Capítulo 25

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Alena Landam:

EL AMOR DE MI VIDA ESTA CONMIGO

He estado todo el tiempo unida al señor Pambazo como si mi vida dependiera de ello, incluso Atenea ha empezado a sentir celos de él y yo le dije que se calle y no se queje, porque si estoy así es culpa de ella por perderlo, así que quiero darle todo el amor del mundo.

El problema es que el señor Pambazo no me quiere y no valora mi amor. El señor Pambazo es una cosa bárbara y ya me di cuenta de que tiene preferencias, por ejemplo, a mi mamá Angela, a la señora Tony, a la tía Elisa y a mí no nos hace ni caso y se vuelve arisco si queremos tocarlo, incluso nos quiere rasguñar y nos ve con esos ojos de frialdad.

¡Ah! Pero no vaya a tratarse de mamá Elena, Valentina, Atenea y Catalina porque ahí si hasta mueve la cola para llamar su atención, se les anda acurrucando y frotando, sólo quiere ser acariciado por ellas.

Nadie me había despreciado tanto en la vida como él.

Otra cosa que ha sido despreciada es nuestra solicitud para regresar a Yanina a la dirección, Diana se ha puesto mucho más dura con nosotras, y ahora que Alexandro ya se encuentra en la escuela para ser el nuevo maestro de inglés me han dejado a mi novia desempleada.

Atenea dice que esta bien, que dar clases no le importa, pero hay algo que me preocupa, si bien ahora está tranquila porque nuestras madres están aquí y se distrae sé que pronto comenzará a desesperarse. Mi novia es una persona que necesita estar haciendo algo todo el tiempo, a veces se encierra en su antigua habitación porque ha empezado a tener reuniones a distancia en las empresas de su familia, no me molesta que trabaje y que se distraiga, sé que ella ama lo que hace y ese es en realidad lo que más me inquieta.

Atenea vino aquí por mí, vino a buscarme, a recuperar lo nuestro y prometió llevarme a su lado cuando lo hiciera, el caso es que no sé si quiero irme. Mi trabajo está aquí y mi vida también, me he acostumbrado a lo que tengo aquí, me encanta vivir con mis tías incluso si extraño a mis madres todo el tiempo. Atenea no ha vuelto a mencionar el tema, pero es obvio que no piensa quedarse aquí para siempre cuando su vida está en otro lado, antes tenía algo que la tuviera además de mí, antes tenía un trabajo, responsabilidades con alumnos, comenzaba a interesarse, ahora no tiene nada más que su amor por mí, el mismo amor que antes no sobrevivió cuando tuvimos que alejarnos.

Mi mas grande miedo es volver a perderla, despertar por la mañana y volver a encontrarme con su ausencia a mi lado, revisar los cajones de ropa y darme cuenta de que no queda nada de ella, llamarla y que me envíe al buzón, no tener ni idea de donde está, no poder ir por ella, no poder encontrarla.

Y tampoco quiero retenerla, no quiero ser de nuevo la mala de la historia, no quiero impedirle irse a hacer lo que ama. Creo que si lo hablamos y si negociamos podríamos encontrar un punto medio para nosotras, uno en donde ella pueda venir a verme las veces que quiera y yo ir a visitarla siempre que sea temporada de vacaciones en la escuela. Creo que podemos lograrlo si lo intentamos y ponemos de nuestra parte, yo estoy dispuesta, seguirá siendo difícil verla irse, pero al menos me consolará saber que regresará en algún momento.

Otra de las cosas que pasaron últimamente fue la visita de mi mamá Elena a Diana, ni siquiera fue violenta, ella sólo se sentó frente a su escritorio y la miro fijamente, con una sonrisa le aconsejó que no volviera a meterse con su familia y le enseño todas las pruebas de los delitos de mi abuelo, mismas que la señora Catalina le proporcionó. Diana se mostró incrédula e incluso aventó aquellos papeles del escritorio, mamá Elena permaneció serena, simplemente girando el anillo de matrimonio en su dedo anular y terminando con un "hoy soy pacifica, la próxima vez que toques a mi esposa romperé cada uno de tus dedos y te aseguro que nunca volverás a sostener un bolígrafo sin llorar del dolor".

Las tres "L" básicas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora