21 - Detrás de abusador siempre hay otro

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Decidí ir a buscar a Jeongin a la escuela para aprovechar y hablar con el narizón, venir a un instituto me hizo recordar que a diferencia de muchos yo terminé esta etapa de forma virtual porque me aterraba un poco tener que experimentar más cambios extremos. No quiero pensar en escuela o universidad, quiero evitar ese tema un poco más. Le hice señas a Jeongin cuando lo vi y este de inmediato se me acercó.

— Hola — me saludo.

Le devolví el saludo y busqué con mi mirada al narizón y para mi mala suerte no lo encontré.

— ¿Y el narizón? — pregunté.

Mi plan es simple, buscar al tipo proponerle el trato y así sacarlo de la vida de Jeongin y en caso de que se niegue tengo un plan b que es más agresivo.

— Tiene que estar en la cancha de básquet, vamos yo te llevo — dijo Jeongin mientras me pedía que lo siguiera.

Después de la vaciada de estómago que tuvo ayer hoy se veía un poco pálido y con más ojeras, no le reproche nada porque el mismo se disculpó de su comportamiento apenas se levantó.

— Aprovechando la caminata explicame a lo que me voy a enfrentar a hablar con el narizón — le pedí.

Tengo que conocer a mi enemigo.

— James no es tan malo como parece... él es un poco agresivo, pero solo se deja llevar por lo que Sangha le diga, son amigos de la infancia y desde que nos toca clases juntos he visto que James hace todo lo que él diga — comenzó a explicarme Jeongin —  Sangha fue el que se copió en el examen y yo lo delate porque no era justo, pero luego James se echó la culpa por Sangha para salvarlo lo cual volvió el tema más grande porque los papás de James tienen mucho dinero — me informo.

Claro que deben tener dinero, cuando conocí a Jeongin me di cuenta de eso porque nos mandaron a nosotros a la cárcel mientras a ellos los dejaron libre.

— ¿Sabes algo más que podamos utilizar en su contra? — le pregunté.

Jeongin me detuvo y miro a nuestro alrededor antes de decir algo.

— Hay algo raro que he notado en él, a veces tiene marcas en el cuello, manos y piernas como de golpes o ataduras... las oculta muy bien y siempre responde cuando los profesores le pregunta que solo son golpes de pelea, pero no sé no creo — susurro para que solo yo lo escuchará.

Me detuve a pensar, había muchas opciones para explicar lo que puede pasar.

— Una opción es que tenga padres abusivos o que tenga alguien conocido que lo haga... igual no dejemos la idea en caso de que este no deje de molestarte — explique.

Le pediré a Minho que me ayude a investigar eso, aunque lo que me suena más probable es que tenga un padre abusivo.

— Solo no sea tan malo con él en el fondo sé que no es tan malo... — lo interrumpí.

— No lo defiendas, detesto que los demás justifiquen las acciones de los demás — le pedí.

Sé que detrás de una persona abusiva siempre hay otra y lo más probable es que este chico también la este pasando mal, pero... nada justifica que utilice su odio en contra de alguien.

— Es aquí, yo te esperaré aquí para evitar más problema — dijo Jeongin nervioso.

Asentí porque es lo mejor, si esto se vuelve una pelea sin sentido al menos no tendrá que cargar con la responsabilidad. Entre a la cancha de basket apreciado las instalaciones que estaba relativamente vacías, ya que en la cancha se podía apreciar al tipo narizón jugando solo.

— ¿Qué haces tú aquí? — pregunto el chico molesto.

No más violencia o rabia trata de ser racional y solucionar las cosas.

— Tranquilo calma esos puños que no vengo a pelear, al menos no hoy — dije de inmediato cuando esté apretaba sus manos.

Observe sus manos y me asombre un poco a notar que en sus manos había marcas como...de cuerdas, este al ver que miraba sus manos las coloco detrás de su espalda. ¿Y si este chico necesita ayuda? Odio cuando tengo este sentimiento de querer salvar a las personas.

—  Zanahoria mejor vete de ahí a cogerte a mi hermana o al cerdo ese, pero no me moleste — me pido con fastidio.

¿Espera cómo sabía que su hermana y yo...? Mi poca preocupación desapareció al escuchar el apodo que le tenía a Jeongin.

— No le vuelvas a decir a Jeongin así — le pedí con rabia, respire tratando de controlar mis impulsos — ¿Y cómo sabes que me cogí a tu hermana? — pregunté.

James se alejó de mí para coger la pelota que estaba en el suelo.

— Yo estaba el día que te fuiste con ella y otro hombre al cuarto... en fin no me interesa ese es problema de Wonyoung si quiere abrirle las piernas a tipos como tú... habla antes de que pierda la paciencia y di lo que tengas que decir no voy a pelear de nuevo contigo por culpa del cerdo ese — expuso antes de tirar la pelota en la canasta.

No me di cuenta del narizón esa noche, pero en fin no vengo hablar de Wonyoung.

— Primero se llama Jeongin y segundo quiero negociar contigo para que dejes de molestar a mi amigo — dije de forma directa.

James se acercó a mí con una sonrisa burlona y me tiró el balón en el pecho haciéndome enojar.

— ¿Y qué tienes tú que yo quiera? Mírate eres un pobre de hambre como el cerdo ese, nada más logran pisar mi mismo piso porque les tenemos lástima — dijo con egocentrismo.

¿Por qué la gente de este lugar se creen capaz de juzgar a los demás solo por tener o no dinero? Este lugar está lleno de interesados que piensan que el dinero te hace único.

— ¿Crees que voy a llorar por eso? No vine aquí a tener una pelea con niñato de papi, vine aquí a proponerte una cita con Mingyu el jugador de básquet — propuse.

Este se quedó pasmado cuando escucho el nombre de aquel tipo que según su hermana él admira.

— ¿Si dejo de molestar a Jeongin harás que vea a Mingyu? No entiendo ¿Cómo alguien como tú lo conoce a él? — pregunto.

Espero que acepte.

— Como lo conozco no importa lo que importa es que si aceptas el domingo en la tarde lo verás en hotel cinco estrellas de Braian Maquiben — dije recordando que Seonghwa me había dicho que ese era el lugar donde Mingyu se quedaría después de su partido.

Seonghwa convenció a su amigo de que se viera con James, aunque el jugador de básquet piensa que van a coger.

— ¿Todo esto a cambio que deje de molestar al cerdo? — pregunto el narizón interesado a lo que yo asistí aún con ganas de golpearlo porque seguía nombrando a Jeongin de tal forma — Lo haré, pero si esto es alguna trampa me encargaré de hacer la vida imposible a ti a tu amigo — me amenazó.

No te tengo miedo, el trato es que veas a Mingyu y lo verás lo que pase después de eso no es mi problema.

— No es una trampa, es un trato — dije.

Él iba a decir algo, pero apareció el otro tipo que golpee el día de la pelea que se parecía mucho a él físicamente.

— ¿Qué mierda haces tú aquí? — dijo el chico dispuesto a pegarme, pero el narizón lo detuvo.

La forma en la que James miraba al otro me hizo sentir preocupación porque este lo
miraba asustado.

— Cálmate solo estábamos hablando él se estaba disculpando para que no presentará cargo en su contra — mintió James por una extraña razón.

El chico a su lado que no recordaba el nombre agarro a James del brazo con fuerza, este se quejó por el apretón, pero se asustó cuando el otro lo miro.

— No tienes nada que hablar con él, vamos y tú no te vuelvas aparecer por acá si no quieres problemas — me amenazó llevándose casi arrastra consigo al narizón.

Odio sentir esto, pero hay algo dentro de mí quiere ayudar al chico y otra parte que detesta al chico por lo que le ha hecho a Jeongin. El narizón es fuerte si el otro le está haciendo algo se puede defender ¿No? Quiero pensar así porque le prometí a Seonghwa que no me metería en más problemas.

Pelirrojo en llamas³ - ChaninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora