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Victoria

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Victoria

Honestamente prefiero las moras en lugar de las fresas, son un poco más acidas y no tienen tantas semillas.

Mi desayuno se basa en un café con vainilla una rosca con arequipe y para postre cuando llegue a la oficina, mis deliciosas moras.

El ascensor se abre en el piso cuatro y veo a mi compañero y mejor amigo Liam entrar junto a mí y mi vista rápidamente se pierde en su brazo derecho.

—¿Qué te paso?

Él se mira el brazo y luego vuelve a posar sus ojos oscuros en mi encogiéndose de hombros.

—Un accidente en el parque jugando con Seth—dice refiriéndose a du pequeño hijo de cuatro años—. Puse el brazo para que no se golpeara y termine enyesado.

—¿Sabes que tenemos la misión en cubierta no? —salimos de ascensor—. ¿Cómo mierda le vas a hacer?

—Ya lo sabe mi comandante.

—¿Por qué no me avisaste? —lo observo preocupada—. ¿Estas bien?

Entramos juntos a mi oficina.

—Todo en orden—sonríe—. Solo que ahora tendrás un remplazo.

Y ahí es cuando caigo en cuenta de esta atrocidad, odiaba trabajar con otros oficiales encubiertos.

—Mierda.

Mi comandante entra en la oficina y ambos nos ponemos de pie saludándolo,

—Qué bueno que están juntos, quería hablar con ambos.

Enderezo mi espalda esperando ordenes que no llegan, el rostro de mi comandante se suaviza y me observa con curiosidad.

—¿Son encargados de la investigación del envenenamiento a Austin López?

—Si, mi comandante—Respondo.

—Bien—posa sus ojos en Liam—. Déjame a solas con ella, gracias oficial. Puede ir a descansar.

Mi compañero se despide y se va de la oficina dejándome sola con mi comandante.

—El Señor, Austin López está esperando fuera, le pedí el favor de que fuera tu ayudante en la misión en cubierta, la harás sola ya que en nadie más puedo confiarle este caso.

—¿El señor López sabe sobre el caso?

—No, solo sabe que tienes una misión y debes acompañarlo para todo—saca su teléfono y llama a alguien—. Dile que entre.

Frunzo el ceño y comienzo a cuestionarme miles de escenarios y escusas que tendría que dar para no trabajar con un hombre que no tiene ni idea lo que es ser encubierto y más sin toda la ciudad lo conoce, jamás nos creerían el papel de mentirosos.

Peligrosamente EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora