Pelirrojo en llamas³ - Chanin

5 - Quiero mimarte

Seonghwa

No dejaba de pensar en mi madre, no puedo creer que tenga cáncer, estoy preocupado, triste y confundido porque en el fondo sigo sintiéndome resentido con mis padres porque ellos me quitaron su apoyo solo por mi orientación lo cual me hizo guardar un rencor que no es para nada sano.

— ¿Puedo pasar? — pregunto Sunno desde la puerta.

Me sorprendí por su presencia, pero al mismo tiempo me alegré, ese pelirrojo me hace sentir tranquilo.

— Claro ¿Cómo te fue en el trabajo? Por cierto la chaqueta te queda muy bien hasta diría que te ves tan guapo como yo — le guiñe el ojo para molestarlo.

Este rodó los ojos y comenzó a mirar mi consultorio con curiosidad, ya había terminado las citas que tenía programadas para hoy solo estaba esperando que Mingyu viniera por mí para tomar algo y buscar algunos chicos con los que podamos pasar la noche.

— Mal, me peleé con el Jeongin y quiero arreglar las cosas... en serio me agrada ese chico — admitió mientras caminaba por el lugar.

Sunno es una persona que siempre quiere ser el héroe de alguien lo sé porque con Félix se comportaba de esa manera siempre hacia todo lo que estuviera a su alcance para verlo feliz así como estuvo conmigo cuando lo necesitaba.

— ¿Por qué tanto interés en ese chico? ¿Te gusta? — pregunté acercándome a él.

Negó de inmediato.

— Para nadie es un secreto que aún no superó a Félix, los demás chicos no causan interés en mí así que si decido tener algo con alguien será alguna chica — dijo con sinceridad.

Lástima, seguro tendría a muchos chicos detrás de él.

— Ven acá — le pedí que se acercará a mí, la diferencia de altura entre nosotros se hizo notar cuando estuvo lo suficiente cerca a mí — Las cosas se resolverán con ese chico así que anímate — lo jale hacia mí y lo abracé.

Este se quejó del abrazo, pero no se separó de mí.

— Me estás tratando como un niño — exclamó con burla estando a pocos centímetros de mí.

Nuestros rostros estaban tan cerca que podía apreciar las pecas y lunares que decoraban su rostro.

— No lo hago solo quiero mimarte un poco ¿No quieres? — cuestione afirmando mi agarre en su cintura.

Este negó y dejó caer su cabeza en mi pecho.

— Si quiero, pero a la vez no quiero... no sé solo has lo que quieras — expuso.

Sonreí ante su repentina sinceridad, pero el momento agradable no duró mucho porque Mingyu llegó a interrumpirnos.

— Lo siento hermano no sabía... que estabas ocupado — dijo Mingyu en tono juguetón.

Miro a Sunno de arriba a abajo lo cual no me gustó porque conozco esa mirada, siempre hace eso cuando quiere llevarse a un chico a su cama, y si yo soy un poco libertino, pero Mingyu es un mujeriego de primera. No deje que Sunno se separara de mí, lo abrace con más firmeza.

— Estamos ocupados, pero no de la forma que piensas, Sunno él es Mingyu... — el pelirrojo me interrumpió.

— El famoso jugador de basquetbol, la mamá de Jisung no se cansa de hablar de lo atractivo que es, pero realmente creo que los medios saben cómo hacer ver guapo a alguien que es muy... común — dijo Sunno con arrogancia.

Adoro a este chico, Mingyu se sorprendió claramente porque no está acostumbrado a no ser el centro de atracción.

— ¡Auch! Eso dolió, pero podría demostrarte lo contrario — propuso Mingyu dispuesto a cumplir el reto de seducir a mi amigo.

Claro que no lo harás.

— Ni lo pienses — expuse con seguridad.

El celular de Sunno sonó lo cual lo hizo separarse de mí, extrañe la sensación de tenerlo en mis brazos.

— Es papá tengo que contestar, ahora vengo — me avisó el pelirrojo antes de salir del consultorio.

Mingyu se lo quedó mirando de forma descarada así que le pegue en el estómago con la suficiente fuerza para quitarle los pensamientos sucios de su cabeza.

— No lo mires como lo haces cuando quieres cogerte a alguien, a él no — le ordene.

Mingyu es mi amigo desde la universidad, aunque prácticamente solo nos vemos o nos reunimos para ir en busca de chicos, eso es lo único que tenemos en común.

— ¿Por qué? No me digas que te gusta... — lo volví a golpear.

¿Es pendejo? Claro que no Sunno es como un hermano para mí, lo quiero mucho y me preocupo por él como lo haría por Félix o Jisung.

— Es importante para mí, no como un chico de una noche, es más que eso así que no le pongas un dedo encima — lo amenacé.

Sé que Sunno no caerá en los encantos de Mingyu, pero igual no quiero que Mingyu este encima de él buscando lo que no se le perdió.

— Como tú digas hermano, pero es una lástima porque tenía ganas de verlo gemir debajo de mí — expuso resignado.

Otro golpe, pero esta vez en la cabeza, no ensucies la imagen de mis amigos con tu calentura.

— Ni en tus sueños ni en tu mente, piensa en cualquier otro, y lo de la salida de hoy se cancela — dije decido.

Quiero animar a Sunno, lo llevaré a la playa para que conozca un lugar bonito y agradable.

— Estás violento hoy... nunca te había visto así de posesivo, cuidado y te enamoras — se burló de mí.

Es cierto que nunca me había molestado que él se metiera con conocidos míos ¿Pero por qué la idea de que corrompa a Sunno me molesta? Supongo que es porque no quiero que nadie juegue con las personas que me importa.

— Es mi amigo no te hagas ideas locas en la cabeza — le pedí.

Mingyu se acercó a mí.

— ¿Ideas locas? El pelirrojo tal vez no sea el tipo de chicos afeminados que te gustan, pero tiene lo suyo, si fuera tú no dejaría escapar la idea de tenerlo en la cama seguro debe verse bien debajo de cualquier — expuso de forma vulgar.

Imaginar a Sunno en mi cama... no, no puedo, siento que es algo que no puedo hacer, si es indudable el atractivo de Sunno, pero no sería capaz de jugar con él cuando lo único que quiero es que sea feliz y encuentre su camino porque me importa mucho.