𝐄𝐬𝐭𝐫𝐞́𝐬 𝐝𝐫𝐞𝐧𝐚𝐝𝐨.
—¿Eres tonto? —sonríe al fin, sin apartar la mirada de la mía—Los chicos no saben nada sobre bebés. El único que sería de ayuda podría ser Jin, pero te recuerdo que todos ustedes estarán grabando juntos, así que eso es imposible —la observo con culpa, frunciendo el ceño, pero ella acaricia mi mejilla con la calidez impresa en sus yemas y continúa:—… Además es muy probable que Ashley venga a visitarnos el fin de semana —mi rostro me expone aunque no quiera, estoy preocupado y ella lo sabe—. Ey, tranquilo, estaremos bien, solo son dos días más —besa mi mentón—. Después te tendré todo para mí —pronuncia rozando nuestros labios, incitándome—. Ahora, por favor, cuida un rato a los niños. Necesito tomar una larga ducha, tengo los músculos demasiado tensos —se aleja de mí sin soltar mis manos—. Te dejé unos biberones en la nevera, no los calientes mucho, y antes de dárselos ponte unas gotitas sobre tu mano para comprobar su temperatura, ¿está bien? —consulta ya mucho más alegre.
Me ve asentir y suelta mis manos, partiendo a nuestra habitación.
Yo suspiro sentándome en el sofá, estoy cansado por el viaje y tengo ganas de comer algo, así que encargo pizza.
Me inclino para tomar el control, pero justo cuando enciendo la tv, los llantos de mis pequeños me avisan que despertaron, así que en un santiamén voy a verlos.
—Hola, mi preciosa, BonGi-ah —al escuchar mi voz su llanto se detiene, y me observa con sus grandes ojitos avellana, los cuales todos dicen que heredó directamente de mí, ya que son iguales a los míos, grandes y expresivos.
Ella tiene las manitos hechas un puño, y noto que SugMin está igual de expectante observándome.
—Hola, mi hermoso, SugMin-ssi —lo saludo poniendo la voz mas tierna y aguda que me sale, mientras rasco las pancitas de ambos haciéndolos reír, lo que provoca que yo también ría con ellos.
—Vaya, vaya. Parece que te prefieren más a ti, que a mí que los di a luz —pronuncia cruzada de brazos desde el marco de la puerta; al parecer aún no se había metido a bañar.
—No creo que sea eso. Lo que ocurre aquí es que este par de preciosuras extrañaron a papá —levanto a BonGi acariciando su pequeña nariz con la mía, y la pongo en el coche—. ¿Verdad que sí? —viro levantando a SugMin, quien desvía la mirada a su madre y estira sus bracitos en su dirección.
—Hola, bebé —saluda ella, procediendo a acercarse para besar su mejilla y también el dorso de su diminuta manito.
Una vez se aleja, pongo al niño junto a su hermana en el coche, entonces Emily continúa su relato:
—Papá se encargará de ustedes por treinta minutos, pórtense bien, y lloren mucho sí su biberón está muy caliente —ríe un momento y besa la frente de ambos. Vuelve erguirse, quedando frente a mí, que la miro con una mezcla de indignación fingida y susto. Pero ella toma mi mano entre las suyas y vara sus orbes centellantes en los oscuros míos—. Ya dejé los biberones listos sobre la encimera, te los traeré y tú los alimentarás dentro de unos minutos —se da media vuelta haciendo bailar su coleta en conjunto con la falda de su camisola, y sale a paso rápido del cuarto.
—Espero hacerlo bien —musito por lo bajo, y volteo a verlos con una sonrisa, ellos se están quedando dormidos abrazados, es como si verme los hubiese calmado.
ESTÁS LEYENDO
»𝑬𝒎𝒊𝒍𝒚 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒔𝒕𝒐𝒓𝒚 ³ 𝒆𝒕𝒆𝒓𝒏𝒂𝒍 ⚜️«
Fanfiction[Libro 3] Las amenazas aparecen en su vida al mismo tiempo en que su relación empieza a irse en picada. Emily deberá hacer todo lo posible por proteger a sus bebés y a ella misma, de este enemigo del que no sabe absolutamente nada, ni siquiera como...