SeokJin es un repostero, que sueña con tener su propio negocio. Su vida cambia cuando conoce a NamJoon, un escritor de novelas románticas que se muda al edificio donde él vive.
Entre ellos surge una química irresistible, pero también muchos obstácu...
El peluche de gato estaba enfrente de una hoja de papel, donde se veía varios garabatos entre unos dibujos y algunas palabras entendibles. Muy colorido.
-Tenemos el paso 1, 2 y 3 hechos, vamos.
Con entusiasmo, tomó el pequeño peluche y se dirigió a la puerta. Donde se encontraba entre abierta.
-Abuela siempre regaña a tío por no cerrar bien.
Y así, la pequeña salió del departamento con su peluche como acompañante. Se aseguró de cerrar la puerta, y no caminó mucho, hasta que llegó a la puerta del vecino SeokJin.
-Bien bigotes, toca la puerta.
Dejó a bigotes enfrente de ésta, mientras se escondía pegándose a la pared.
-No seas tímido...lo hare yo
Tocó la puerta, y con dos toques escucho unos pasos. Se volvió a esconder.
-Quien e-
SeokJin salió y quedó confundido. Había un peluche en su entrada, uno pequeño. Tenía pensado recogerlo, hasta que escucha unos susurros.
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-Bigotes...
La niña susurró alargando la "e". Pero, aun así, SeokJin lo escuchó y la miró, pero esta parecía aun no darse cuenta. Por lo que decidió seguirle el juego.
-Hola pequeño, ¿estás perdido?
Tenía ganas de reír, pero se aguantó. Y es allí donde la menor entra en su papel.
-Oh bigotes, ¡donde estabas! Estaba preocupada.
Y allí SeokJin la pudo observar mejor. Era la hija de NamJoon
Quedó sorprendido un rato, estaba afuera y enfrente de él. Ella igual lo mira y continua.
-¡Hola señor!, le agradezco por encontrar a mi amigo.
Le ofreció una sonrisa, donde SeokJin pudo notar que le faltaban unos dientes. Le causó gracia, así que decidió continuar.
-De nada...¿cómo te llamas?
-Soy Kim Dahlia señor.
-Mucho gusto Dahlia, y ¿qué haces por aquí?
-Bigotes se perdió y vine a buscarlo.
Lo primero que pasó por su cabeza fue, que NamJoon la estaba usando para hablar con él, lo decepcionó que fuera así, por lo que decidió ponerlo a prueba.
-En verdad?
-¡Si!, pregúntele a bigotes.
Le extiende el pequeño peluche y SeokJin lo toma y finge hablar con él.
