62 - Está me la pagas

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James

Algo raro estaba pasando después de que Sunno pidió dos días de descanso porque no se sentía bien de salud sus amigos no dejaban de estar a él pegados... tal vez es mi imaginación que ve eso como raro ¿O no? La verdad prefiero pensar que todo está saliendo de maravilla con Mingyu.

Aun cuando no nos hemos visto en esta última dos semanas porque él tiene entrenamiento muy estricto porque está a punto de jugar contra grupos muy desafiantes, pero esto no le ha impedido comunicarse conmigo.

— Hoy otra vez trajeron algo para ti — dijo Changbin cuando salí del baño.

Sonreí de inmediato al contemplar un cofre con una nota, la semana pasada todos los días Mingyu me manda una rosa con una nota, no obstante esta vez era más elaborado el detalle.

— Gracias — agradecí recibiendo lo que Mingyu me había mandado.

Estaba que me moría de nervios por saber que había dentro de la caja y que había escrito en la nota.

— Como sea, ahora ponte a trabajar — me mandó y asentí.

Este se fue y cuando lo hizo aproveché para abrir la nota.

"No he dejado de pensar en ti, ten esto como muestra de todo el caos de sentimientos que provocas en mí"

Abrí la caja y era una cadena delicada y reluciente con un dije en forma de balón de básquet, era indudable lo costoso con solo verlo, pero eso no era lo que me hacía emocionarme. Me sentía especial porque nunca nadie me había regalado algo como esto, con significado tan lindo.

Guarde la caja con la nota en mi bolsillo y me coloque yo mismo la cadena para luego sacar mi celular y tomar una foto de mi cuello reluciendo por la cadena.

"Te extraño, gracias por hacerme sentir especial" le escribí luego de mandarle la foto.

Este no demoro en observar mi mensaje y me mandó una foto de él usando una cadena con un dije en forma de canasta de básquet.

"Me muero por verte pronto, Conejito" escribió.

Grite emocionado apretando la cadena en mi cuello.

— ¿Te vas a quedar en el celular o vas a trabajar? — me cuestionó Changbin en modo de regaño.

Me sentí avergonzado y guardé mi celular de inmediato.

— Perdón, no volverá a suceder — me disculpé antes de volver a mi trabajo.

***

Termine mi turno así que decidí ir a cambiarme, pero para mi sorpresa en el lugar estaba Sunno discutiendo con su amigo que se la ha pasado viniendo todos los días a observarlo y a acompañarlo a casa como si no tuviera más nada que hacer.

— ¿Por qué no me habías dicho que trabajas con el hermano de esa chica loca? — cuestionó el chico de vestimenta totalmente negra.

Espera... ¿Se refiere a mí? Digo soy el único que trabaja con Sunno, los demás se encargan nada más de la cocina.

— ¿Tengo que mencionarte todo? Félix estás exagerando todo desde lo que pasó, ya te mencioné que estoy bien y me sé cuidar solo yo... — Sunno no término de hablar su
amigo lo interrumpió.

— No estoy exagerado, sabes que esto es serio cuando Chan me contó que esa chica te drogo e intento abusar de ti expresaste que no era nada grave, pero le pedí a Minho que investigará y ahora sé que no puedo dejarte solo porque sé que no eres el primero al que ella le hace esto — expuso el chico preocupado.

¿Chan? No entiendo ¿Quién intento drogar a Sunno? Él parece tranquilo.

— No tenías por qué pedirle a Minho que investigará nada, ya te dije que estoy bien no quiero seguir hablando de Isis entiende que esto me harta — pidió el chico Zanahoria.

¿Wonyoung? ¡¿Qué carajo hizo Wonyoung?! Esto debe ser una jodida broma.

— Si no quieres hablar está bien, sin embargo, no me pidas que deje de venir para cuidarte porque no lo haré menos ahora que sé que trabajas con el hermano de esa loca — mencionó el chico decido.

Seguro hay una explicación a todo esto, debe haber una y no me voy a quedar con los brazos cruzados buscando una en mente.

Sin cambiarme, le avisé a Changbin que luego regresaría el uniforme que me surgió algo de emergencia, salí de mi trabajo y me subí a mi auto para manejar lo más rápido posible.

En todo el camino no dejaba de cuestionarme si lo que había pensado podría ser una verdad o una mentira.

Y llegué a la conclusión que no conozco a mi hermana, todo esto tiempo lo único que se es que se la pasa en fiestas y cambia de pareja más rápido de lo que puedo explicar.

Tengo que preguntarle a ella misma.

Llegué a mi casa y sin saludar a nadie más fui directamente al cuarto de Wonyoung cruzando dedos para que estuviera ahí, para mi suerte si lo estaba ahí estaba sentada en su cama haciendo algo en su computadora.

— ¿Qué haces en mi cuarto? Largo — dijo esto último con seguridad.

No me voy a ir necesito respuestas.

— ¿Es verdad lo que drogaste a Sunno? — pregunté.

De inmediato sus ojos se cruzaron con los míos, se veía asustada, pero lo trato de disimular.

— No sé de qué hablas y no me interesa, lárgate de mi cuarto no estoy de ánimo — pidió
está fingiendo interés.

No puedes hacer esto, no lo voy a permitir.

— El dice que lo drogaste y que intentaste pasarte de lista con él ¿Es verdad? — pregunté.

Ella se levantó de su cama y se acercó a mí.

— Si digo que si ¿Qué vas a hacer? ¿Ir a contarle a papás? — comenzó a cuestionarme con una sonrisa burlona — Ve y corre detrás de mis padres como siempre lo haces y queda como el hijo perfecto, cuéntales — me retó.

Justo cuando le iba a responder aprecio mi padre y miro a Wonyoung molesto.

— ¿Te estás dando cuenta lo que estás diciendo? Sabía que algo estaba mal contigo, pero acaso ¿Sabes la gravedad de tus acciones? — exclamó mi padre enojado.

No obstante el mayor enojo estaba en mi hermana hacia mí, lo juro yo no sabía que nuestros padres habían regresado ni mucho menos que él estaba escuchando lo juro.

— Papá esto... — mi papá no la dejo terminar.

— Nada de excusas, iré a la oficina y llamaré a nuestros abogados y más te vale aparecer en mi oficina en 5 minutos que vamos a ir a discuiparnos con ese chico antes de que te metas en problemas serios — ordenó mi padre antes de salir del cuarto de mi hermana.

Mi hermana me empujó y me miró con odio, nunca la había visto tan enojada quería disculparme, sin embargo, ella no me dejó.

— Esta me la vas a pagar, lo juro — lo dijo con un tono que sentí que todo mi cuerpo se
estremeció de terror.

Pelirrojo en llamas³ - ChaninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora