Sentí como unos brazos fuertes rodeaban mi cintura y como un calor abrazador me envolvía por completo. No pude evitar sonreír al recordar al hombre que se aferraba a mi con tanta fuerza.
La luz que entraba por mi ventana evidenciaba que la mañana ya había llegado y desee que la noche hubiera pasado más lenta para que ambos no saliéramos de la cama.
Me di la vuelta lo más despacio que pude para quedar frente al Esteban, quería verlo dormir así como el me había mirado a mi la primera noche que dormí ante el.
Sus brazos apretaron mi cintura y un temblor sacudió todo mi cuerpo cuando me di cuenta que hasta durmiendo me protegía inconscientemente.
Lo mire embobada. Era precioso, todo el era perfecto. Se veía relajado y en calma, como si nada ni nadie pudiera perturbar su paz.
Saque mi mano de debajo de las sábanas y con lentitud la guíe hacia su rostro y con mis dedos trace cada parte de su rostro.
-¿Que hice para merecerte?, -susurré para no despertarlo.
Deje un casto beso en su mejilla y con cuidado me levante de la cama, necesitaba ir al baño. Una vez adentro hice lo que hacía cada mañana, me lave el rostro y los dientes.
Estaba apunto de salir del baño cuando oí al Esteban hablar, salí del baño asustada por la aflicción en su voz. Estaba teniendo una pesadilla.
Me acerqué a paso rápido hacia la cama y con mis dos manos tome delicadamente su rostro.
-Mi amor escúchame solo es una pesadilla, -susurre para no asustarlo más, -Abre tus preciosos ojos para mi.
Entonces dejo de respirar agitado y lentamente abrió sus ojos, tenía la mirada perdida pero apenas la enfocó en mi me miró con cariño. Dirigió sus manos a mis mejillas al igual como yo las tenía y me sonrió.
-Perdón por despertarte princesita, -dijo apenado, -No suelo tener estas pesadillas.
-No te preocupes ya estaba despierta, -lo calme sonriéndole, -¿Quieres hablar sobre esa pesadilla?.
-Era sobre el festival, -me comenzó a contar, -¿Que ocurre si lo hago mal?.
Podía notar la preocupación en su voz y en sus ojos, supongo que era normal para cualquier artista pensar de esa manera antes de un show importante, pero aun que eso fuera "Normal" no quería que mi chico se sintiera de esa manera.
-Puede que si cometas algún error en el escenario y eso estará bien, eres un ser humano no un robot. Lo que importará es que sepas seguir adelante y seguir brillando como lo haces aún cuando estás afuera del escenario, -dije siendo totalmente sincera.
Conocía al Esteban desde hace solo semanas pero desde un principio me demostró que era un hombre con valores, era humilde y tenía un gran corazón. Sabia que la vida solo le regalaría buenas cosas.
-Princesa juro que podría hacerte un altar ahora mismo, -dijo sonriéndome en grande y me agarró del cuello para atraerme a sus brazos y abrazarme.
Repartió besos por todo mi rostro y yo me retorcí por las cosquillas que me hacían su bigote.
-¡Basta! tú bigote me pica la cara, -le dije sin aliento y sin dejar de reírme.
-Entonces lo seguiré haciendo, -respondió, -Solo para seguir escuchando esa risa preciosa que me tiene loco.
Mi corazón latió a mil quilómetros por hora y es que jamás me acostumbraría a que todo mi cuerpo reaccionara de esta forma cuando el Esteban decía estas cosas.
Cuando logré separarme de él quedamos cara a cara mirándonos fijamente mientras ambos recuperábamos el aliento.
-Buenos días princesa, -dijo acariciando mi mejilla.
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Entre canciones y bailes. - YOUNG CISTER.
أدب الهواةEl y yo éramos polos opuestos más al destino no le importó que fuéramos diferentes cuando decidió unir nuestros caminos. El cantante famoso se volvió el hombre que amaría por el resto de mis días y yo me convertí en su debilidad, la musa por la cual...