1. Dioses

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Dime que no tenias hambre ese día.

Dime que no es por lo que tienes que quedarte

Convénceme de que tu quieres estar aquí;

Que no es mi trato lo que te mantiene tan cerca.

Tu me elegiste a mi. Tu me amas.

No hay necesidad de hablar, yo se porque te vas.

No voy a bloquear tu camino

Solo dime que soy la razón por la que te quedas.

de Hades a Persephone

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Ya todos conocen la historia de como Hades Dios y rey del inframundo capturó y secuestró a la pobre diosa Perséfone, hija de la diosa de la cosecha Deméter. Como por bendición de Zeus, Hades en busca de esposa se fijó en su sobrina, en un solo descuido de su madre terminó en el inframundo y como se crearon las estaciones. Como al final la desdicha y amargura de una madre provocó que varia gente inocente muriera, como terminó en un acuerdo de convivencia, conforme se movía las estaciones y llegaban nuevas.

Pero todo tiene un principio, déjenme contarles bien el comienzo, mi comienzo. Después de todo soy yo de quien hablan las leyendas y como es que termine volviéndose junto a Lord Hades, mi ahora esposo en el rey del inframundo.

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Otra vez ese sueño...

Nuevamente me encontraba yo en un extraño lugar, uno que no reconocía, pero se sentía familiar. No se trataba de mi hogar, en a lugar no existía aquella calidez y luz en el ambiente, los suaves toques del sol, no había nada más que absoluta oscuridad, un silencio sepulcral junto aquel extraño toque de elegancia y frialdad. Sabía bien que no era algo de mi estilo, ni siquiera el de mi pa, claramente se volvería loco si se encontrara en ese lugar. Papá odiaba tan solo el hecho de escuchar la palabra muerte o el frío que helaba tu sangre, después de todo siempre fui criado con amor y calor.

-Ahí estás...-una profunda y grave voz, provocó que saltara, un hombre alto de traje se acercó justo a mi lado, no lo podía reconocer había algo que en mi mente o tal vez en mi sueño no dejaban ver su rostro era oscuro.

Detestaba este tipo de sueños, aquellos que creía que tenían significado en mi vida, pero cuando muy morillo le conté a papá terminó por decirme que eran solo eso, un simple sueño.

-Veo que estás nuevamente callado, es inusual viniendo de ti.

-¿Quién...?-susurre un tanto inseguro, sin saber bien porque, siempre fui alguien curioso y energético, no conocía cuando callar, esa es un defecto de nacimiento y por el que he recibido varios regaños, aquel hombre me extendió su brazo, el cual instintivamente tomé sin saber bien la razón, gritando en mi interior que no lo hiciera, que ese tipo podría ser un ladrón o robarme.

Si algo había aprendido bien de papá, era nunca confiar en nadie que no sea tu propia familia, las personas son seres engañosos y más aún... esas personas, aquellas que jure alejarme cueste lo que cueste, pero entonces... ¿por qué no siento temor, ni rechazo por este extraño hombre?... Es como sí... me sintiera en casa...

-Todos nos esperan, mi rey-susurro con aquella encantadora voz, que llenaba mis oídos y me hacía sentir miles de emociones, mismas emociones que pensaba no sentir, que negaba con todo mi ser sentir. Pero aquí estaba escuchando aquella maldita voz que removía mi estómago, deseaba saber quién era ese hombre, que me hacía sentir de esta manera, esas extrañas sensaciones que nunca antes sentí.

Pomegranates and bonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora