Las tres "L" básicas.

Prólogo

Yanina Sorni:

Ay, ay, ay.

Mi madre me mira de manera extraña debido a mis quejas, bajo las escaleras como puedo, saltando en un solo pie mientras intento colocarme el segundo de mis zapatos.

__ Siempre tarde.

__ Buenos días, mami chula __ en el último escalón me paso a caer, pero me sostengo del barandal, mamá me mira con las manos en las caderas visiblemente enojada __ lo siento.

¿Por qué me disculpo? La que se iba a tirar los dientes a si misma soy yo.

__ Ya esta el desayuno.

__ No me da tiempo __ corro hacia la mesa y tomo una de las tostadas sobre ella masticando con prisa __ tengo que recibir a los nuevos profesores y tengo que dar la bienvenida a los alumnos, ¡Dios! Tengo tanto que hacer.

__ Si te levantaras a la hora que te hablo.

__ Mientras me regañas pasan los segundos __ ella continúa hablando, pero la ignoro mientras bebo con rapidez toda el agua de la jarra.

__ ¡Hey! Sírvete en un vaso, ¿Por qué tienes que beber de la jarra?

__ ¡Es tarde mamá! __ me limpio los labios con el dorso de la mano, ella gruñe y me regaña de nuevo __ tic tac, tic tac, es tarde, me voy.

__ ¡Yanina! __ me despido con la mano y corro hacia la puerta __ ¡Yanina Sorni!

__ ¡Adiós, mamá!

Finalmente salgo de casa, aquí no hay taxis ni nada en que transportarme, es bueno que nos hayamos traído el auto en la mudanza, incluso si papá estaba enojado porque de hecho se lo robe.

Llegando a la escuela, la cual es nueva en el pueblo y en la que he sido nombrada directora, me apresuro a llegar a la oficina, soy la primera en llegar y eso es bueno. En media hora los profesores estarán aquí, este es el primer día de clases, el primer día de funcionamiento oficial. Estoy tan emocionada.

Debo ser la única idiota que acepto venir a dirigir una escuela en el campo, claro, ningún director ni subdirector experimentado vendría a sumergirse en el bosque para dar clases, pero yo lo hice, era una magnifica oportunidad para los que apenas escalamos como yo, así que claro que la tome.

De mis pertenencias obtengo un espejo, me miro en él, mis rizos están magníficamente definidos, es precisamente en eso que pierdo tiempo todas las mañanas. Por que claro, todas las chicas quieren ser rizadas, pero no tienen ni idea del trabajo que eso significa todo el tiempo.

Bien, estoy bien, morena, rizada, sonriente, parece que soy buena persona, me veo confiable, es lo importante. Confiable, que tu personal confíe en ti.

Tu puedes, Yanina Sorni.

Directora Yanina Sorni.

No fue una sorpresa que la mayoría de mis profesores fueran jóvenes, realmente me lo esperaba, es decir, ¿un profesor con años de experiencia mudándose al campo? Muy pocos se atrevían a hacerlo, así que claro que me mandaron a los chicos que aún querían forjarse un camino, nada extraño, lo mismo que yo.

__ Este es un día muy importante, hay muchos chicos aquí que no han tenido oportunidad de estudiar antes o que para hacerlo han tenido que mudarse alejándose de sus familias para poder continuar con sus estudios. Hasta ahora aquí solo había educación básica, hoy somos profesores de preparatoria, hoy formamos a los futuros universitarios del mañana.

Los profesores no son muchos, la escuela no es muy grande porque la comunidad tampoco lo es, eso no quita la importancia de nuestro trabajo, además, aún falta contratar más personal, es algo complicado encontrar personas dispuestas a cambiar por completo su vida para dar clases.