ONA.
Mi cabeza explota cuando la luz impacta en mis ojos y intento despertarme. Me duele un montón la cabeza. Siento un peso en mi cintura y abro los ojos desorientada. Miro mi cuerpo y llevo una camiseta del Barça en mi cuerpo que me viene enorme y un fuerte brazo en mi cintura que me pega decisivamente a un cuerpo.
Veo que no estoy en mi habitación, es una habitación entera de blanco y negro. Me giro delicadamente sobre mi misma y me encuentro a Marc durmiendo tranquilamente mientras me pasa un brazo por la cintura pegandome a él.
Joder Ona, que vergüenza...
Intento recordar algo de anoche pero no me acuerdo de nada. Me quedo mirando a Marc, tiene los labios entreabiertos, sus pestañas decoran sus ojos y tiene el otro brazo flexionado por debajo de la almohada haciendo que se le marque el músculo del brazo ya que va sin camiseta. Es una puta obra de arte este chaval.
Osea, estoy durmiendo con Marc Guiu, con su camiseta, y con su brazo en mi cintura, tierra trágame ya...
—Me caguen la mar salá—maldigo en un susurro con mi vena valenciana poniéndome las manos en la cara para intentar espabilarme un poco.
Me giro para intentar salir de la cama, pero cuando voy a hacerlo la presión en mi cintura augmenta pegándome más a su cuerpo impidiendo que salga de la cama.
—¿Qué tal la resaca Torres?—me pregunta con voz ronca contra mi nuca haciendo que yo suspire mientras me giro sobre mí misma a mirarlo con una sonrisa boba.
Dios Santo Bendito, este hombre es una obra de arte, está demasiado bueno. Va sin camiseta haciéndome babear con su cara de recién levantado, es una puta maravilla, sus labios carnosos están hinchados y sus ojos cerrados decorándolos con sus pestañas. Ona tío, has dormido con un dios del olimpo y no lo sabías.
—¿Qué hago aquí Marc?—le pregunto mientras él sigue con los ojos cerrados y dibuja una sonrisa.
—Digamos que no te pudiste resistir a mis encantos y puedes imaginar lo demás—me dice abriendo los ojos y conectándolos con los míos mientras se acerca más a mi rostro. No solo eso, sino mientras me mira y nuestros labios están a escasos centímetros su brazo sigue ahí, aferrado en mi cintura y su pulgar hace ligeras caricias por encima de la camiseta.
—No hicimos nada, sino me acordaría Guiu—le digo mirando sus ojos color café y él sonríe.
—A claro, te acordarías porque no todo el mundo se puede tirar a Marc Guiu—me vacila ya de buena mañana haciendo que le de un manotazo en su pecho desnudo.
—No me tendría que haber tomado el último chupito— le digo mientras me tumbo boca arriba y me froto la cara con una resaca que te cagas.
—No te confundas rubia, no tendrías que haberte tomado los últimos cinco cubatas—me dice mirándome y yo le saco el dedo.
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SEMPRE TÚ - MARC GUIU-
Fiksi RemajaOna es una estudiante de magisterio de 19 años con una vida familiar complicada. Su madre los abandonó a ella y a su hermano mayor, Ferran, cuando eran pequeños aunque con su padre mantienen una relación un poco distante. Ferran, de 23 años, ha asum...