La carrera de Bellas Artes de Linkon city recibiría en el auditorio de su universidad a Rafayel Qi.
La noticia se había extendido como pólvora por cada rincón del campus durante más de un mes. Muchos estudiantes que seguían de cerca la carrera artística de Rafayel - fuesen o no del departamento de bellas artes - parloteaban emocionados por los pasillos. Era como si una estrella fuese a estrellarse contra el planeta y ellos apreciarán esa lenta llegada.
- Zhēnzhū, ¿Asistirlas a la conferencia? ¿No tenías que viajar hoy a visitar a tus padres?
Perla volteó a mirar a la pelirroja que se sentaba a su lado como si la hubiese sacado de un trance. Lana parecía desinteresada, pero era solo una fachada, realmente eran lo más cercano a una amistad con la competencia.
- ¿Uh? ¿Era el día de hoy?
- Estuviste emocionada revisando las páginas oficiales de la universidad ¿No lo recuerdas?
- Ah... ¿Qué día es? Juro que había puesto una alarma.
Las pestañas de Lana revolotearon en un gesto de incredulidad absoluta. Cuatro años en un mismo curso de Escultura y modelismo; y luego los dos años de carrera que llevaban por el momento le habían dejado en claro que Perla era tan despistada como enérgica. Pero al parecer siempre cabía la oportunidad de que su naturaleza olvidadiza empeorara.
- Mañana. Es mañana.
- Entonces no es algo por lo que deba preocuparme ahora.
- Almuerzo.
- A las tres.
- Zhēnzhū... Son las cuatro.
Perla la miró incrédula. Si, hora de un break.
Los días estaban siendo muy agradables. Lana y Perla habían tomado asiento bajo la sombra de los árboles. Los estudiantes pasaban de un lado a otro y los beep beep de los robots OTTO mantenían un ritmo colectivo casi molesto.
Habían ido por unos bollos de carne y limonada de fresa al kiosko más cercano. Algo ligero antes de volver a trabajar en sus asignaciones.
- Lana.
- ¿Mhm?
La pelirroja de pocas palabras bebió despreocupadamente, bajando por sus redes sociales como una actividad sin importancia.
- ¿Crees que hayan cosas destinadas a suceder?
Lana alzó una ceja, saliendo de su pequeña burbuja de acciones superficiales con una pregunta demasiado abstracta.
— ¿Estamos en ese momento del día donde nos cuestionamos nuestra existencia?
Perla sonrió resignada. No esperaba una respuesta honesta de Lana, y en gran medida agradecía que no tomara tan en serio sus repentinas preguntas porque con demasiada frecuencia solía mencionar cosas fuera de contexto relacionadas con sus pensamientos más profundos. Esos dónde seguía siendo una existencia pequeña bajo el mar.
— Solo preguntaba.
La pelirroja la observó atentamente unos segundos antes de decidirse a hablar.
—... No, el destino es una excusa para los que no están listos para tomar decisiones y arriesgarse.
—... Supongo que tienes razón.
Aunque había vivido cerca de catorce años como una humana, habían cosas que no terminaba de comprender. ¿Por qué no habría de creer en el destino cuando ella, siendo una perla oculta en las profundidades, emergió como un milagro en las olas? Tal vez, los humanos daban por sentadas muchas cosas que son maravillosas y físicamente imposibles. La vida misma era una jugarreta del destino.
Dios del océano ¿Aún puedes escuchar mis plegarias?
Nota de autor:
OTTO: es un robot esférico flotante que está repartido alrededor de Linkon City.
Estoy dando señales de vida con un nuevo capítulo, deben ser las actualizaciones más seguidas en un largo tiempo aquí en mi cuenta.
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𝐏𝐞𝐪𝐮𝐞𝐧̃𝐚 𝐏𝐞𝐫𝐥𝐚
Fanfiction↛ 𝐔𝐧𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐥𝐚 𝐧𝐨 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐯𝐞𝐫𝐭𝐢𝐫𝐬𝐞 𝐞𝐧 𝐮𝐧 𝐡𝐮𝐦𝐚𝐧𝐨. ✿ Inserción de OC (personaje original) dentro de la historia que ya conocemos de LnDS. ✿ Puede que haya momentos donde no me mantenga fiel al Lore del canon, o qu...