Ona es una estudiante de magisterio de 19 años con una vida familiar complicada. Su madre los abandonó a ella y a su hermano mayor, Ferran, cuando eran pequeños aunque con su padre mantienen una relación un poco distante. Ferran, de 23 años, ha asum...
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ONA.
Tulipanes, rosas, amapolas, margaritas y claveles. Mis ojos se pierden es esta inmensidad de colores y texturas en la pared de esta preciosa tienda.
—Mirar, ¿Qué os parecen estas?—me dice Sira ilusionada enseñándome un pequeño ramo de rosas azules.
—Me encantan, son preciosas—me digo tocando los sedosos pétalos de las rosas.—Yo le pondría esto también—le digo yo cogiendo un par de tulipanes blancos.—Mira, que bien queda el contraste—digo juntando las rosas azules con los tulipanes.
—Con un buen lazo de estos tienen que quedar preciosas—dice Aurora, la hermana de Gavi, colocando un lazo en el tallo de ellas.
—Me encanta, si, sin duda va a ser este—me dice ella contenta mirando el ramo que hemos formado y yo sonrío al verla tan ilusionada.—Voy a hacer el encargo ya—me dice ella yendo hacia el mostrador para encargarlas.
Quedan menos de 15 días para que mi hermano y Sira pasen por la iglesia y se declaren marido y mujer, no sabéis lo contenta que estoy por ellos. Estamos haciendo los últimos detalles ya que Sira me pidió que la ayudara en esto, y yo más contenta que nadie la estoy ayudando.
Si si, todo perfecto, pero lo más importante no lo tenemos. El vestido de novia. Digamos que Sira es muy muy indecisa y para ella todos son ideales, hasta que se ha plantando con muy pocos días de antelación y ya va siendo hora de que elija alguno. Bueno, yo tampoco tengo nada pensado para ponerme, siempre me pasa igual y luego me pongo lo primero que pillo, aunque esta vez quiero hacerlo diferente ya que es la boda de mi señor hermano.
—Vale, perfecto, gracias—dice Sira a la dueña de la floristería antes de salir de ella.—Que bonito está quedando todo—me dice ella pando un brazo por mis hombros mientras caminamos al coche.
—Va a quedar todo increíble, va a ser de película tía—le digo yo contenta dejando un beso en su mejilla.
—Y ahora vamos a por lo más importante, el vestido de novia—dice Sira abriendo el coche con el mando.
—Lo más importante y lo que no tienes aún señorita—dice Aurora sentándose en el copiloto mientras yo me pongo en los asientos de detrás.
—Ay ay, no me agobiéis—dice ella sentándose para arrancar—Vamos a por Ana y Marta, venga—nos dice arrancando y metiéndose en la carretera.
Marta y Ana son amigas de Sira desde que tenía pañal. Yo ya conocí a Sira siendo amiga de ellas y la verdad que son inseparables, y como no podía faltar, en un momento como estos, tendrían que estar a su lado.
Por cierto, esta tarde ya me quitan los puntos de las cicatrices por fin. Fui hace nada y me dijeron que los aguantara un poco más si quería que no se notaran tanto, y eso hice. Desde lo de el accidente no cojo mi coche, y no me veo capaz para ello, incluso solo me subo a coches de mi familia y Marc, los intento evitar a toda costa, he cogido algo de miedo.
