Mi Mafioso (Finalizada)

Capítulo 14.

Alexia:

En tres días nos iremos a Grecia antes era en dos semanas, ya que Nicolas dijo que quería tener todo perfecto, ya saben el lugar en donde nos quedaremos, los boletos y eso. Pero hace dos días un hombre entró a la mansión [nadie sabe cómo] y atacó a varios guardias con un arma, gracias a Dios que ninguno de ellos murió, pero algunos perdieron mucha sangre y están en un hospital. Los que no fueron tan heridos lograron atrapar al hombre y lo tienen encerrado en un cuarto de torturas, para interrogarlo.

Cada día un problema diferente en esta mansión. Pienso irritada.

- ¿tienes tus maletas hechas? Las debes de tener listas ya, pues tal vez no vayamos antes-entra Nicolas a la habitación.

- ¿Cómo nos iremos antes, si en el boleto de avión hay una fecha exacta? -digo mientras miro la televisión.

- ¿boleto de avión? Si nos iremos en mi jet privado-

- Wow pensé que no tenías ¿también tienes un yate? -

- Si tengo un yate, pero cambiando de tema-dice sentándose a mi lado- ¿tus maletas?

- Te dije que mi ropa está en mi apartamento, en otro país y la ropa que me pongo aquí me las prestan algunas trabajadoras ¿Cómo piensas que las haga? -le respondí.

- ¿De que hablas, princesa? ¿no te lo dije? Mandé a buscar tu ropa el día después de que me lo dijeras y ya la trajeron, tal vez la pusieron en otra habitación-dice y me acaricia la mejilla.

Me recargo en su tacto inconscientemente como si yo fuera un gatito en busca de caricias, cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo, me levanté de un salto de la cama y miré a cualquier lugar menos a él.

- ¿P-por qué no vamos a buscar mi ropa? -pregunto y sin esperar respuesta salgo rápidamente.

Caminado por el pasillo pongo mis manos en mis mejillas sintiéndolas calientes y después las pongo en mi pecho sintiendo el latir rápido de mi corazón. ¿Estoy loca? Nicolas no me puede gustar, el me acosó por meses, mandó a que entraran a mi casa para que me secuestraran ¿Tengo el síndrome de Estocolmo acaso? ...Aunque bueno, él nunca me trató mal, ni me gritó y cosas así, pero estoy aquí en contra de mi voluntad ¿no? ...aunque yo fui quien le dijo que se quedaría, pero, pero, aish no sé qué hacer.

- ¡Alexia! -brinco en mi lugar al escuchar que gritan mi nombre, volteo viendo a Nicolas- Da la vuelta que no es por ahí.

Me quedo quieta sintiéndome estúpida-por alguna razón que desconozco- me pongo de frente a él y tardo unos segundos en responder.

- ¡Ah!¡sí! Lo siento, ya lo sabía-respondo y paso por su lado.

- Espérame, princesa-dice riendo y siento algo extraño en mi estómago cuando me agarra de la cintura- ¿Por qué estás así?

- Po-por nada importante, solo tengo...dudas existenciales, como cualquiera-digo y el me mira confundido para luego reírse.

- Ahh-suspira- me gustas tanto.

¿Me puede dar un paro cardíaco si mi corazón late muy rápido y siendo joven? Necesito saber eso ahora, ya que puede pasar en este instante. Él me mira con una hermo...con una sonrisa, me agarra de los hombros y me pega a la pared más cercana.

-No sabes cuánto me encantas-dice acercándose a mi cara.

-hahaha-suelto una risa nerviosa-claro que te encantaré, soy divina.

Al parecer digo estupideces cuando estoy nerviosa, es decir siempre digo estupideces, pero cuando estoy nerviosa digo aún más.

- ¿hoy me he portado bien, bonita? -dice restregando su nariz en mi cuello, con una voz deliciosamente ronca.

- ¿a-ah? - pregunto desorientada.

- ¿me he portado bien? -repite.

No hables con esa voz, maldito. Pienso.

-S-si-

Su rostro sube lentamente y me mira un momento, yo como siempre-que no puedo aguantar mirar a alguien de frente-volteo la cara, pero el agarra mi barbilla para que lo mire. Su rostro se acerca más y me da un beso en la mejilla, dura unos segundos ahí haciendo que sienta su respiración caliente y luego se aparta, para terminar con la sonrisa mas sexy que he visto en mi vida.

-Vamos a buscar tu ropa ¿si, bonita? -me agarra de la mano y me lleva con él, mientras que yo pienso.

¿Por qué quería que Nicolas me besara en los labios y no en mi mejilla?

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