17 - Quiero ser más rudo contigo

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Estaba nervioso, emocionado y caliente por qué iba a pasar, Seonghwa se alejó de mí y busco algo en los cajones del baño que supuse que era lubricante, se acercó a mí volviéndose a mojar con el agua que corría en la ducha y pego sus labios con los míos de forma tan violenta y fuerte que no fui capaz de seguirle el ritmo.

Separó nuestros labios dejándome con la respiración descontrolada, apretó y abofeteo mi trasero antes de recorrer con mis dedos mi botón, tocó este con delicadeza antes de llenar sus dedos con el lubricante, cerró la llave y se acercó a mi cuello para morderlo y chuparlo a su antojo.

— Puede que al principio sea un poco incómodo, pero es necesario hacer esto — expuso Seonghwa mientras introducía uno de sus dedos en mi interior.

No me dolía, pero tampoco me emocionaba, me sentía incómodo y avergonzado de alguna manera.

— No me gusta la sensación — admiti sintiéndome incómodo.

Seonghwa movió su dedo apuntando directamente a un lugar en mi interior que me hizo sentir que mi cuerpo temblaba, gemí cuando esté comenzó a mover sus dedos presionando ese lugar que me hacía estremecer, un dedo más entro en mí sintiendo el líquido frío acompañando las embestidas que se estaban convirtiendo cada vez más placenteras.

Este acarició con su mano libre mis pezones, los apretó sin delicadeza antes de utilizar su mano para darle atención a mi amigo que estaba más que despierto. Sentía que era imposible tener los ojos abiertos, el placer que rodeaba todo mi cuerpo era inexplicable no podía entender por qué sus dedos lograban hacerme sentir tan bien, no paraba de salir sonido de mi boca, ya no controlaba mi emoción solo me dejaba llevar.

Sentí que el placer estaba nublado mi juicio hasta el punto que me corrí en su mano.

— Eso-oo fue...wow — admití sorprendido sintiendo como mi cuerpo temblaba
recordando el placer.

Me voltee para verlo, me acerqué a este y fui yo esta vez él que lo que bese, mordí su labio sin piedad alguna antes de enredar mis piernas alrededor de su cintura logrando sorprenderlo.

— No parece ser que estás satisfecho — se burló Seonghwa de mí mientras me sostenía por el trasero para evitar que me resbalará.

Baje una de mis manos a su miembro sorprendiéndome de lo duro y levantando que estaba. Lo dirigí a mi entrada ahora preparada y lo comencé a introducir en mí con dificultad.

— ¡Eres muy grande! — me queje.

Este me miró a los ojos con una lujuria que nunca había visto y me llevo al lavamanos del baño para qué me sentará, en ese rápido movimiento su miembro se salió de mí, pero no por mucho tiempo este volvió a meter su pene en mí de forma más violenta haciendo que enterará mis uñas en su espalda por el dolor.

— ¡No te atrevas a moverte! — le grité sintiendo que mi interior apretaba con fuerza su miembro.

Casi me desmayo a ver qué me había equivocado, solo había entrado la mitad de su miembro aún no estaba todo dentro de mí.

— Al parecer no puedes con todo este potencial — me reto Seonghwa.

Claro que puedo, empuje mis caderas para tomar todo de él en mi interior, claro que dolía y ardía horrible, pero sentía un hormigueo que estaba comenzando a opacar el sufrimiento.

— ¡Mierda estás muy estrecho! — exclamó Seonghwa emocionado.

Lo jalé del cabello y volví a pegar sus labios con los míos, esta vez mordiendo su labio tan fuerte que el sabor de su sangre llegó a mí, quería que sufriera un poco, que le doliera algo.

Comenzó a mover de forma rápida y profunda en mí, nuestras miradas estaban conectadas al mismo tiempo que varios sonidos vergonzosos salían de mi boca, ese sostenía con sus manos mis piernas para poder moverse más rápido en mi interior. Entraba y salía tan rápido como los sonidos se escapaban de mí.

— ¡Mmm! — solo eso podía decir.

No podía de parar de jadear y gemir aun cuando sentía un leve dolor en mi interior porque el placer era mayor. Sus movimientos se volvieron circulares, tocando así aquel punto en mi interior que me hacía apretar con fuerza su espalda. Beso, mi pecho, pezones y cuello antes de besar mis labios con una pasión y lujuria difícil de explicar.

Sus movimientos se volvían más violentos y aun cuando mi espalda me dolía por la posición mi cadera se movía en busca de más placer.

— Más rápido — pedí cuando sentí que el placer estaba a punto de tocar todo mi ser.

Obedeció, sus movimientos se volvieron circulares, pero profundo, entraba y salía de forma tan brusca que nuestros cuerpos producían un sonido vulgar cuando se tocaban.

Bajo la velocidad para entrar lentamente apuntando a ese lugar en mi interior que me hacía doblar los dedos de los pies, este apretó mis muslos antes de entrar de forma más profunda en mí.

— Siento que tu interior me quema — susurro en mi odio mientras dejaba marcas en mí.

Sus movimientos se volvieron una tortura, sentí que todo comenzaba a temblar lo único que se me ocurrió para calmar mi emoción fue morder su mano cuando sentí que el placer salía de mi cuerpo.

— ¡Seonghwa! — gemí su nombre cuando esté se volvió más grande en mi interior dejando
evidencias en mí.

Tocó mis labios con sus dedos e introdujo sus dedos en mi boca mientras me miraba con deseo.

— Quiero ser más rudo contigo — me confesó con cierta frustración.

Sonríe con malicia y chupe su dedo con lentitud.

— Tira de mi cabello — le pedí sacando sus dedos de mi boca, este salió de mí y me miró asombrado, me volteé dándole la espalda — Hazlo — volví a pedirle.

Seonghwa jalo de mi cabello haciendo gemir y subió mi pierna en el gran mesón que tenía el lavamanos, volvió a entrar en mí y jalo nuevamente mi cabello de forma mucho más brusca haciéndome gemir.

— Si hubiese sabido que cogerte iba a ser así de placentero lo hubiese hecho desde que te vi la primera vez — susurro lleno de deseo en mi oído mientras se movía sin delicadeza en mi interior.

Me mordí el labio al ver mi reflejo en el espejo, por mi primera vez en mi vida me gustaba lo que veía, me emocione aún más al ver las marcas en mi cuerpo y la forma en la que los brazos y abdomen de Seonghw se marcaban cuando entraba y salía de mí.

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Pelirrojo en llamas³ - ChaninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora