Mire mi reflejo en el espejo de este baño y me sonreí a mi misma. Me veía como siempre quise hacerlo, me veía como toda una bailarina profesional.
Una de las razones por las que no deje que el Esteban me viera era porque quería disfrutar de este momento yo sola, quería verme a mi misma y sentirme orgullosa de la mujer en la que me he convertido. En el pasado había usado trajes para presentaciones de baile, pero verme así tan profesional me hace sonreír en grande.
Cuando creo que ya pasó suficiente tiempo vuelvo a ponerme mi ropa y ordeno perfectamente el traje para que no se arrugue, tomando el perchero del traje abro la puerta del baño pero al instante me quedo paralizada.
Al frente mío está el Esteban abrazando a una mujer mayor y de baja estatura, a su lado yace un hombre de edad mayor que los mira con un brillo especial en sus ojos. Por la forma en que el Esteban abraza a la mujer no me queda ninguna duda de que es su madre.
Mi pecho se aprieto al ver el gran amor que desprendían los tres, mi chico estaba rodeado de amor y sonreí por lo feliz que se veía.
De la nada su padre separo sus ojos de su esposa he hijo y su mirada se dirigió hacia mi. Mentiría si no digiera que los nervios comenzaron a bailar en mi estómago y rogué en silencio para que no me juzgara por mi apariencia desaliñada.
-¿Oh pero quien es esta bella jovencita?, -preguntó el papá del Esteban y enseguida mi chico y su madre se separaron del abrazo.
El Esteban dio vuelta su mirada hacia mi y sonrío en grande, yo le devolví la sonrisa un poco nerviosa he insegura.
-Mamá, -comenzó a decir acercándose hacia mi tomando mi mano y acercándome a su lado, -Papá, ella es Barbara, la mujer que me tiene por completo a sus pies, -les dijo mirándome fijamente a los ojos y me regaló la sonrisa para que estuviera más tranquila.
Le devolví la sonrisa para que estuviera tranquilo y mire a sus padres que me miraban curiosos y con sonrisas sinceras.
-Buenas tardes señores Cisterna, es un verdadero gusto conocerlos, -les dije educadamente.
Sus padres se quedaron por un momento en silencio mirándonos a ambos y luego se miraron entre ellos, ese simple acto hizo que me pusiera aún más nerviosa y por mi mente pasaron miles de pensamientos negativos.
Pero todo mal se alejó de mi cabeza cuando ambos me sonrieron en grande, la mamá del Esteban se acercó apresurada y me dio un abrazo maternal que desprendía cariño.
-Mi niña no sabes cuanto deseaba conocerte, -me dijo tomando mis mejillas con sus dos manos, -Me llamo Iris, pero puedes decirme tía corazón.
-Señora Iris yo también quería conocerla, -le dije sonriéndole de la misma manera.
-Hola pequeña mi nombre es Luis y soy el papá de este gran muchacho, -se presento sonriéndome de igual manera que su esposa, -Es un gran placer conocerte.
-El placer es todo mío, -le respondí animada.
-Eres realmente preciosa cariño, mi hijo no se equivocó al describirte, -me dijo la señora Iris.
Yo mire al Esteban sonriéndole y el me guiño un ojo.
-Gracias por sus palabras, es usted también muy hermosa, -le respondí siendo totalmente sincera, -Ya veo de donde saco lo guapo el Esteban.
Su padre y ella se rieron por mi comentario y la señora Iris me abrazó nuevamente.
-Ya mamá no me quite a mi mujer, -le dijo el Esteban.
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Entre canciones y bailes. - YOUNG CISTER.
FanficEl y yo éramos polos opuestos más al destino no le importó que fuéramos diferentes cuando decidió unir nuestros caminos. El cantante famoso se volvió el hombre que amaría por el resto de mis días y yo me convertí en su debilidad, la musa por la cual...