7 - Nunca te compares con nadie

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Gracias a Seonghwa sentía que mi estado de ánimo había mejorado mucho, nos divertimos mucho en la playa, él preparó algo delicioso de comer y me ayudó a terminar de organizar mi habitación. Se ha comportado muy bien conmigo y eso demuestra una vez más la calidad de persona, hasta me prepara el desayuno antes de irse a trabajar, si sigue será imposible irme de la casa de lo acostumbrado que estaré a su atención.

— Hola, pensé que hoy tampoco te vería — dije sorprendido al encontrarme a Seungmin revisando unas cosas detrás de la caja registradora.

El chico delgado con un estilo llamativo me miró y me sonrió con amabilidad.

— Hola, Sunno tengo muchas cosas que hacer entre preparar los detalles de mi graduación y los castings de televisión, pero nunca dejo de lado a mi chico así que hoy mi mañana es toda de este hombre — término de decir atrayendo hacía a él a Changbin que acaba de colocarse el uniforme del Café/Bar.

Su momento de cursilería y cariñitos me hacía sentir un poco de envidia y felicidad, quiero algo asi.

— Sunno abrimos en unos minutos, ve a cambiarte — me ordeno Changbin.

A lo que yo asentí, me despedí un poco incómodo porque la parejita no dejaba de meterse mano, yo creo que la lengua de Changbin le hizo un examen bucal a Seungmin. Llegué a los casilleros y me encontré con Jeongin este mi miro y luego miro sus zapatos de forma pensativa, tengo que disculparme no debí ser tan directo y metiche no puedo decidir por él aunque sienta que yo tenga la razón, es su vida.

— Perdón por lo de ayer... — Jeongin me interrumpió.

— Tenías razón, duele mucho la verdad por eso me enojé, pero no puedo hacerme el pendejo toda la vida — expreso con tristeza mientras se sentaba en las bancas tapándose el rostro.

Me senté a su lado y coloqué mi mano en su hombro tratando de apoyarlo.

— Los padrastros apestan, no entiendo por qué tienen que cargar nuestra vida con más mierda cuando nosotros no elegimos solo estamos ahí por simple reproducción de dos
individuos — exprese enojado.

Lo peor que le puede pasar a un niño es tener que pasar por un padrastro o madrastra porque aunque mucho lo quieran ver cómo una historia agradable, en un cuento dónde incluyan ese personaje no van a terminar las cosas muy bien para el protagonista.

— Apesta que cuando tú crees que te logras acercar a ellos pasa algo y tú vuelves a quedar como el malo de la película... me canse de eso — admitió.

El mío ni se esforzó por ser bueno, ni lo fingió, si no me hubiese ido de la casa luego de la muerte de mi madre segura me hubiese obligado a prostituirme como mi madre con tal hay mucho enfermo capaz de meterse con niños, que asco el mundo.

— ¿Qué piensas hacer? Digo no basta con quejarse hay que hacer algo ¿No? — cuestione.

Yo busqué a mi padre adoptivo y me alejé de eso ¿Y tú qué harás? Sería muy masoquista quedarte ahí.

— Voy a ahorrar para irme de la casa, sé que me costará tiempo y cansancio porque aún estoy estudiando, pero sacaré tiempo... creo que puedo — dijo nervioso.

Yo te apoyaré Jeongin.

— Te propongo algo, yo también pienso comenzar ahorrar porque no quiero depender toda la vida de la amabilidad de mis amigos o de mi padre así que... ahorremos, trabajemos duro y cuando consigamos lo suficiente nos mudamos juntos ¿Te parece? — le propuse.

Tengo muchas cosas que hacer y creo que apoyar a Jeongin me servirá para descubrir que es lo que quiero hacer con mi vida.

— Es perfecto, hay que comprar alcancías y comenzar a llenarlas podíamos ir a comprar algunas cuando salgamos del trabajo — dijo animado.

Asentí, este es el primer paso ayudaré a Jeongin, buscaré que quiero hacer con mi vida y lo demás será solo puntos suspensivos para darle emoción a esto que llamamos vida.

***

Estaba agotado realmente muy agotado hoy nos tocó atender a muchas personas porque había una promoción de café que volvió loco a todos los cercanos lo cual lleno el Café/Bar de mucha gente que aprecia agobiante para solo cuatro trabajadores, pero por suerte Seungmin sabía cómo mantener todo en calma.

Salimos del trabajo y caminamos en busca de una tienda para comprar dos alcancías, una la llenaría Jeongin y otra yo. Encontramos una tienda de cerámica que vendía algunas alcancías y comenzamos a observar estás con interés.

— ¿Sería muy irónico que compre una alcancía de un cerdo cuando yo parezco uno? — cuestionó Jeongin con cero sentido del humor.

Solo piensas así porque unos imbéciles inmaduros te quieren hacer ver cómo algo que
no eres.

— No pareces un cerdo — le corregí.

Este agarro la alcancía de cerdo y la coloco al lado de su rostro.

— Mi enorme barriga, mi nariz ancha y mis enormes granos dicen lo contrario, soy feo... soy un cerdo, no soy como tú de delgado y atractivo ni mucho menos interesante — se reprochó así mismo.

Le quite la alcancía de su mano y la coloque a un lado.

— Nunca te compares con nadie porque créeme que nadie se verá así mismo como un ser perfecto, mírate en ese espejo aun cuando tu vez todas esas características, yo veo a un chico simpático con una hermosa sonrisa y un hermoso corazón, si te sientes feo lo serás, trabaja en ti mírate todos los días al espejo y di algo que te guste y créeme que aprenderás que lo que le hacía falta a tu vida es amor propio porque todo lo demás son detalles — le aconseje.

No es un cerdo, no es feo, es hermoso solo le falta apreciarlo en medio de todos esos estigmas y estereotipos que nos hacen creer que un hombre tiene que ser alto, musculoso y adinerado para ser el príncipe azul.

— Di algo que te guste de ti — le pedí.

Este se miró arriba a abajo.

— Me gusta mi cabello — expuso.

Así se habla, el primer paso es encontrar lo positivo.

— Ahora concéntrate en esa cualidad, no te centres en lo demás, abraza eso de ti y comienza halagarte un poco porque el odio que tú te des será más duro que el que te dará los demás — dije.

Lo que lastima no son las palabras de los demás, lástima que tú te las comienzas a creer.

***

— ¿Qué traes ahí? — me preguntó Seonghwa.

Le mostré mi alcancía en forma de cerdito.

— Voy a comenzar ahorrar para independizarme de mis padres — dije.

Seonghwa saco su cartera y metió varios billetes.

— Ahora es oficial que comenzaste, mi casa es tu casa, pero si quieres trabajar en construir algo por ti mismo también estaré aquí para apoyarte — me animo.

Asentí, sé que como mi amigo la ayuda será algo incondicional lo cual agradezco demasiado, pero en un futuro me gustaría ser más yo un soporte.

— Gracias — dije con sinceridad — ¿Y para dónde vas? — pregunté al ver su vestimenta casual pero insinuante.

Su camisa desabotonada deja a relucir su perfecta piel bronceada.

— Una fiesta ¿Quieres venir? — me propuso.

Asentí, quiero divertirme un rato y tal vez acostarme con alguna chica porque mi cuerpo ya lo necesita.

Pelirrojo en llamas³ - ChaninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora