24 - Si yo te ordeno algo obedeces

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‼️ ADVERTENCIA: ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS FUERTES ‼️

James

Desde que nací mis padres me enseñaron dos cosas, la primera es nunca juntarte con alguien que tenga los bolsillos vacíos y segundo nunca ser menos que nadie. Con eso crearon a un niño competitivo que creía que todos lo que no tuvieran dinero tenía que obedecerlo hasta que conocí Sangha el hijo de la cocinera de la casa.

— ¿Qué haces con mis juguetes? No los toques la gente como tú solo llenara el lugar de pulgas — dije con rabia al ver que el hijo de la cocinera se atrevió a tocar los juguetes de mi cuarto de regalos de papá.

Mis padres me enseñaron a como tratar a este tipo de personas que a la mínima oportunidad roban cosas de tus casas porque no tiene nada en la suyas.

— ¿Pulgas eres bruto? Los seres humanos no tenemos pulgas en todo caso serían piojos — me explico el niño que era más alto que yo mientras se acercaba a mí.

Trate de disimular mi miedo porque mi padre me ha enseñado a qué no tengo que llorar como Wonyoung, tengo que ser hombre de la casa, fuerte y seguro porque algún día me encargaré de la empresa de papá.

— ¿Cómo te atreves a llamarme bruto? En verdad no sabes con quién te metes, me iré a buscar a mi madre para que despida a la tuya por... — este no me dejó terminar y me agarró del cuello apretando esa zona haciendo que el aire le faltará a mi cuerpo.

Comencé a pegarle para qué me soltará, pero él era más grande que yo.

— Si te atreves hacer eso, haré cosas peores que esto ¿Entendiste niño? — me amenazó antes soltarme.

Me arrodillé en el suelo abrazándome a mi mismo tratando de recuperar el aire.

— Vendré cuando se me dé la gana y harás lo que te digo ¿Entiendes o te lo dibujo? — exclamó mientras cogía uno de mis juguetes y lo rompía.

No me atrevo a contradecirlo solo comencé a llorar y abrazarme a mi mismo aterrado. A partir de ahí entendí que el dinero no te daba el poder suficiente para defenderte, Sangha creció y su ira también, al principio era golpes, pero luego todo se volvió más turbio cuando en la escuela conseguía mejores calificaciones porque los profesores tenían favoritismo conmigo, me elegían a mí y no a él porque yo era de la familia adinerada así que delante de todos aparentaba amabilidad y tranquilidad, pero cuando llegamos a mi casa me amarraba a la cama sin comer o me obligaba hacer cosas vergonzosas para herir mi orgullo y si me negaba me golpeaba hasta perder la conciencia.

Estaba aterrado y no podía pedir ayuda mis padres nunca estaban en casa y mi hermana simplemente me odiaba prefería irse a coger con un desconocido que hablar conmigo. Estaba solo y no podía pedir ayuda sin que los demás me juzgaran por no tener la suficiente fuerza y defenderme.

Lo único que me hacía sentir confiado era ver un partido de Mingyu, el mejor jugador de basquetbol de los tiempos por alguna razón desde pequeño verlo a él jugar me daba la esperanza de que algún día haré lo que se me dé la gana y tendré la valentía de enfrentar a Sangha. Ver las entrevistas de Mingyu en la televisión y las de revistas se volvió mi pasatiempo tenía fotos de él en toda mi habitación y practicaba mucho en la cancha para ser el mejor aún cuando mi estatura no es la del promedio.

Soy realmente su fan #1, pero nunca he tenido la oportunidad de conocerlo porque mis padres detesta que estén en lugares como esos porque hay mucha gente corriente, pero de igual forma estoy metido en sus grupos de fans en las redes sociales para estar al pendiente de lo que hace y lo que no aunque una parte de mí desea verlo en persona aún sea de lejos y decirle lo mucho que lo admiro.

Por eso cuando la zanahoria esa, vino a proponerme un trato para que dejara de molestar al cerdo ese me sentí feliz porque podré conocer a Mingyu, por mí no hay problema en dejar de molestar a Jeongin porque realmente no disfruto mucho haciendo eso, pero Sangha me obliga comportarme así y si no lo hago yo pago las consecuencias, realmente quiero escapar de él, pero tengo miedo porque nos sé que me puede hacer.

Pero algo se me ocurrirá dejaré de molestar al cerdo y conoceré al hombre que más admiro y me ha animado cuando más triste y solo me siento.

— Te conoceré y te diré todo lo que tanto he deseado — le susurré a mi póster de Mingyu.

Una risa se escuchó desde la puerta y sin querer retrocedí tratando de mantenerme lejos de Sangha, mi cuerpo aún no se recuperaba, me amarro y me obligó a usar ropa de mujer mientras se masturba el pervertido ese, en serio me da asco y miedo a la vez.

— Das pena, entiéndelo que nunca conocerás a ese tipo — expuso mientras se acercaba a mí para agarrarme de barbilla con fuerza — Hasta pareces marica teniendo tantas fotos de ese tipo ¿Dime acaso te gusta? — me preguntó antes de abofetearme.

Baje la cabeza y me toque la mejilla tratando de no romper en llanto.

— No-o...me gusta-a — dije antes de que este jalara de mi cabello para que lo viera a los ojos.

Tenía miedo, mi cuerpo temblaba y mi estómago dolía. Quiero vomitar.

— Habla bien — me ordeno — Arrodíllate — me pidió mientras se acercaba a la puerta y la cerraba con seguro.

Solo quiero desaparecer, esconderme en un lugar donde él no me pueda encontrar.

Me arrodillé tratando de evitar un golpe más de su parte, soy débil y mi cuerpo está cansado de tanto golpe.

— ¿Qué le dijiste al pelirrojo ese? — me preguntó mientras se acercaba a mí.

No te lo voy a decir, no me vas a dañar esto. Veré a Mingyu aunque sea lo último que haga.

— Ya te dije me dijo que retirara los... — me abofeteo nuevamente.

Mis mejillas dolía y ardía.

— Mientes, si no me dices la verdad te haré pasar muy mal — me amenazó.

No voy a perder la oportunidad de cumplir el sueño de ver a Mingyu, por una vez no me importa que me golpees.

— Golpéame todo lo quieras, pero es la verdad — mentí con seguridad.

Sangha se rio ante mi comentario y comenzó a quitarse su cinturón ¡Mierda, no otra vez! La última vez que me golpeó con él no pude levantarme en dos semanas sin sentir mi espalda arder.

— No te golpearé está vez te voy a volver hombre — comenzó a decir antes de bajarse los pantalones lo cual me asusto más — Chúpalo — saco su pene de su bóxer y lo colocó en mi cara.

Me negué ¿Qué mierda tiene en la cabeza? Prefiero que me golpee.

— No lo haré, busca a tu novia — dije molesto alejando su cosa de mí.

Este me pateó en el estómago haciéndome quejar en el suelo.

— Si yo te ordeno algo obedeces — sus palabras venían acompañadas de patadas que me dejaban en el piso retrocediéndome del dolor — Hazme caso James o te irá muy mal — me amenazó.

Comencé a llorar y con la poca fuerza que me quedaba en el cuerpo me arrodille correctamente y dejé mi dignidad en el suelo deseado que una piedra acabará con mi existencia.

Metí su asquerosa cosa en mi cabeza deseado que alguien llegara y me salvará de este monstruo, mis lágrimas no dejaban de salir de mi rostro tratando de no pensar en el sabor que acompañaba su pene horrible. Quiero vomitar y morir ahogado con mi propio vómito.

Este me detuvo y simplemente comenzó a empujar mi cabeza en su pene sin importar que me estuviera ahogando con pene que sabía a mierda. Trate de pensar en el día que conozca a Mingyu para sentirme menos sucio conmigo mismo hasta que él se corrió en mi boca y me dejó ahí tirado como basura mientras él se acomodaba la ropa para seguir fingiendo que es un hijo ejemplar con excelentes nota y que además es buena persona.

Lo odio, lo odio más que a nadie en el mundo pensé antes de escupir su semen en el suelo y dejarme cae en el suelo sintiéndome alguien asqueroso.

Pelirrojo en llamas³ - ChaninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora