El Usurpador. [ Kooknam ]

Capítulo 15-Rabieta

— Entonces ¿Quieres que salgamos? — preguntó nervioso el Omega.

— Se que soy mayor que tu y que no estoy a tu nivel pero realmente me interesas y no quiero andar con rodeos, me gustas Jimin.— dijo con seriedad el alfa.

Yoongi había sido llamado para asistir a una reunión de manadas razón por la cual se había encontrado con el pequeño rubio, su corazón latia con fuerza de solo verlo.

— No crees que eres demasiado directo — dijo con coquetería.

— Nunca he sido bueno para ocultar lo que siento, mi boca simplemente actúa, así que dime, te gustaría salir conmigo está noche — insistio de nuevo.

— Sabes que en el caso de que te hiciera caso lo nuestro no podría ser verdad, mi familia tiene apalabrado mi matrimonio con la manada Chong.

— Eso lo sé, pero aún así no es impedimentos para conocernos— sin nada de pena el alfa comenzó acercarse y en menos de lo que pensaron ya se encontraban besándose, sus lobos así lo querían.

....

— Buenos días, vamos despierta pequeño perezoso ya es tarde— el alfa movía aquel frágil cuerpo — Namjoon tienes que levantarte— decía entre risas al ver los pucheros que el menor hacia.

— Es muy temprano, déjame dormir un poquito más.

—Te dije anoche que durmiera mas temprano pero insiste en ver aquella película.— tenían ya una semana desde que Nuri al fin se había ido, las cosas iban muy bien, Jungkook en verdad se estaba esforzando en hacer que se llevarán bien.

Los primeros días habían sido un caos pero ahora sin la compañía de su hermana y al tener todo el día para ellos, habían descubierto que tenían muchas cosas en común, les interesaban las mismas películas, libros e incluso ambos amaban el arte y la creatividad.

En cuanto a su relación amorosa sus únicas interacciones eran los pequeños abrazos que el Omega le robaba todas las noches antes de dormir, además de aquel beso en la mejilla al desearle las buenas noches, mientras que el alfa por su parte solo acariciaba su cabello como muestra de cariño ante algo tierno que hiciera Namjoon.

Se podría decir que ahora eran buenos amigos y esperaban las cosas continuaran igual al regresar a la manada.

...

Los días fueron pasando y cuando menos lo esperaron ya estaban de nuevo en la manada Jeon, ambos jóvenes sabían que las cosas cambiarian más al saber que ahora Jungkook sería el nuevo líder y el la luna, por lo que sus responsabilidades crecerían.

— Vamos a mi casa por favor — dijo Jungkook al chófer en cuanto entraron.

— Jeon espera, no se suponía que viviríamos en la casa que mi abu me dio de regalo de bodas — preguntó Namjoon, pues según lo que recordaban irían ahí.

— Namjoon me es más fácil que vivamos en la casa principal, ahí está mi oficina, además puedo atender mejor los asuntos de la manada.

— Eso lo se, pero sabes también que ahí viven tus padres y yo no les agrado mucho — aquello era verdad pues ninguno de los progenitores lo apreciaban pues para ellos Nam no merecía a su hijo.

— Es solo que les falta conocerte, pero verás que en cuanto lleguemos se pondrán contentos de verte.— Jungkook realmente quería que todo funcionara, amaba a sus padres pero también debía velar por el bienestar de su esposo.— te propongo un trato, si mis padres te hacen alguna grosería nos iremos a la casa de tu abuela.

Namjoon al escucharlo aceptó aunque estaba seguro que Jeon no lo cumpliría, amaba a sus padres y estos a él, lo único bueno sería que ahora viviría con Jin, su mejor amigo.