[Libro 3] Las amenazas aparecen en su vida al mismo tiempo en que su relación empieza a irse en picada. Emily deberá hacer todo lo posible por proteger a sus bebés y a ella misma, de este enemigo del que no sabe absolutamente nada, ni siquiera como...
Estábamos en una reunión grupal con el CEO de la empresa...
—Chicos, ustedes saben que su incipiente fama está incrementándose y que la opinión de los fans sobre cada miembro del grupo es vital en este momento de crecimiento, ¿verdad? —el serio hombre de anteojos transparentes, que rondaba por alrededor de los cincuenta años y vestía un costoso traje gris, entrelazó sus manos sobre su elegante escritorio negro mate, el cual era bastante extenso.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Claro, somos conscientes de ello —respondió Namjoon con las manos unidas en su espalda baja.
—Pero, ¿por qué lo menciona? —Taehyung se removió en su lugar. Los seis estábamos de pie frente a él.
—Lo traigo a colación por la situación de Jungkook —me apuntó con su bolígrafo azul marino y todas las miradas recayeron en mí.
—¿Mi situación...? —negué con la cabeza, desorientado.
—Sí, tu situación sentimental y paternal, Jungkook. Eso se nos puede volver en contra si llega a oídos de los fans y la prensa —acomodó sus lentes subiéndolos por el puente de su nariz, dejando el bolígrafo a un costado, destilando preocupación.
—Lo sé, pero creí que no importaría ya que no lo discutió hasta hoy, señor Hwang.
No me gustaba nada el sesgo que comenzaba a tomar esta aciaga reunión.
—Importa, importa bastante. Tanto que deberán ocultarlo de todos: personal del staff, redes sociales, y por sobre todas las benditas cosas —hizo una breve pausa para calarnos con su mirada antes de seguir enumerando con sus dedos—... De la prensa y los civiles. Los fans no pueden saberlo, al menos no en esta estancia. De otro modo, tendrás que dejar atrás tu sueño y abandonar la banda —se encogió de hombros, testeando nuestra reacción.
Namjoon dio un paso al frente—Haremos lo que usted pide, no se preocupe. Nadie lo sabrá —confirmó nuestro intachable líder, sin una pizca de duda.
—¡Así será! —dijimos al unísono, haciendo una reverencia grupal que podría costarme mi familia, mi sueño, o en el caso más extremo, ambos.
—Me alegra saberlo. Vayan a continuar con su agenda, los esperan en maquillaje —hizo un ademán direccionado a la salida y sonrió, apoyando su espalda sobre el respaldar de su ostentosa silla de cuerina oscura, satisfecho de saber que obedeceríamos su orden sin chistar.
—¡Trabajaremos duro! —enunció Jimin, alzando su puño en el aire.
Todos nos inclinamos nuevamente y salimos de aquella oficina.
Bufé intranquilo—Emily no lo tomará nada bien —cubrí mi rostro con ambas manos, sintiendo el agobio de la presión sobre mis hombros.
—No seas pesimista, Jungkookie, ella lo entenderá y te apoyará como siempre lo ha hecho —sonrió Hoseok con confianza, masajeando la parte trasera de mi cuello.
