Capítulo 4

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Alena Landam:

__ Buenos días.

¿Qué tienen de buenos?

Paso a su lado ignorándola, continuo enojada con ella por meterse en todo, como si no fuese suficiente verla en mi casa ahora también tengo que verla en mi trabajo. Pase dos malditos años sin saber de ella y ahora la tengo hasta en la sopa, incluso tengo miedo de meterme a bañar y que el espejo me muestre su reflejo. Me esta dejando mal, esta jugando con mi cabeza.

__ ¡Tía! __ Elisa normalmente ya se encontraría lista para llevarme al trabajo, pero hoy no la veo por ningún lado. Estoy dispuesta a subir a buscarla a su habitación, pero escucho a Atenea raspar la garganta.

__ Salió muy temprano a supervisar la siembra.

__ Bien, me llevará la señora Catalina entonces.

__ Creo que las mujeres de su edad necesitan descansar. ¿Vas a ser capaz de interrumpir sus sueños?

Pura manipulación mental con esa mujer, debería de estar acostumbrada, me cae peor que sea capaz de realmente meterse en mi cabeza y ahora realmente estoy sintiéndome mal, no quiero despertar a Catalina, ah, es tan tierna, debe estar durmiendo felizmente. Pero yo necesito trabajar.

__ ¡Agh!

__ Mi auto es grande y caben más de dos personas __ ay no, ahí va __ Max es buen conductor, ¿cierto?

__ Conduzco muy bien __ Max asiente, él y yo solíamos ser buenos amigos, siempre platicábamos y nos quejábamos juntos de Atenea y ahora es un traicionero, está de su lado, la apoya en todo.

__ ¡Oh! Y mi destino casualmente es el mismo que el tuyo, ¿cierto, Max?

__ Cierto.

__ Ambas trabajamos ahí, ¡Que coincidencia!

Ay ya, me quiero morir.

La miro incrédula y ella lleva las manos hacia atrás y ladea la cabeza con una sonrisita inocente, pero de inocencia no tiene nada esta mujer.

__ No te soporto __ Avanzo hacia ella y la tomo del brazo obligándola a caminar conmigo __ vamos, Max.

En auto me espera otra trampa. Mi plan era subirme de copiloto, así estaría al lado de Max y no atrás con ella. Pero casualmente el asiento delantero esta siendo ocupada por dos grandes cajas.

__ Ah si, unas compras que hicimos, ¿Cómo es posible que se nos haya olvidado bajar eso, Max? __ Atenea finge demencia.

Jodida maniática del control.

__ ¡Oh, señora! Cuanto lo siento, realmente se me olvido y ahora esta ahí estorbando.

__ Que pena, ahora Atenea tendrá que ir atrás y estar conmigo.

Ella dice eso con cara de lástima y chista la boca, luego abre la puerta para mi invitándome a subir.

Que bueno que no se dedican a actuar porque ambos morirían de hambre.

Al final ella siempre consigue tenerme donde quiere, aun así dentro del auto me siento lo más alejada posible, tan pegada a la puerta que si llegara a abrir yo saldría rodando por todo el pastizal. Atenea ni siquiera se mueve, ella esta sentada derecha justo en el medio, con la vista al frente a pesar de que no soy capaz de ver sus ojos debido a sus lentes de sol. No se mueve ni intenta tocarme, tampoco me habla, ella sólo existe, firme y con esa sonrisa de triunfo en los labios.

Sabe que su sonrisa de "siempre consigo lo que quiero", es suficiente para tenerme furiosa.

La luz de mi celular parpadea notificándome que me ha llegado un mensaje, Atenea voltea a verme y luego regresa la vista al frente.

Las tres "L" básicas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora