Listo para amar

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Una semana tardaron en regresar al lugar de su primera cita a recoger sus cerámicas.

Cada uno la guardo en su respectiva bolsa y fueron hasta las habitaciones de la universidad para hacer una cursilada, sugerida por Jungkook.

¡Hasta compraron pinturas en una papelería y cartulina!

Todo, para hacer tarjetas para sus regalos.

Y Seokjin, estaba encantado, aunque no lo dijera.

Iban a tener una cita en un restaurante italiano, porque Jungkook había dicho que le haría sentir como en un drama de los que solían ver.

—He terminado. Mi tarjeta, es la mejor. Ahora sí, me iré a cambiar para que tus ojos no dejen de mirarme.—Dice Jungkook mientras mete la tarjeta en la bolsa y guiña a Seokjin.

—Seguiré con la mía. —Dijo Seokjin cubriendo de que no la viera Jungkook, para luego esconderla bien y cambiarse también.

Y lo cierto es que Seokjin estaba tremendamente feliz. Una felicidad que no creía que podía sentir. ¿Plenitud? Seguramente.

Si me hubieran dicho que esto se siente tan bien...probablemente lo hubiera dudado.

Piensa cuando salen de la habitación y Jungkook toma su mano para meterla en su bolsillo por el frío.

[...]

Estaban sentados haciendo la sobremesa después de cenar, decidiendo a donde ir a tomar algo.

—El sitio al que quería ir esta cerrado porque unas celebridades lo reservaron.—Dice molesto.—De verdad quería ir ahí.

Se le nota frustrado, y también molesto, lo que hace que Seokjin sonría.

—No seas gruñón. ¿Sí? Podemos ir a cualquier sitio.

—Quería que fuera especial. ¿Y si posponemos entregar las cerámicas?

—No. De verdad quiero dártela ya.

Jungkook asiente y busca otro sitio, a dos cuadras de donde están, el lugar es conocido por estar inspirado en los cerezos en flor, y que suelen tener música en vivo. Es un lugar bonito, pero tal vez, un poco cursi para una pareja gay en la que ninguno de los dos aparenta gustarle las cosas 'tiernas'.

A Jungkook no le importa mucho verse fuera de lugar, pero tiene la impresión de que para Seokjin podría ser demasiado.

—Sea lo que sea que estes pensando, no te preocupes. —Abre la puerta y Jungkook clava la mirada en su acompañante quien luce sorprendido por los paredes rosa palo, el mobiliario beige , las flores de cerezo que cuelgan de algunas paredes y los farolillos. —Woah, increíble.—Dice bajito y saca su móvil para hacer una foto, lo que sorprende a Jungkook y a la vez lo tranquiliza.

—Mesa para dos, por favor.—Dice Jungkook al hombre que se les acerca.

—Síganme.

—Creo que no lo sabes...pero me gusta el rosa.—Dice Seokjin después de tomar una foto a sus postres y bebidas.—El rosado y también el celeste...

—¿Enserio? Te hacía un chico más de color verde bosque o beige.

Seokjin se ríe.

—Has visto mis mantas y almohadas, son celestes o blancas. Pero a ti te gustan los colores oscuros.

—Así es.—Dice Jungkook.—Pero me compraré una camisa rosa para nuestra próxima cita.

—¿Por qué harías eso?

Oculto & Amado | JinKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora