10.

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𝐃𝐞𝐬𝐚𝐩𝐚𝐫𝐞𝐜𝐢𝐝𝐚.

     Estaba por dar un salto, debía girar a la izquierda e ir hacia atrás para que Jimin tomara mi lugar.

Procura usar protección, no querrás tener que negar a más bebes”.

Ese pensamiento me hizo trastabillar, salté mal y giré hacia la derecha, chocando con Jimin.

—Lo siento —agitado me pongo de pie rápido y lo ayudo a levantarse.

—No te preocupes, para eso practicamos. Mejor que pase aquí y no en la presentación —sonrió haciendo que sus ojos de medialuna se cerrasen. En tanto ambos nos reincorporábamos en nuestros sitios.

—Muy bien, vamos desde el principio, uno, dos, tres y cuatro —explicaba Hoseok moviendo sus brazos y piernas, siguiendo el ritmo de la música.

Todo iba bien, hasta que:

“¡No tienes derecho a decirme qué hacer! No después de proclamarme como la mujer de TU HERMANO. ¡Me decepcionas, ni siquiera puedo reconocerte!”

Moví mi brazo con demasiada fuerza hacia atrás, impactando mi codo en la frente de Taehyung.

—¡Ahg, demonios, siento que mi cerebro rebotó dentro de mi cabeza! —se queja adolorido Tae, sentado en el suelo con las manos en el centro de su frente.

—¡Aishh! —pateo al aire—Lo siento mucho, hyung —le hago una reverencia y vuelvo a erguirme, procediendo a beberme toda la botella de agua sin pausas.

—Creo que debemos dejar la práctica hasta aquí —menciona Jin observándome con seriedad, y luego a Namjoon. Ambos saben que la discusión con Emily me había afectado. Pese a que había logrado suprimirlo sin problemas durante la sesión fotográfica y la entrevista, no había corrido con la misma suerte a la hora de hacerlo durante la práctica de baile. Pues a cada momento el llanto de mis pequeños llegaba a mis oídos, y me preguntaba qué estarían haciendo ahora.

Tampoco podía olvidar su mirada, inundada de rabia, dolor y decepción, que corroía mi concentración al punto de hacerme tambalear física y anímicamente.

Sin dudas necesitaba parar.

[…]

     —¿Seguro que no quieres probar la carne? Usé la receta de Yoongi —instó intentando avalentarme sin éxito.

—Está bien, Jin-hyung, no tengo hambre —pronuncié apoyado en la baranda del balcón, observando con nostalgia la luna, que era opacada por unas cuantas nubes traslúcidas, debido a que el cielo estaba igual de encapotado que mi atormentada mente.

—¿Emily sigue sin responder tus llamadas? —indagó apoyándose en la esquina de la baranda.

—Así es —suspiré compungido—, pero eso no es lo peor. Llamé a mi madre y ella dice que no está en casa. Estoy tan preocupado, hyung —me giré, dándole la espalda al cielo nocturno, cubriendo mi rostro con ambas manos, la situación me estaba sobrepasando.

—¿Qué hay de Ashley, ella tampoco tiene información? —Jin estaba empezando a sentir el peso de la preocupación, al igual que yo.

—No, ella dice que le envió un mensaje a eso de las dos treinta de la tarde, diciéndole que no viaje a Busan porque ella ya estaba en Seúl y la iría a ver mañana. Sin embargo aún no responde el último mensaje que Ashley le envió —me dejé caer al suelo, sintiéndome una gran mierda—. Temo que les haya pasado algo por mi culpa, debí contarle todo antes —mi voz sale demasiado afectada y ya no puedo retener las lágrimas.

»𝑬𝒎𝒊𝒍𝒚 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒔𝒕𝒐𝒓𝒚 ³ 𝒆𝒕𝒆𝒓𝒏𝒂𝒍 ⚜️«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora