007; Sólo Mía.

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Sus ojos me clavaban la mirada, pero decidí permanecer inmóvil.

-Mantente alejada, ___ -escuché la voz de Nick, firme y cautelosa.

Observé cómo el monstruo se erguía lentamente, apagando su cigarrillo con una de sus extremidades, mientras nos observaba con atención. Los ojos del doppelganger me clavaban con intensidad, su mirada penetrante parecía traspasar mi alma, pero opté por mantenerme firme y quieta ante su presencia amenazante.

-No te muevas... -escuché la voz de Nick, su tono firme y cauteloso resonando en medio de la tensión que se había apoderado de la cafetería.

Con la respiración contenida, observé cómo el monstruo se levantaba con una lentitud calculada, apagando su cigarrillo con una de sus extremidades mientras sus ojos no se apartaban de nosotros. La atmósfera se llenó de un silencio opresivo, solo interrumpido por el eco de la voz distorsionada del doppelganger.

-Te estaba esperando, dulzura...

La voz del hombre a través del radio de Nick pidiendo refuerzos en el edificio azul rompió momentáneamente la tensión del momento, pero la presencia del doppelganger seguía siendo una amenaza inminente. Retrocedíamos lentamente, conscientes de que estábamos en una situación peligrosa y que necesitaríamos ayuda adicional para enfrentarla.

El doppelganger continuó avanzando hacia nosotros de manera posesiva, sus ojos fijos en mí con una intensidad perturbadora.

-Deseo tenerte conmigo, ___ -dijo con voz suave pero cargada de una oscuridad inquietante, su mirada ardiente con un deseo que enviaba escalofríos por mi espalda-, No sabes cómo fue este infierno sin ti...

El doppelganger se detuvo en seco al oír el sonido del rifle que Nick mantenía apuntándolo con determinación. Sus ojos, antes llenos de deseo y posesión, se estrecharon en una mirada de furia y desafío.

-Si das un solo paso más, abriré fuego. Y te aseguro que ya vienen refuerzos -amenazó Nick, su voz resonando con autoridad y determinación.

El doppelganger no mostró señales de intimidación. En cambio, su expresión se endureció aún más, sus labios se curvaron en una sonrisa siniestra.

-Nada va a impedirme esta vez de tener lo que es mío -respondió con voz gélida y llena de malicia, su mirada ardiente reflejando una determinación enfermiza.

La tensión en la cafetería era palpable, como si estuviéramos al borde de un abismo, listos para caer en cualquier momento. Mientras tanto, Nick y yo nos mantuvimos firmes, preparados para enfrentar lo que sea que el doppelganger tuviera planeado.

El monstruo continuaba su avance hacia nosotros con una determinación implacable, mientras que yo me sentía atrapada en un torbellino de confusión y temor. En cuanto el doppelganger se inclinó hacia mí, Poniendo su pecho sobre la punta del rifle, con una sonrisa retorcida en los labios, sus ojos brillando con una intensidad perturbadora, mi corazón dejó de latir:

-¿Qué deseas, preciosa? ¿Un hombre de verdad? ¿Sexo? Estoy aquí para cumplir todos tus deseos más profundos-, susurró con una voz seductora y cargada de un deseo apasionado, como si estuviera ofreciendo un mundo de placer y tentación a mis pies, como un trato con el mismisimo diablo.

A mi lado, Nick parecía tan desconcertado como yo, su mano temblando ligeramente mientras sostenía el rifle.

-¿Qué hacemos, Nick? -susurré, mi voz apenas un murmullo ahogado por el miedo que me embargaba.

Nick frunció el ceño, luchando por mantener la compostura mientras evaluaba la situación. Pero antes de que pudiera responder, el doppelganger se abalanzó sobre nosotros con una velocidad impresionante, esquivando las balas que Nick disparaba con una agilidad sobrenatural.

bloody strawberries (Milk Man y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora