𝐓𝐮́ 𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐦𝐢 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚.
—Sígueme —ordenó Jungkook moviendo su cabeza con evidente decisión. Entonces ambos pelinegros ingresaron a la estación policial.
El lugar no era muy grande, sin embargo, la mayoría de los agentes estaban ocupados, ya sea con papeleo o con denuncias y llamados.
“Genial, gran inicio”. Pensó Jeon exhalando. Y no tardó mucho en dirigirse con una resplandeciente sonrisa en sus labios a una policía que estaba libre por la zona de la cafetería.
—Disculpe —pronunció afable su seductora voz masculina, llamando la atención de la castaña que acababa de llenar su taza de humeante café negro.
—Oh, que hermosos bebés. ¿Son sus hermanitos? —ella intercalaba su mirada curiosa entre sus criaturitas y su rostro, que ahora estaba serio.
—No. Son mis hijos. BonGi y SugMin, los gemelos inseparables —sonrió otra vez, notando que sus pequeños tenían sus ojitos fijos en él—. Estamos buscando a su madre, porque como puede ver por como se llevan la manito a la boca, tienen hambre.
—¿S-su madre? —los orbes de la oficial se abrieron desmesurados y casi se ahoga con el líquido caliente de su taza.
—No lo mal interprete, ella es inocente, no le haría daño a nadie, es muy dulce y pacífi…
—¡Le digo que soy inocente, carajo! —el grito de Emily alertó a los tres.
—Ah, es ella. Disculpe —le hizo una reverencia y caminó directo a la mamá de sus pequeños.
—¡Emily! —Minhyuk había llegado primero, revolucionándola.
—¡Es él, estaba con él y su abuela! —su lúdica voz sale atenazada por la ansiedad—. Y allí están mis bebés —en cuanto los vio en brazos de su padre, rompió en llanto, provocando que los orificios nasales de Jungkook se expandieran como los de una bestia enardecida.
—¿Quién es usted? —indagó el cerdo xenófobo, escrutando el rostro de Minhyuk con esquivez.
—¿Por qué la tiene esposada? —interrumpió el padre de sus bebés, con la vena de su cuello pronta a reventarse de lo sulfurado que se hallaba. Esas frías esposas se veían demasiado ajustadas, su aperlada piel estaba enrojecida en las muñecas.
—Eso no le importa —ignoró a Jeon y devolvió la vista al otro—. ¿Cuál es su nombre y qué estaba haciendo anoche minutos después de la medianoche?
Jungkook se tragó las palabras que quería escupirle y dejó que su rival hablase:
—Soy Lee Minhyuk, señor. Anoche estaba con ella y mi abuela, Kim Yeonam. Cenamos juntos en su departamento —su pálida mano apuntó a la atribulada madre primeriza.
El panzón hombre chasqueo la lengua contra su mejilla.
—¿No la piensa soltar? —insistió Jungkook, echando fuego por los ojos.
—Aún intentamos comunicarnos con el dueño del edificio para que nos confirme esto, y si es posible, que nos de las grabaciones de las cámaras de seguridad. No nos fiamos de gente tan cercana a la sospechosa, por lo que todavía no puedo dejar que se vaya —rió satisfecho, empujándola para que camine—. Muévete —espetó a regañadientes.
—¡No la empuje! —clamaron los pelinegros al unísono, como si hubiera cometido una gran falta.
En tanto el veterano la encerraba en una celda provisoria que estaba a la vista de todos, Jeon le pidió a Lee que sostuviera a los bebés, y salió como alma que corre el diablo, directo a Namjoon. Él necesitaba ir a buscar al dueño del edificio, lograr que liberen a su ricitos de oro.
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»𝑬𝒎𝒊𝒍𝒚 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒔𝒕𝒐𝒓𝒚 ³ 𝒆𝒕𝒆𝒓𝒏𝒂𝒍 ⚜️«
Fanfiction[Libro 3] Las amenazas aparecen en su vida al mismo tiempo en que su relación empieza a irse en picada. Emily deberá hacer todo lo posible por proteger a sus bebés y a ella misma, de este enemigo del que no sabe absolutamente nada, ni siquiera como...