bloody strawberries (Milk Man y tu)

023: Exterminio

Aemir

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La hembra frente a mí me mira descolocada. Sus ojos penetrados por la angustia me generan una sensación atacante en el estómago, trato de acercarme, ella se queda fijamente viendo hacia la puerta por dónde Xeneek y la señorita ____ se habían ido.

—¿Ustedes qué son?—dice, y no sé qué responder.

—Somos criaturas vivas, como ustedes, los humanos.

—¿Por eso nos matan?

—Ustedes también nos matan a nosotros.

—Si, porque ustedes llegaron a invadir nuestro planeta—dice con ira, sus ojos se giran hacia mi, como juzgandome. Me pongo nervioso ante su mirada tan intensa, sus ojos del mismo color de la madera me penetran el alma. Una humana tan preciosa pero con una mirada asesina así mataría a cualquiera... Estoy a punto de ponerme de rodillas ante ella y pedirle que sea mía—. ¿Dices que te llamas Aemir?

Asentí. No sé cómo, ella me tenía encantado. Mi pecho comienza a temblar, no puedo detenerlo.

—¿Alguien ha probado su Bakü, señorita?—digo, lamiendome los labios, ansioso por ser el primero en tocarla.

—¿Mi qué?

—Tu aroma es delicioso...

Kate, con sus hermosas manos, golpea una de mis mejillas. El ardor es poderoso y me hace desearla aún más, la punzada en mi entrepierna me indica, con orgullo, que he encontrado a mi pareja.

—¡Aemir!—un grito agudo se oye a mis espaldas, me doy la vuelta encontrándome con la señorita ___, ella me mira atentamente, como si supiera mis intenciones—. Nisiquiera lo pienses...—me advierte—Alejate de ella.

Frunzo el ceño y me alejo a regañadientes de Kate, quien me mira confundida.

—Hemos hablado con Harrek. Sylak será llevado a la nave nodriza y será encerrado en el calabozo—explica Xeneek—. Ya no será un problema. Al menos por ahora.

—Kate—la llama ___—. Ven conmigo a mi hogar, ahí estaremos seguras.

Kate asiente y, aunque poco confiada, se acerca a los brazos de ___ en busca de consuelo. No quiero que Kate se aleje, la quiero aquí para mí y para que su Bakü y el mío vibren.

—Harrek nos pidió cuidar de usted—digo—. Las acompañaremos a su hogar.

___ asiente.

—Esta bien...

Mientras Kate se refugia en los brazos de ____, siento una punzada de frustración y deseo al verla alejarse de mí. Pero no puedo hacer nada al respecto. Las órdenes de Harrek son claras, y debo obedecer. Aún así, la conexión que sentí al instante con Kate es algo que no puedo ignorar, y me cuesta apartar la vista de ella mientras se aferra a ____.

—¿Estás lista? —le pregunta Xeneek a ____, su voz suave pero firme. Él también parece estar consciente de la tensión en el ambiente, aunque mantiene la calma.

—Sí, vámonos antes de que algo más ocurra —responde ____, acariciando el cabello de Kate para calmarla. Ella aún tiembla, pero asiente y se deja guiar.

Nos dirigimos hacia la salida del edificio, con Xeneek y yo flanqueándolas para asegurarnos de que están protegidas. Mientras caminamos por los pasillos, las luces frías y metálicas proyectan sombras largas que me hacen estar en alerta constante. Mi instinto de protección está al máximo, pero también lo está mi necesidad de cuidar de mi pareja.