido.  

"Es por eso" pensó Tobías al darse cuenta, Sasha parecía muy feliz sólo porque había adivinado que era él, bueno no había adivinado... Él lo había reconocido. 

-¿Cómo se que? -Fingió no darse cuenta. -Bueno, marchese a jugar en otro lado, estamos muy ocupados. -Samuel se mantuvo al margen cuando los ojos del pequeño se dirigieron a él buscando ayuda. 

-¿Cuando te vas? -Tobías se sorprendió y volvió a girarse en su dirección. Notó a Sam tirando de la remera de su hermano porque relajó su expresión, tomó asiento en el sofá de la habitación y con la mano les indicó que entraran. 

Sasha sin dudas era el bebé que había nacido primero, fuerte, decidido y un poco atrevido diría él. Recordaba a Sam, él había pasado varios días con ayuda respiratoria y su tamaño al nacer era mucho más pequeño que el de su hermano. Sus nombres eran preciados regalos por parte de las mujeres que habían dado su vida por la Bratva. ¿Que había estado haciendo él cuando llegaron a la casa? ¿y durante su primera noche? No lo recordaba, y se había marchado muy rápido, pero podía reconocerlos no sabía en que se guíaba simplemente lo notaba. 

 -¿Por Qué preguntas cuando me marcho? - Ambos niños se acercaron, pero por más que Tobías les indicó que tomaran asiento, Sasha se mantuvo parado y su hermano igual, aunque ya no se escondía detrás de él ni sostenía su ropa. 

-Porque quiero saber. -La respuesta tan básica provoco que Tobías enarcara una ceja. -Y porque queremos pasar tiempo divertido con e hermano Tobías, .Se corrigió sonriendo dulce. 

obviamente era una sonrisa compradora, pero no se dejaría. Samuel en cambio ya estaba derritiendo por la fila de dientes. 

-Tiempo divertido... no soy divertido, pero pueden acompañarnos aquí. -Ambos ya estaban saltando de emoción cuando levantó un dedo indicando que había na condición y ambos niños se pusieron atentos. -Sólo tengo una condición, no interrumpan y tampoco interfieran en conversaciones de adultos, si quieren hablar pueden tocar mi mano para hacermelo saber. 

Sasha pareció molestarle, como si fuer algo obvio que no necesitaba aclarar a un niño grande, Sam por su parte se acercó y dejó su mano sobe su palma. 

-¿Sí? -Preguntó cuando el niño simplemente sonrió sin decir nada. 

-El hermano Logan nos dijo que te gusta leer mucho. -Tobias asintió aunque hacía mucho no tomaba un libro en sus manos. -¿Cúal es tu libro favorito? -Trató de recordar sus lecturas. 

-Muchos de los libros que leí están en la biblioteca de esta casa. Busca al autor Ken Follett, cualquiera de sus libros pueden ser fácilmente mi favorito. 

-¿Cual es tu actividad favorita? -Preguntó también Sasha. Tobías miró a Lovedek que parecía disfrutar de la situación. 

-¿Actividad? Correr con mi perro, supongo. -Respondió sin saber que más decir que no fuera acosar al hombre a su lado. 

-WOW¿tienes un perro? -Sasha saltó hacia adelante emocionado.

¿Cómo se llama? 

¿Que clase de perro es? 

¿Corre muy rápido? 

-¿Porque tantas preguntas? Se llama Rengo, es un Rottweiler y sí, corre rápido. -Tobías comenzó a responder a todo que sin darse cuenta había hablado en ruso. 

-Tú hablas gracioso. -Dijo Sasha cubriendo su boca, los niños también manejaban un buen dialecto ruso que tomó por sorpresa a Tobías. 

Mica-Fuera.






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