Afortunada.

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-Gracias por esta maravillosa noche, -le dije al Esteban cuando ambos nos detuvimos afuera de mi casa.

-Gracias a ti por aceptar princesa, -dijo y tomo mi mano para dejar un beso en el dorso de esta.

-Creo que hoy merecemos un descanso. Después de todo no dormimos casi nada anoche, -le dije, -No tendremos energía para bailar, así que oficialmente hoy es nuestro día libre.

-¿Eso quiere decir que hoy no nos veremos?, -su tono feliz cambio automáticamente a uno triste.

-Creí que querrías descansar hoy, -cruce mis brazos por su cuello para acercarlo a mi, -Pero si no estas muy cansado podrías venir a ver una película hoy, -su preciosa sonrisa volvió a adornar su rostro.

-Eso suena perfecto, -respondió dejando un tierno beso en mi frente, -Ahora entra y duerme princesa, lo necesitas.

-Tu también ve a dormir, -dije y deje un beso en su mejilla.

-¿En serio me darás un beso en la mejilla?, -refuto como un niño pequeño reclamando por un dulce, -Me darás un beso como corresponde o te juro que no te dejare ir.

-Nos vemos más tarde Esteban, -poniéndome de puntillas deje un casto beso en sus labios, -No llegues tarde.

-Jamás podría llegar tarde cuando se trata de ti princesa, -dijo por ultima vez y abrí mi puerta entrando de inmediato.

Subí hacia mi pieza y cuando entre me deje caer en la cama, cerré los ojos procesando todo lo que había ocurrido anoche pero por más que trate de asimilarlo aun no lo podía creer. No podía creer que un hombre que se veía tan rudo por su exterior fuera tan delicado a la hora de hacer una sorpresa.

Abrí mis ojos cuando el sonido de una notificación de mi teléfono sonó, era una llamada del Esteban.

Yo: ¿Hola, Esteban esta todo bien?.

Esteban: ¿Es normal que ya te extrañe?.

Yo: También te extraño Esteban.

Esteban: ¿Tal vez debí haberme quedado ahí contigo?.

Yo: Solo si te hubiera gustado dormir en el piso.

Esteban: Con tal de estar a tú lado no me hubiera importado.

Yo: Hubieras despertado todo adolorido mi amor.

Esteban: Sigue llamándome de esa forma y te juro que iré por ti solo para besarte.

Yo: Como se que eres capaz me quedare en silencio, será mejor que ya durmamos.

Esteban: Tienes razón princesa, por favor abrígate para dormir hace frio.

Yo: Tus abrazos serian mi mejor abrigo.

Esteban: Estoy bajando ahora mismo en busca de mi auto.

Yo: ¡Basta quédate ahí! Sueña cosas bonitas.

Esteban: Siempre sueño cosas bonitas, porque se tratan de ti.
Duerme bien princesa y sueña conmigo.

Mi sonrisa no se hizo esperar por sus ocurrencias y colgué deseando internamente que las horas pasaran rápidamente para que así mi chico estuviera nuevamente a mi lado.

Entre canciones y bailes. - YOUNG CISTER.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora