Capítulo 12.

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Yanina Sorni:

__ ¿Qué? ¿Es en serio?

Mell sostiene el cartel entre sus manos releyendo una y otra vez, es una tontería, lo supe desde que recibí el correo está mañana, pero aún así es algo que tengo que hacer.

__ Tal parece, nadie va a querer inscribirse a eso y necesito al menos dos personas.

No es que mi amiga ayude mucho tampoco, Mell sólo lee las bases y se burla de todo.

__ Un concurso de belleza, tienes razón nadie va a inscribirse en eso.

__ Con dos personas me basta.

__ Tendrás que ser una de ellas, así te será más fácil sólo buscar a una más.

Un estúpido concurso de belleza, en la directiva me han dicho que este tipo de actividades puede ayudar a integrar a los profesores, hacerlos convivir más, conocerse y ser mejores compañeros, somos una escuela nueva, necesitamos estar unidos.

Pero está idea tonta que han tenido, realmente no creo que sea la mejor opción.

__ Inscríbete __ le suplico a Mell, ella sólo se ríe de mí, en mi cara.

__ Ni loca, además eso lo haría injusto, si me inscribo es obvio que ganaría.

Mell es amiga mía, solíamos coincidir mucho antes de mudarme a este lugar, éramos muy unidas y ha sido lo suficientemente compasiva conmigo como para venir a ser profesora, lo cual es sólo un pasatiempo para ella ya que en realidad es cirujana cardiovascular, pero es muy lista, es un pequeño cerebrito andante.

Una persona solitaria como ella aparenta una personalidad ruda, pero la conozco, sé todo lo bueno que tiene dentro, y también sé que muy en el fondo no está aquí para ayudarme. Mell solía tener un dóberman, su nombre era Marley, ella realmente amaba más a aquel perro que a cualquier cosa en el mundo, fue su compañero durante toda su vida y en los momentos más difíciles, lamentablemente hace unos meses el falleció.

La manera en que ella se derrumbó podría parecer increíble para cualquier persona que no ha experimentado lo que es amar a un animal con toda tu vida, cuando no sabes lo realmente importantes que pueden llegar a ser y el cómo pueden llegar a salvarte y sanarte. Ella lo carga siempre consigo, en ese collar que nunca se quita con una pequeña huella de él. Todo ese dolor le imposibilito continuar con su trabajo, era incapaz de concentrarse y de ser responsable por otras vidas, así que se encerró en casa a sufrir su dolor, hasta que logré convencerla de venir aquí, de tomar otros aíres e intentar algo nuevo.

Es mi amiga, también intento ayudarla, intento estar para ella y espero que muy pronto se recupere por completo y regresé a ser la maravillosa doctora que es.

__ Tendré que inscribirme yo __ lloriqueo porque no quiero, pero si no doy el ejemplo ningún otro profesor lo hará __ ¿De dónde sacaré a alguien más?

__ Dile a tu novia.

__ No es mi novia, además no me habla __ Alena sigue enojada conmigo, es realmente buena guardando rencor __ ayer no quiso salir conmigo y jamás me contesto el celular.

__ Alena me intriga, dices que sale contigo, pero parece siempre estar rondando a la niña bonita.

__ ¿La niña bonita?

__ ¿No has visto a la mujer que tienes trabajando aquí? Yo sabía que las maestras de ingles son hermosas, pero no a ese nivel, ella es otra cosa, no puede ser sólo profesora, tiene que ser más, se le nota en esa cara.

Oh, Atenea.

Si, sé que ella es más pero no quiero ponerle demasiada atención tampoco, ya por sí sólo es bastante molesto tener que saber que siempre esta cerca de Alena, y que está jugando su propio juego.

Las tres "L" básicas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora