Momentos antes...
Alena Landam:
La única manera de arruinarme un día por completo sería haciéndome perder una de las cosas que más amo y que más me gusta hacer en la vida.
Ser profesora.
Así que Diana Marel lo hizo, cuando bajó del escenario y dejó a Yanina a cargo, le tomó menos de diez minutos desaparecerse y luego presentarse frente a mi con un carpeta amarilla y documentos en ella que causaron mi total enojo y frustración.
Tres de mis alumnos asignados no habían logrado aprobar, eso disminuía mi tasa de efectividad en un diez por ciento. Uno que comparado con el 90% de éxito no era nada, aunque para Diana era suficiente como para empezar a joderme el día.
__ No lo lograste, Alena. Para que veas cuan generosa soy quiero que sepas que no te despediré, serás degradada.
__ ¿Tenías que venir a decirme y traerme esto ahora? ¿En medio del evento?
Se encoge de hombros, con esa sonrisa ladina que muestra claramente cuanto le gusta burlarse de mí, y cuanta satisfacción le causa.
__ Sigue siendo un día de trabajo, así que, no le veo el problema en decírtelo ahora.
__ ¿A que se refiere con degradarme? ¿Me quitaras horas?
__ A que ahora eres de intendencia, limpiaras las aulas, los pasillos, todo, supervisaras a los alumnos desde fuera y sólo darás clase a un solo grupo. A partir de ahora tu puesto deja de ser el de profesora.
Es una broma. Siento el peso de la injusticia caer sobre miss hombros. Tras años de dedicación y esfuerzo, ser degradada a intendente es una humillación difícil de aceptar.
La miro esperando que me diga que no es verdad. Ella permanece sería.
__ No soy personal de limpieza, soy profesora.
__ No hasta que te lo merezcas.
__ ¡Me lo merezco! Me diste treinta alumnos a nada de perder todo el ciclo escolar, me hiciste regularizarlos en un tiempo imposible, con un examen hecho por ti, y una cantidad de temas imposibles. ¡Y lo hice!
__ Te dije que ninguno de ellos podría reprobar, acepta tu castigo y compórtate como una persona madura.
Una persona madura.
Levanto la carpeta frente a sus ojos y la aviento al suelo, me quedo únicamente con el papel que ahora tengo que firmar donde doy mi consentimiento para ser castigada al darme el puesto de intendente.
Madura he sido todo este tiempo respetándola y cumpliendo sus ordenes y caprichos, respetando la jerarquía del poder y siendo una buena empleada, y ahora estoy harta.
Así que puede meterse la madurez por donde le quepa.
Me encargo de que vea bien el documento en blanco y lo parto a la mitad frente a sus ojos, haciendo los pedazos cada vez mas pequeños mientras van cayendo junto a mis pies. Ya me ha humillado lo suficiente todo este tiempo, ya la he dejado pasar por encima de mi como si nada.
Así que la miro a los ojos esperando que le quede claro que no seguiré siendo su burla, y que recuerde que compartimos el mismo apellido, y que, aunque yo lo lleve en segunda posición eso no me hace más débil que ella.
__ No seré tu conserje, no trabajaré donde no me valoren, renuncio.
__ Renuncia, no me importa. Eres reemplazable. Trabajaras hasta que yo encuentre quien cubra tu puesto, no pongas esa cara, es lo que dice tu contrato.
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Las tres "L" básicas.
Historia CortaDestruiría cualquier lugar del mundo para que no tengas más remedio que quedarte donde estoy yo. Personajes extraidos de "Entendido profesora". Pasa a mi perfil a leer los primeros libros, muchas gracias por tu apoyo.