Gracias a Seonghwa sentía que mi estado de ánimo había mejorado mucho, nos divertimos mucho en la playa, él preparó algo delicioso de comer y me ayudó a terminar de organizar mi habitación. Se ha comportado muy bien conmigo y eso demuestra una vez más la calidad de persona, hasta me prepara el desayuno antes de irse a trabajar, si sigue será imposible irme de la casa de lo acostumbrado que estaré a su atención.
— Hola, pensé que hoy tampoco te vería — dije sorprendido al encontrarme a Seungmin revisando unas cosas detrás de la caja registradora.
El chico delgado con un estilo llamativo me miró y me sonrió con amabilidad.
— Hola, Sunno tengo muchas cosas que hacer entre preparar los detalles de mi graduación y los castings de televisión, pero nunca dejo de lado a mi chico así que hoy mi mañana es toda de este hombre — término de decir atrayendo hacía a él a Changbin que acaba de colocarse el uniforme del Café/Bar.
Su momento de cursilería y cariñitos me hacía sentir un poco de envidia y felicidad, quiero algo asi.
— Sunno abrimos en unos minutos, ve a cambiarte — me ordeno Changbin.
A lo que yo asentí, me despedí un poco incómodo porque la parejita no dejaba de meterse mano, yo creo que la lengua de Changbin le hizo un examen bucal a Seungmin. Llegué a los casilleros y me encontré con Jeongin este mi miro y luego miro sus zapatos de forma pensativa, tengo que disculparme no debí ser tan directo y metiche no puedo decidir por él aunque sienta que yo tenga la razón, es su vida.
— Perdón por lo de ayer... — Jeongin me interrumpió.
— Tenías razón, duele mucho la verdad por eso me enojé, pero no puedo hacerme el pendejo toda la vida — expreso con tristeza mientras se sentaba en las bancas tapándose el rostro.
Me senté a su lado y coloqué mi mano en su hombro tratando de apoyarlo.
— Los padrastros apestan, no entiendo por qué tienen que cargar nuestra vida con más mierda cuando nosotros no elegimos solo estamos ahí por simple reproducción de dos
individuos — exprese enojado.Lo peor que le puede pasar a un niño es tener que pasar por un padrastro o madrastra porque aunque mucho lo quieran ver cómo una historia agradable, en un cuento dónde incluyan ese personaje no van a terminar las cosas muy bien para el protagonista.
— Apesta que cuando tú crees que te logras acercar a ellos pasa algo y tú vuelves a quedar como el malo de la película... me canse de eso — admitió.
El mío ni se esforzó por ser bueno, ni lo fingió, si no me hubiese ido de la casa luego de la muerte de mi madre segura me hubiese obligado a prostituirme como mi madre con tal hay mucho enfermo capaz de meterse con niños, que asco el mundo.
— ¿Qué piensas hacer? Digo no basta con quejarse hay que hacer algo ¿No? — cuestione.
Yo busqué a mi padre adoptivo y me alejé de eso ¿Y tú qué harás? Sería muy masoquista quedarte ahí.
— Voy a ahorrar para irme de la casa, sé que me costará tiempo y cansancio porque aún estoy estudiando, pero sacaré tiempo... creo que puedo — dijo nervioso.
Yo te apoyaré Jeongin.
— Te propongo algo, yo también pienso comenzar ahorrar porque no quiero depender toda la vida de la amabilidad de mis amigos o de mi padre así que... ahorremos, trabajemos duro y cuando consigamos lo suficiente nos mudamos juntos ¿Te parece? — le propuse.
Tengo muchas cosas que hacer y creo que apoyar a Jeongin me servirá para descubrir que es lo que quiero hacer con mi vida.
— Es perfecto, hay que comprar alcancías y comenzar a llenarlas podíamos ir a comprar algunas cuando salgamos del trabajo — dijo animado.
Asentí, este es el primer paso ayudaré a Jeongin, buscaré que quiero hacer con mi vida y lo demás será solo puntos suspensivos para darle emoción a esto que llamamos vida.
***
Estaba agotado realmente muy agotado hoy nos tocó atender a muchas personas porque había una promoción de café que volvió loco a todos los cercanos lo cual lleno el Café/Bar de mucha gente que aprecia agobiante para solo cuatro trabajadores, pero por suerte Seungmin sabía cómo mantener todo en calma.
Salimos del trabajo y caminamos en busca de una tienda para comprar dos alcancías, una la llenaría Jeongin y otra yo. Encontramos una tienda de cerámica que vendía algunas alcancías y comenzamos a observar estás con interés.
— ¿Sería muy irónico que compre una alcancía de un cerdo cuando yo parezco uno? — cuestionó Jeongin con cero sentido del humor.
Solo piensas así porque unos imbéciles inmaduros te quieren hacer ver cómo algo que
no eres.— No pareces un cerdo — le corregí.
Este agarro la alcancía de cerdo y la coloco al lado de su rostro.
— Mi enorme barriga, mi nariz ancha y mis enormes granos dicen lo contrario, soy feo... soy un cerdo, no soy como tú de delgado y atractivo ni mucho menos interesante — se reprochó así mismo.
Le quite la alcancía de su mano y la coloque a un lado.
— Nunca te compares con nadie porque créeme que nadie se verá así mismo como un ser perfecto, mírate en ese espejo aun cuando tu vez todas esas características, yo veo a un chico simpático con una hermosa sonrisa y un hermoso corazón, si te sientes feo lo serás, trabaja en ti mírate todos los días al espejo y di algo que te guste y créeme que aprenderás que lo que le hacía falta a tu vida es amor propio porque todo lo demás son detalles — le aconseje.
No es un cerdo, no es feo, es hermoso solo le falta apreciarlo en medio de todos esos estigmas y estereotipos que nos hacen creer que un hombre tiene que ser alto, musculoso y adinerado para ser el príncipe azul.
— Di algo que te guste de ti — le pedí.
Este se miró arriba a abajo.
— Me gusta mi cabello — expuso.
Así se habla, el primer paso es encontrar lo positivo.
— Ahora concéntrate en esa cualidad, no te centres en lo demás, abraza eso de ti y comienza halagarte un poco porque el odio que tú te des será más duro que el que te dará los demás — dije.
Lo que lastima no son las palabras de los demás, lástima que tú te las comienzas a creer.
***
— ¿Qué traes ahí? — me preguntó Seonghwa.
Le mostré mi alcancía en forma de cerdito.
— Voy a comenzar ahorrar para independizarme de mis padres — dije.
Seonghwa saco su cartera y metió varios billetes.
— Ahora es oficial que comenzaste, mi casa es tu casa, pero si quieres trabajar en construir algo por ti mismo también estaré aquí para apoyarte — me animo.
Asentí, sé que como mi amigo la ayuda será algo incondicional lo cual agradezco demasiado, pero en un futuro me gustaría ser más yo un soporte.
— Gracias — dije con sinceridad — ¿Y para dónde vas? — pregunté al ver su vestimenta casual pero insinuante.
Su camisa desabotonada deja a relucir su perfecta piel bronceada.
— Una fiesta ¿Quieres venir? — me propuso.
Asentí, quiero divertirme un rato y tal vez acostarme con alguna chica porque mi cuerpo ya lo necesita.
ESTÁS LEYENDO
Pelirrojo en llamas³ - Chanin
RandomSunno está tratando de descubrir lo que quiere hacer con su vida, encontrar su propio camino para así superar su horrible pasado, pero nada de esto será fácil, en su vida se sumarán nuevos personajes que harán un poco más divertida y candente su his...